Cuando irrumpió el año pasado, Nikola parecía una más de todas esas start-up cazadoras de capital que terminan por no llegar a nada, pero parece que en este caso las dudas se van despejando. Con la intención de poner en 2021 a los Nikola One y Nikola Two en carretera, la firma con sede en Salt Lake City ha cerrado un importante acuerdo con nada más y nada menos que Bosch.
Como fruto de esta alianza, Bosch y Nikola crearán de forma conjunta las plantas motrices que usarán los futuros camiones de hidrógeno usando como base la tecnología eAxle de Bosch. Además, la empresa alemana proveerá de otros componentes de alta calidad a estos camiones de largo y medio alcance de cero emisiones.
Bosch, implicada en la transición hacia los eléctricos
Por el momento, el mercado de camiones de propulsión alternativa aún está en pañales, pero están siendo muchos los que ofrecen apuestas viables. Daimler ya comercializa el Fuso eCanter, Navistar International tiene un interesante proyecto 100% eléctrico, Tesla está preparando su semicamión para presentarlo en octubre y Toyota sigue experimentando con otra solución de hidrógeno. Con este panorama es fundamental tener fuertes aliados que permitan tomar parte de este juego con garantías.
Bosch es uno de los compañeros de viaje más fornidos que podría haber escogido Nikola, con una facturación en 2016 de 73.100 millones de euros y con un fuerte apoyo hacia los vehículos de cero emisiones de última generación.
El camión de hidrógeno de Nikola utilizará una pila de combustible para alimentar los motores eléctricos, una solución más rápida de recargar y con mejor autonomía que las tradicionales baterías enchufables. Según la propia marca, las autonomías de estos camiones del futuro oscilará según el modelo entre los 1.300 y 2.000 km gracias a una batería de 320 kWh y a la generación de electricidad mediante hidrógeno.
Las pilas de combustible de nueva generación que desarrollarán conjuntamente se asociarán a los motores eAxle creados por Bosch, un total de seis propulsores eléctricos (uno en cada rueda) muy compactos capaces de producir desde 50 a 300 kW (de 67 a 402 CV), según el propósito, en un solo módulo que integra el motor, la transmisión y la electrónica, reduciendo considerablemente el tamaño y el peso final.
Así que sí, todo apunta a que el Nikola One será un jugador a tener muy en cuenta en los transportes por carretera del futuro.