Los ingenios militares condicionan en gran medida parte de los avances que finalmente disfrutamos todos, más aún si vives en Rusia, donde hasta hace bien poco la Guerra Fría influenció buena parte de los vehículos e incluso los modos de vida de sus habitantes.
Por eso allí encontramos algunas de las creaciones más locas con o sin ruedas, vehículos que parecen de la ciencia ficción. Hoy vamos a recoger siete de los coches, barcos y aviones anfibios más representativos nacidos en la Madre Rusia y que además de surcar el agua pueden dejarte con la boca abierta.
SHERP ATV
Los rusos tienen unas necesidades de movilidad bastante peculiares. El gélido clima de la estepa les obliga a adaptarse a unas condiciones donde la nieve, el hielo y la humedad son el pan de cada día. Si ni todo el frío de la Madre Rusia va a impedir que los Dimitris y Vladimires salgan a disfrutar de su tiempo de ocio requieren un vehículo que sea absolutamente capaz.
El SHERP ATV es el súmmum de las capacidades todoterreno. Este 4x4 extremo es una especie de mezcla entre camión, tanque y cubo geométricamente perfecto. Mide 2,3 metros de alto por 3,4 de largo y 2,5 de ancho, pero lo que más destaca son las enormes ruedas que utiliza, que miden 1,6 metros cada una.
Sólo tiene 44 caballos de potencia, pero gracias a sus grandes balones con palas puede alcanzar 45 km/h sobre cualquier terreno y 3,2 millas náuticas sobre el agua, porque sí, flota y navega, se hunde en el hielo y es capaz de volverse a subir .
A efectos prácticos es como un tanque porque carece de suspensión y de dirección, lo que hace es girar frenando las ruedas de uno u otro lado indistintamente. En cuanto a la suspensión, hace lo que puede digiriendo las irregularidades con los neumáticos, pero cuando puedes transportar 1.000 kg de carga e cualquier situación ¿qué más da eso?
Avtoros Shaman 8x8
Quizá no sea un concepto tan extremadamente versátil como el SHERP, pero el Avtoros Shaman 8x8 tan ruso o incluso más que él. 4.800 kg de peso, ocho ruedas de 1,2 metros de alto y 60 cm de ancho sobre llantas de 21 pulgadas, 2,7 metros de alto y capacidad de albergar hasta 12 ocupantes más el conductor. ¿Necesitas más?
Su motor es un bloque de origen Iveco F1C turbodiésel de 3.0 litros que genera unos 176 CV y 350 Nm de par motor con los que puede alcanzar una velocidad punta sobre terreno firme de 70 km/h y 7 km/h en modo acuático. Su consumo está a la altura, con unos buenos 25 litros a los 100 km, así que le metieron 260 litros de depósito.
La agilidad para el vehículo de rescate perfecto (o el coche ideal para supervillanos rusos) la aporta un conjunto de dirección hidrostática que puede hacer girar las ocho ruedas a la vez, pudiendo poner las delanteras y traseras con el mismo ángulo de giro u oponerlas para los giros más cerrados.
No es asequible, pues parte de 123.000 euros a los que habría que añadir, para empezar, el motor y la calefacción, que se cobran aparte.
LuAZ 967
Saltamos a un concepto mucho más modesto pero igualmente anfibio. El LuAZ 967M es un pequeño vehículo que se diseñó en 1959 originalmente como un vehículo de transporte de tropas y municiones que fuese capaz de moverse sobre cualquier terreno.
Con un peso de 950 kg (con 400 kg de capacidad de carga) estaba pensado para poderse transportar vía aérea y ayudar al ejército ruso a movilizar a sus hombres. Para ello utilizaba un motor MeMZ-967A V4 de 887 centímetros cúbicos que movía sus cuatro ruedas gracias a 37 caballos que lo mismo galopaban que buceaban.
Con ellos se podía mover sobre tierra hasta 75 km/h y sobre el agua a 3 km/h, utilizando para ello sólo las ruedas delanteras en configuración 4x2, pudiendo engrarnar el 4x4 sólo cuando fuera necesario.
Como muchos de los vehículos militares, cuando cumplieron con sus años de servicio pasaron a convertirse en piezas de museo o pequeños vehículos recreativos particulares con el que salir a pescar los domingos.
Cheburator
Retomamos nuevamente la idea del SHERP, porque a alguien se le tuvo que ocurrir la idea. No sabemos si estos vídeos se corresponden con el estado embrionario del prototipo que adoptaron para desarrollar el SHERP, pero esta especie de tractor montado en un granero se parece bastante.
