El Toyota GR Supra es probablemente uno de los coches que más expectación ha generado durante los últimos meses y mientras nosotros esperamos nuestra oportunidad para probarlo y ver los primeros ejemplares por la calle, ya hay quien lo ha convertido en una auténtica bestia de drift.
El piloto profesional de drift Daigo Saito acaba de enseñar su creación más reciente, de cara al campeonato Formula Drift que arranca en Long Beach, California, el próximo día 5 de abril. Se trata precisamente de un Supra de nueva generación totalmente modificado para un único fin: derrapar.
Quizá lo más interesante de este Supra tan particular es que por el camino pierde el motor de serie, el 3.0 litros de seis cilindros de origen BMW (B58), a favor de un propulsor clásico de la compañía japonesa, el mítico 2JZ de seis cilindros en línea, cuya producción arrancó en 1991.
En este caso, el bloque 2JZ-GTE de 3.0 litros aumenta su cilindrada hasta los 3.4 litros y equipa un enorme turbo HKS GT III 4R, lo que da como resultado una potencia ligeramente superior a los 800 CV y un par motor máximo de 883 Nm, para hacer patinar las ruedas traseras sin demasiado esfuerzo a través de una caja de cambios secuencial.
El GR Supra ya derrapa de lo lindo
En este vídeo publicado por Monster Energy, patrocinador del equipo, se muestra el proceso de transformación del coche de Saito, partiendo de un GR Supra pre-serie camuflado para convertirlo en una bestia de competición decorada con los colores de guerra de Monster, Sunoco o HKS, entre otros.
Como es lógico, por dentro hace falta más bien poco para el drift, por lo que el coche ha sido aligerado completamente y apenas encontramos dos asientos tipo baquet de carreras con arneses, revestimientos de fibra de carbono, un cuadro de instrumentos digital, la palanca del cambio secuencial y el tirador del freno de mano hidráulico, por ejemplo.
No obstante, si no te interesa demasiado siempre puedes adelantar un poco el vídeo para ir directo al grano, es decir, el GR Supra completamente de lado, achicharrando sus neumáticos traseros y emitiendo todo tipo de ruidos de motor y transmisión, además de los silbidos del enorme turbo.
