El Suzuki Jimny es un icono de la automoción. Es de esos pocos coches cuya imagen es más fuerte que la de su fabricante, que cuenta con una base de clientes fiel y que se ha logrado la hazaña de convertirse en un coche cool. ¿Cómo? A base de ser una bestia en offroad gracias a su pequeño tamaño y que es casi indestructible. DAMD, el tuner nipón, lo tiene claro, el Jimny es tan icónico como el Land Rover Defender o el Mercedes Clase G.
De hecho, los considera tan icónicos que DAMD convierte el Suzuki Jimny en un mini Defender o un mini Clase G. Los kit de carrocería para estas conversiones bautizadas Little D (Defender) y Little G (Clase G), están todavía en la fase de desarrollo, pero el resultado promete.
Los kits se componen de un nuevo capó, nueva calandra y faros, parachoques específicos y aletas de pasos de rueda. La producción de estos kits comenzará en la primera mitad de 2019. En cuanto al precio de estos kits habrá que esperar.
Las formas cuadradas del nuevo Jimny eran una incitación para estas creaciones. Y es que tanto el Clase G como el Defender son de carrocerías más bien cuadradas. De hecho, el Little G es el más parecido al original, mientras que el Little D me parece, y es una opinión muy personal, de los más cool.
En cuanto a la mecánica, recordemos que el Jimny cuenta con un 4 cilindros de 1.5 litros atmosférico de 102 CV y 130 Nm, tracción integral y reductora. Y en cuestiones de off-road es tan capaz o más que los ilustres modelos que DAMD homenajea.
En Japón, la personalización del automóvil está más arraigada en la cultura del automóvil de aquí. Y uno de esos aspectos es convertir el coche en homenaje a otro más icónico, más retro, más moderno, etc. Desde la propia Daihatsu que propone cambiar la carrocería de tu Copen roadster en función de tu humor (más retro, más deportivo, shooting brake) hasta Mitusoka que se hartó a vender Nissan Micra reconvertidos en Jaguar MkII bajo el nombre de Viewt, hay para todos los gustos.