Jaguar ha sacado a pista uno de los coches más míticos de su legado en competición, el Jaguar XJ-R9 LM con el que en 1988 ganó las 24 horas de Le Mans. Lo ha hecho para que Andy Wallace, uno de los pilotos que consiguió ese triunfo, se de unas vueltas al Circuito de Silverstone con el y con el nuevo Jaguar XJR.
Lo que inicialmente estaba planteado como una simple acción promocional para dar a conocer las ventajas de los nuevos faros LED que incorpora el Jaguar XJ aparte de su nuevo motor 5.0 V8 sobrealimentado de 550 CV, acabó convirtiéndose también en una reflexión sobre cómo han evolucionado los sistemas de iluminación de los coches en los últimos 20 años.
Wallace dice literalmente: "Cuando en 1988 corrí en Le Mans, resultaba muy difícil ver de noche. Íbamos a unos 400 km/hora; demasiado rápido para poder ver la carretera que se extendía ante nosotros. Utilizábamos los faros para vislumbrar fugazmente las marcas que dejábamos atrás a una velocidad vertiginosa y saber dónde estábamos".
Lógicamente, y basta con ver el vídeo, las luces del prototipo de Le Mans y las de la berlina actual no tienen nada que ver. Mientas las del coche de carreras apenas emiten un haz de luz amarillo que ilumina solo unos metros por delante, las del nuevo XJ emiten una intensa luz de color blanco que permite ver con mayor claridad el trazado.
Lo mejor del vídeo, aparte de que nos hace pensar cuánto han evolucionado las luces de los coches, es escuchar el precioso sonido del motor del Jaguar XJ-R9 LM, una auténtica melodía para los oídos que nos traslada a épocas pasadas.
