A Tesla le parecía buena idea llevar el volante de KITT, ‘El Coche Fantástico’, a la calle y decidió sustituir el volante redondo de toda la vida por uno rectangular denominado Yoke.
De paso, en los modelos con este volante, es decir, los Model S y Model X, la marca americana quitó la palanca de los intermitentes para incluirlos entre los mandos del volante. También la palanca de cambios para mover sus controles a la enorme pantalla central.
Pero la teoría es una cosa y la práctica otra. Y cuando llegó la hora de probar el nuevo invento de Tesla, los clientes de la marca no quedaron nada satisfechos, al menos la mayoría porque siguen prefiriendo el de siempre, sobre todo ahora que se ofrece opcionalmente de forma gratuita. Y claro, se ha agotado.
Problemas de stock
Que algunos de estos volantes Yoke se pelasen a los pocos kilómetros tampoco ayudó. El problema radica en la falta de practicidad de este volante en el día a día. A la hora de aparcar, maniobrar o hacer una curva un poco cerrada es mucho más útil el volante convencional.
También es más fácil utilizar unos intermitentes estándar y no tener que recurrir a la pantalla central cada vez que hay que seleccionar una posición del cambio.
Todo esto llevó a Tesla a incorporar en su configurador el volante convencional como opción para los Tesla Model S y Model X el pasado mes de enero. En ese momento, el coste de este extra en España ascendía a 900 euros con la instalación incluida, pero ahora no tiene ningún sobreprecio.
También ha dejado de llamarse ‘Volante Retrofit’ para denominarse simplemente ‘Volante’ y se está convirtiendo en la opción favorita para los clientes de la marca, a pesar de la apuesta de Tesla por el modelo que parece sacado de un prototipo.
Tanto es así que, según medios como Autoblog o The Drive, Tesla se habría quedado sin stock del volante tradicional en el mercado estadounidense. A lo largo de los últimos días, varios clientes de la marca también se han hecho eco de ello a través de las redes sociales.
Pero Tesla lo ha solucionado rápidamente porque el volante convencional vuelve a estar disponible, tanto en el configurador de Estados Unidos como en el español, donde esta opción se mantiene sin sobrecoste para el cliente.
Lo que está claro es que Tesla no está dispuesta a recular e incluso podría incorporar este volante en la esperada Cybertruck, por mucho que una buena parte de sus seguidores no esté conforme con el Yoke de los Model S y Model X.
Incluso algunos de ellos están recurriendo al mercado de recambios para sustituirlo por volantes de reemplazo que solucionan algunos de los problemas del Yoke con un aro en la parte superior. En caso de que vuelva a haber falta de stock, siempre existirá esta opción, aunque su precio de partida es de 1.999,95 dólares.
Otra posibilidad es que Tesla acabe sustituyendo la actual dirección mecánica de los Model S y Model X por una eléctrica y sin conexión física entre el volante y las ruedas, como la de Lexus.