La familia más prestacional de Škoda goza de una buen popularidad y aceptación entre los compradores que no se dejan convencer por la marquitis. Los modelos más excitantes del fabricante checo suelen ser bien acogidos y por eso Christian Strube (jefe de I+D de Škoda) ha confirmado en unas declaraciones a EVO Magazine que llevarán al mercado un Škoda Kodiaq vRS que hará compañía al recién estrenado Octavia vRS.
Pero hasta aquí las alegrías, porque desde la marca han negado rotundamente que vayan a llevar a la producción un supuesto compacto deportivo fabricado sobre la base del Volkswagen Golf GTI, y que tampoco se va a continuar con el desarrollo del Škoda Supreb vRS, un proyecto que sí estuvo en marcha pero al que los planes del grupo habrían colocado en el dique seco.
Una corta familia de Škoda vRS
El futuro SUV deportivo checo empleará un motor de cuatro cilindros diésel, 2.0 litros de cubicaje y doble turbo como el empleado en el Tiguan, donde desarrolla una potencia máxima de 240 CV y 500 Nm de par motor entre 1.750 y 2.500 revoluciones. De esta manera se convertiría en uno de los Škoda más rápidos de la casa alcanzando los 100 km/h en 6,5 segundos.
En cuanto al endurecimiento de los límites de emisiones, Strube ha comentado que aún están valorando cómo afrontar las motorizaciones en las versiones vRS, incluso pudiendo descartar las motorizaciones de gasolina turbo en favor de las diésel, o de las híbridas.
Por lo tanto, los vRS de Škoda a medio plazo se reducirán únicamente al Kodiaq y al Octavia, cualquier otro modelo por encima o por debajo de estos ha quedado totalmente descartado, al menos de momento. Somos muchos los que solemos esperar más de una marca como Škoda, pero en su virtud está su defecto y es que no puede olvidar que pertenece al Grupo Volkswagen. Sacar un modelo deportivo similares por ejemplo al Golf sería restarle ventas a la gallina de los huevos de oro del grupo.
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