Hace un año ABT nos deleitó con otra vuelta de tuerca del estratosférico Audi RS 6 con el Johann Abt Signature Edition y ahora otra de sus visiones propias lleva este exclusivo apellido. Y tiene al SUV más bestia de los cuatro aros como protagonista: el Audi RS Q8.
El ABT RS Q8 Signature Edition comparte corazón con la quinta esencial del RS 6 según ABT, así que se eleva por encima de los 800 CV. Por tanto es más bruto que, por ejemplo, el ABT RSQ8-S que llegaba a los 700 CV o el firmado por Mansory de 780 CV.
Está limitado a 96 unidades y, pese a que se ha estrenado esta primavera, ABT afirma que casi todas han volado, quedando algunos ejemplares aún en los puntos de venta con los que colabora el preparador.
El caballero oscuro de los 3,2 segundos
Como el ABT RS 6 Johann Abt Signature Edition, cada unos de los ABT RS Q8 Signature Edition, en riguroso negro, va fabricado artesanalmente por el especialista. O al menos los aderezos con los que salpimenta a este todocamino que ya es de por sí de armas tomar.
Empezando por lo que se ve, este RS Q8 Signature Edition hace gala de un kit aerodinámico, bautizado como 'Signature Carbon Bold'. Así, su estética es más agresiva gracias a unas defensas frontales mucho más prominentes, con entradas de aire más generosas.
Pero también se destaca por nuevas taloneras laterales, un enorme difusor trasero con listones verticales que integra cuatro salidas de escape o nuevas aletas verticales que enmarcan la luneta trasera bajo el alerón, entre otros.
Todos estos añadidos son en fibra de carbono, como no podía ser de otra manera, y la guinda la ponen unas llantas forjadas "Signature Edition" en negro brillante que son de 23 pulgadas.
Bajo el capó, el V8 de 4.0 litros pasa a rendir 801 CV y 1.000 Nm de par máximo gracias a la centralita electrónica ABT Engine Control (AEC), frente a los 600 CV y 800 Nm del de serie. Pero también a gracias a sumar dos nuevos turbos más grandes y un intercooler, ambos firmados por ABT.
Con este corazón, sumado a un sistema de escape de alto rendimiento, promete hacer el 0-100 en 3,2 segundos (seis décimas más rápido que el modelo de producción) y su punta se fija en 315 km/h frente a los 250 km/h, limitados electrónicamente, del SUV alemán.
No faltan tampoco aderezos en el interior, como unos asientos específicos de ABT en cuero perforado y Alcantara y con el apellido de esta preparación bordado bajo los reposacabezas.
Además, en el túnel central encontramos un fragmento del primer trofeo de hípica del nieto del fundador de la firma, Johann Abt, que está resculpido en forma de copa.
Sea como fuere, hacerse con los servicios de esta nueva visión propia de ABT se antoja complicado, pues sus casi 100 unidades han volado en pocos días...