Debo admitirlo. Con el Geigercars Mustang GT 520 en mente, la sensación de angustia cuando he visto en el mismo titular GeigerCars y Shelby Mustang GT500, ha sido, cuanto menos, notoria. Pero no, me equivocaba (como tantas otras veces).
Los ingenieros de GeigerCars simplemente se han encargado de tocar lo que no se ve, dejando su exterior estrictamente de serie, a excepción de las llantas. Éstas son una OZ de 20 pulgadas, en las cuales se montan unos neumáticos Michelin con unas medidas de 245/35 ZR20 delante y 285/30 ZR20. Poco perfil para un muscle car, pero lo dejaremos pasar.
En lo que no se ve, han tocado el motor V8 5.4 hasta llegar a los (wait for it…) 810 CV cuando gira a 6.700 rpm. En lo referente a su par máximo, también se ha visto aumentado considerablemente, 945 Nm a 4.300 rpm. Una brutalidad en toda regla.
Este aumento de prestaciones del motor V8 5.4 se debe a varios cambios que han hecho los ingenieros de GeigerCars. Por ejemplo, ahora el compresor cubica 3,3 litros de aire que sopla a 1.6 bares, se ha modificado la culata y el sistema de inyección, las válvulas, el sistema de refrigeración al completo, así como el sistema de lubricación.
Obviamente, la caja de cambios y el diferencial se han tenido que reforzar para soportar la nueva entrega de par, que supone un aumento de 255 Nm respecto al Shelby Mustang GT500 (690 Nm de serie). Además, se han acortado la 5ª y 6ª marcha, para hacerlo aún más rápido en aceleración.
Bajo la carrocería hay más cambios, como la nueva Panhard de cromomolibdeno obra de GeigerCars, diseñada para mejorar la direccionalidad y estabilidad en el eje trasero. Un completo sistema de suspensiones, más deportivas, y nuevos brazos en la suspensión trasera.
Por supuesto, un bicho así hay que frenarlo. De eso se encargan los nuevos discos de freno perforados de 380 mm en el eje delantero, mordidos por pinzas Geiger de seis pistones.
Ya tienen que haberlo hecho bien en el todo el tema de ingeniería, porque podríamos estar hablando de una bestia inconducible para algún tramo revirado. Eso sí, en el momento que pillemos una recta, que nos quiten lo “bailao”...
Gracias a Tronxo por la pista.
Vía | World Car Fans
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