El Toyota bZ4X es ya una realidad. Se trata del primer coche 100 % eléctrico y con vocación global de Toyota (el Toyota RAV4 EV de hace 10 años fue un modelo reservado para California). Inaugura la plataforma modular para vehículos de cero emisiones llamada e-TNGA, desarrollada en colaboración con Subaru, que ofrecerá su propia versión del bZ4X, el Solterra.
El bZ4X tiene un tamaño cercano al de un RAV4, aunque todavía no se conocen sus dimensiones exactas. Su diseño es casi idéntico al del concepto, y algunas de las características más innovadoras del concepto se encontrarán en el coche de producción, como el volante tipo aviación.
El Toyota bZ4X tiene un estilo aún más afilado que el RAV4. La proa estirada hacia delante, cuya horizontalidad está acentuada por los esbeltos faros unidos por un reborde metálico y que se elevan hacia el exterior, está inspirada en el tiburón martillo, según el fabricante. Es una característica que será exclusiva de la gama eléctrica bZ.
El coche carece de calandra. El parachoques, que ocupa todo el frontal, cuenta con una toma de aire inferior que alberga una aleta móvil y dos tomas tomas de aire adicionales justo delante de las ruedas.
Los flancos del coche están muy esculpidos mientras que parabrisas y luna trasera son muy inclinados, un alerón en el techo y un spoiler completan la silueta del bZ4X. La zaga está optimizada para reducir la resistencia aerodinámica y, por tanto, mejorar el consumo de energía y maximizar así la autonomía de la batería.
Los protectores inferiores de la carrocería y el generoso diámetro de las ruedas (hasta 20 pulgadas) refuerzan la robustez del conjunto. Al igual que la mayoría de sus rivales, la arquitectura e-TNGA aloja su batería en el centro bajo el piso del coche, mientras que sus motores se sitúan en los ejes.
Esto permite que el bZ4X tenga unos voladizos más cortos que el RAV4 y una distancia entre ejes 16 cm más grande, lo cual debería aumentar el espacio interior con respecto al RAV4. Un interior, el del RAV4, que ya es de los más grandes de su segmento.
Un interior minimalista y con cuernos como volante
La posición baja del capó delantero (está 5 cm más bajo que en el RAV4, asegura Toyota) mejora la visibilidad del conductor. El salpicadero se inscribe en las tendencias actuales: diseño minimalista con una gran pantalla multimedia en el centro y un cuadro de instrumentos digital de pequeñas dimensiones, como hemos visto en los Volkswagen de la gama ID o el Ford Mustang Mach-E. A pesar de la pantalla táctil que lo domina todo, el climatizador y el volumen del audio conservan botones físicos. No toda la ergonomía está perdida.
En cuanto al volante, han decidido seguir los pasos de Tesla y luce unos cuernos. Quizá en el Toyota no sea tan evidente como en el nuevo Tesla Model S , y todavía tiene algo de volante. En todo caso me recuerda, aunque debidamente modernizado, a los controles de un Douglass DC-3.
Si bien Tesla llama su volante por su nombre en inglés, Yoke (cuernos, en castellano), Toyota lo llama One Motion Grip. Está conectado a una dirección totalmente eléctrica y sin conexión mecánica entre “volante” y ruedas.
La ausencia de conexión mecánica permitió a los ingenieros calibrar la relación de desmultiplicación, en función de la velocidad. Es decir, en una rotación de tope a tope de 150° del volante, las ruedas girarían de tope a tope sin que tengamos que quitar las manos de los cuernos.
El volante One Motion Grip estará disponible inicialmente en China. Más adelante, también estará disponible en las versiones europeas. Mientras tanto, el SUV equipará en Europa un clásico volante redondo.
Gracias a la generosa distancia entre ejes (2,85 m), los asientos delanteros y traseros están separados por un metro, según Toyota. Vamos, que no faltará espacio en las plazas traseras. El maletero, en cambio, no es tan grande. Tiene un volumen de 452 litros, es decir, 118 litros menos que un RAV4 tracción delantera.
Una batería con rendimiento garantizado al 90% y 10 años
Toyota propondrá dos variantes: el modelo de acceso a gama con tracción delantera y un solo motor de 150 kW (204 CV) y 265 Nm de par. Pasa de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos y puede alcanzar una velocidad máxima de 160 km/h.
El modelo con tracción integral cuenta con dos motores de 80 kW cada uno que generan una potencia máxima combinada de 217,5 CV, explican en Toyota, y entrega 336 Nm de par, mantiene la misma velocidad máxima de 160 km/h y acelera de 0 a100 km/h en 7,7 segundos.
La energía proviene de un paquete de baterías de 71,4 kWh que promete una autonomía WLTP de más de 450 km. La batería cuenta con una bomba de calor que, aseguran en Toyota, garantiza sólo una "modesta" caída de la autonomía en temperaturas bajo cero. Y para las épocas más cálidas y las cargas rápidas, el bZ4X cuenta con una sistema de refrigeración por agua de la batería.
Se puede cargar a potencias de hasta 150 kW (CCS2), se puede conseguir una recarga del 80% en unos 30 minutos. A destacar que, de serie, el bZ4X equipará un cargador de a bordo de 11 kW. A destacar que en opción, el bZ4X puede equipar un techo con panel solar, que daría el equivalente de una autonomía de 1.800 km a lo largo de un año de uso.
Además, según Toyota, tras 10 años o 240.000 km, la batería conservará el 90% de su rendimiento. Es más de lo que garantizan habitualmente los rivales del bZ4X, donde se suele garantizar el 70% de la capacidad después de 8 años o 160.000 km.
El Toyota bZ4X se comercializará en España en el segundo trimestre de 2022. Todavía se desconocen los precios. Antes, Toyota lanzará una campaña de reserva de su nuevo modelo.
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