Navegador GPS que te dice cúal es la ruta más corta de verdad: ¿para cuándo?

Si nos paramos a pensar en los trayectos que realizamos habitualmente, probablemente podamos enumerar unas cinco o diez rutas que recorremos con asiduidad: de casa al trabajo, al colegio de los niños, ruta de fin de semana, a la playa, etc.

Probablemente estas rutas signifiquen un portentaje muy alto de las decenas de miles de kilómetros que realizamos cada año. Probablemente existan pequeñas alternativas, la mítica pregunta de ¿vamos “por arriba” o “por abajo”?.

Y probablemente si nos preguntamos por qué utilizamos la que utilizamos la respuesta generalizada sea “por costumbre” y no por haber estudiado que realmente es la mejor (ya sea en tiempo, dinero o ambas). Al menos, ese es mi caso.

¿Vamos “por arriba” o “por abajo”? (breve contextualización de problema)

Normalmente tendemos a utilizar siempre el mismo trayecto si ya lo conocemos, ya sea andando, en coche o en cualquier otro medio de transporte. Los caminos que ya conocemos se nos hacen más cortos, porque todo nos resulta conocido y no asimilamos información nueva (para más información pregúntenle al señor Punset de Redes).

Un efecto que siempre veo es que tendemos a utilizar caminos más cercanos a nuestra casa o a nuestros lugares habituales, aunque vayamos a otro sitio sin relación. También que, si estamos acostumbrados a una opción, difícilmente valoraremos otra.

Es decir, si estamos acostumbrados a volver a nuestra casa “por arriba” casi nunca lo haremos por el camino de “abajo” (por llamarlos de alguna manera), y seguramente nunca habremos hecho un estudio pormenorizado de tiempos y costes, aunque esto pueda suponer un ahorro considerable en un año, quizás superior a las técnicas de conducción eficiente.

El ejemplo más cercano que tengo: salgo de la autopista para ir a mi casa. Tengo dos opciones posibles, y dentro de una de ellas otra pequeña variación. Habré recorrido ese mismo camino cientos de veces, pero no sabría decir con seguridad cuál de las distintas opciones es la mejor.

Modelando la situación correcta

Se me ocurren tres variables básicas para optimizar los caminos habituales:

  • Tiempo: la más obvia, normalmente cuando vamos a nuestra casa queremos llegar cuanto antes.
  • Coste: posiblemente coincida con la primera en el 80% de los casos, pero no siempre. Un ejemplo obvio para quién no lo vea: autopista y carretera en la misma distancia, la autopista es más rápida pero más cara (probablemente no sólo por los peajes).
  • Componente subjetivo: el camino que pase por la playa o por una calle animada nos resultará más agradable. En este caso vamos a suponer que todos son iguales, algo que podemos considerar válido, ya que en los trayectos que hacemos más a menudo valoramos más el tiempo o el coste que este componente.

Dicho esto, ¿cómo podemos saber cuál es el mejor camino? (Que cada uno defina mejor según coste, tiempo o ambos). La solución sencilla es cronometrar ambos trayectos. Pero realmente somos demasiado vagos para eso, y además tendríamos que hacer muchas mediciones según la hora, el día, la climatología, etc.

La solución

La respuesta está en la tecnología: lo ideal sería un navegador GPS que aprenda de nuestros recorridos: nosotros sólo tendríamos que entrenarlo durante un tiempo, variando los caminos que utilizamos, para que el navegador calcule el tiempo de cada uno. El consumo se lo podríamos dar, o bien lo podría estimar en función de la velocidad y los kiómetros, o idealmente podría cogerlo del ordenador de a bordo si es un navegador integrado.

Técnicamente es posible masticar toda esta información para que nos pueda decir cuál es el mejor camino para ese día, esa hora y, sobre todo, para nosotros.

¿Existe algún navegador que lo haga?

Por las conclusiones que he sacado al investigar un poco sobre el tema, no. TomTom tiene una aproximación bastante buena pero con algunas pegas, se trata de TomTom IQ Routes, y otros fabricantes como Garmin tienen soluciones similares. El Vexia Econav, pensado para ahorrar al máximo combustible, tampoco contempla esta opción.

TomTom IQ Routes se basa en la información proporcionada por otros usuarios, algo muy interesante si vamos a otra ciudad, pero quizás menos si hablamos de nuestros trayectos habituales. Primero porque es posible que nadie en la zona proporcione esos datos, y segundo porque nos aconseja una ruta en función de datos sueltos de pequeños tramos de personas que conducen de distinta forma a nosotros.

Es posible que yo tarde más o menos en cruzar la misma rotonda o en salir de un stop. La diferencia es ínfima en una sola vez, pero si hacemos el trayecto todos los días a lo largo del año estamos hablando de horas.

Si no existe esta solución todavía es porque no es sencillo, el coste computacional es alto incluso para un navegador actual que tiene una capacidad de computación razonable. Se trata de un problema matemático clásico, costoso de resolver cuando existen muchas variables, como es este caso (distintos caminos, día de la semana, hora, etc).

El futuro pasa por utilizar sistemas de información compartida como hace el TomTom IQ Route, pero también información propia para estar seguros de que la solución que nos da es realmente la mejor, algo que de lo que actualmente no podemos estar seguros por la complejidad del problema. Si nos paramos a pensarlo, la diferencia de tiempo y dinero con estas “rutas perfectas personalizables” podría ser abismal respecto a lo que estamos acostumbrados.

Actualización: Parece que hay uno que sí lo hace, o al menos eso promete: Navigon MyRoutes, GPS que aprende de nosotros.

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