Se llama Cheburator y es simplemente un todoterreno capaz de moverse tanto por tierra, pantanos, navegar sobre el agua, trepar sobre un Lada o encaramarse a un muro. Nunca sabes de qué tipo de situación vas a tener que salir airoso en Rusia.
En su caso, se trata de un chasis, un motor, un volante y cuatro ruedas enormes (otra vez). No hay más ni tampoco parece que su propietario estuviera muy interesado en dotarlo de más comodidades aunque haya tenido varias evoluciones. La diferencia con el SHERP es que el Cheburator sí emplea un sistema de dirección convencional.
GAZ BTR 80
Los BTR de GAZ son quizá los vehículos anfibios rusos más reconocibles. Los BTR-60 fueron diseñados a finales de los años 50 para sustituir a los BTR-152 cuya mayor carencia era la falta de capacidad anfibia. Así, el BTR-60 se convirtió en el primer vehículo 8x8 fabricado en masa en la URSS, y además era anfibio.
El primero de los beterre sesenta contaba motores de gasolina de 12 litros y hasta 210 CV para mover su blindaje de acero templado y 10 toneladas de peso sobre cualquier superficie gracias a su tracción integral independiente y una hélice colocada en la parte trasera.
Al BTR-60 le siguieron los BTR-70 y posteriormente los BTR-80 que se siguen utilizando en la actualidad unas 5.000 unidades repartidas por todo el mundo. El 80 utiliza motores turbodiésel V8 de 14 litros y 260 caballos, puede alcanzar los 71 km/h sobre tierra firme y cuenta con una autonomía de 600 km para sus 13,6 toneladas sobre la báscula.
Existen versiones 4x4, 6x6 y la ya mencionada 8x8, dependiendo de las necesidades de cada cuerpo. Entre su equipamiento se pueden montar ametralladoras de 14,5 mm, de 7,62 mm, de 12,7 mm o antiaéreas.
Zubr Project 1232.2 - Pomornik
Pasamos de los coches que se pueden meter en el agua para saltar a una embarcación que puede navegar sobre terreno seco, ¡y es gigantesca! Con 57 metros de largo y 25,6 de ancho, el Pomornik (o Project 1232.2 de clase Zubr, para los amigos) es un inmenso hovercraft de la marina soviética.
Con un peso de 340 Tm en su versión ligera y 415 Tm en la normal, puede transportar 555 Tm de carga en su interior, y lo hace abriendo una enorme boca en el frontal para que tropas y vehículos desembarquen con rapidez sobre las costas.
La movilidad se la dan tres enormes hélices colocadas en la parte trasera con las que se puede desplazar a una velocidad de hasta 116 km/h y mover tres tanques, ocho vehículos anfibios o 10 blindados en un radio de 560 km, o bien llevar hasta 500 soldados en sus bodegas.
Para la dotación armamentística se pueden escoger varias configuraciones con lanzacohetes antiaéreos, lanzacohetes terrestres, cañones de 30 mm y minas.
Beriev BE-200
De la tierra al agua, del agua a la tierra y ahora del agua al aire. El Beriev Be-200 es un enorme hidroavión a reacción diseñado por la marca rusa homónima y que comenzó su servicio en 2003. Mide 32,1 metros de largo y de punta a punta de las alas alcanza los 32,7 metros, con un peso en vacío de 25.340 kg.
Equipado con dos turbinas de 73,5 kN cada una colocadas en la parte superior del fuselaje y por detrás de las alas con los que puede mover hasta 12 toneladas de agua en su interior o dedicarse a labores de transporte pesado y larga distancia o de pasajeros, siendo capaz de desplegar trenes de aterrizaje con los que tomar tierra en cualquier aeropuerto.
En la versión de pasajeros puede acarrear un máximo de 72 o recoger hasta 12.000 kg de agua en ocho depósitos sobre una superficie grande como para poder recoger durante 12 segundos a 190 km/h.
GAZ M-20 Pobeda ocho ruedas
En teoría esta cosa rara que parece una especie de Gusiluz steampunk saltó a los medios internacionales como un extraño prototipo de vehículo anfibio. Más tarde hemos podido conocer que esta cosa con ocho ruedas basada en el GAZ M-20 Pobeda y una carrocería completa realizada en paneles remachados se trataba de un tractor con el que se remolcaban aviones pesados.
Así, gracias a su sistema de tracción 8x8 mediante motores hidráulicos conseguía mover con relativa facilidad las grandes aeronaves rusas enganchadas a su parte trasera, que además está articulada. Y eso conservando esa curiosa forma de limusina apocalíptica.
Vale, no es anfibio, pero es un artefacto tan ruso-de-posguerra que se ha ganado un pedacito de nuestros corazones.