Elon Musk consiguió ayer escribir su nombre en la historia de la exploración espacial con el lanzamiento del Falcon Heavy, y lo hizo como a él le gusta, pensando en el show business. Lo de incluir el Tesla Roadster en la ecuación lo vende como "un gran paso para la humanidad", pero es puro marketing.
Hay que reconocer el mérito de Elon Musk, más allá de sus hazañas tecnológicas y que son muchas, desde el nacimiento de Tesla hasta el lanzallamas. Pero no nos olvidemos que él se considera "the real Tony Stark", y que le encanta el espectáculo y ayer no faltó detalle. El Tesla Roadster rumbo a Marte, el maniquí a lo astronauta de Tente, el maravilloso 'Life on Mars' de Bowie como telón de fondo...
Un seguimiento singular para un acontecimiento histórico
Nuestros compañeros de Xataka cubrieron la novedad minuto a minuto, en una operación histórica que tuvo puntos álgidos en el momento en el que el núcleo central del Falcon Heavy se perdió por el camino, mientras el insólito cargamento de la expedición continuaba surcando el espacio.
Una cita histórica que quedó grabada para la posteridad en un singular vídeo de casi 5 horas de duración, mientras Elon Musk y los suyos esperan poder recuperar aún más imágenes, esta vez sobre el módulo que acabó chocando contra el mar. Nada que deba extrañarnos ya, en una empresa que recicla cohetes espaciales.
Para el recuerdo quedarán también montones de imágenes sobre el lanzamiento. Sin embargo, había mucho más que comentar detrás de la gran noticia, y es que hacía décadas que la carrera espacial no reunía a tanta gente hablando de naves y cohetes. De hecho, la última vez que se realizó un gran lanzamiento hacia el espacio no existían las redes sociales, y esto marcó la diferencia.
La otra cara de la luna en el lanzamiento del Falcon Heavy
En las misiones espaciales de prueba es habitual que se cargue material inservible, por ejemplo hormigón en sustitución de la carga real que serían los satélites de verdad o algún tipo de material de trabajo. Esto se hace así por si algo sale mal durante el viaje.
Y en este caso, la carga de prueba era un Tesla Roadster.
El hecho de que el pequeño descapotable eléctrico viaje ahora mismo por el espacio ha estado en boca de todos. Ayer los tuiteros e influencers hablaban sobre el lanzamiento del Falcon Heavy y este brillaba por su ausencia, la mayoría dio protagonismo al Tesla Roadster en pleno ascenso.
Parece increíble, pero el público está hablando más del automóvil que del exitoso lanzamiento del cohete, más allá del "hype" inicial con la imagen de los dos impulsores haciendo un aterrizaje coordinado. Efectivamente, Elon Musk nos ha colado el anuncio de coches más caro, y espectacular, de la historia en nombre de la ciencia.
Un Tesla Roadster en Marte... o no
Musk ha repetido por activa y por pasiva que está haciendo historia enviando un automóvil a Marte, pero en realidad el planeta rojo no es su destino.
El Tesla Roadster forma parte de la carga de la lanzadera 'made in' Musk. De hecho, otra de sus misiones más allá del marketing, es la de simular el peso de de un satélite u otros dispositivos que se pongan en órbita en un futuro. Sentimos romper la magia, pero la carga no aterrizará en Marte, sino que se quedará orbitando alrededor del sol.
Starman, el maniquí más humano
Otra de las claves que ha hecho casi más protagonista al Tesla Roadster que al propio Falcon Heavy es que en las imágenes le vemos con un "astronauta" al volante. El traje espacial es tan críptico, que había muchos que se preguntaban si estaba enviado también a una persona con el Tesla.
Humanizar al maniquí ha sido la guinda del pastel en este anuncio espacial en el que la clave es que todo parezca de lo más natural aunque no lo sea. "Don't Panic" rezaba un mensaje dirigido al falso astronauta. Esa imagen ya ha dado tres veces la vuelta al mundo. Y las que quedan hasta que el Tesla Roadster acabe sus días destruido por la radiación.
No olvidemos al BRF o Big Fucking Rocket, un cohete para dominarlos a todos (al Falcon 9, al Falcon Heavy y hasta a la NASA) y que conseguirá hacer nuestra especie interplanetaria.