Con sede en Santa Clara, California, la compañía de vehículos eléctricos SF Motors -con capital chino del gigante industrial Chongqing Sokon- acaba de presentar sus dos futuros modelos, denominados SF5 y SF7. El primero de ellos se podrá reservar a finales de año y llegará a Estados Unidos en 2019.
Según la propia firma, su objetivo es ofrecer a los clientes vehículos premium y totalmente eléctricos, y para ello llevan dos años creando un equipo y unas instalaciones a la altura, tanto en Estados Unidos como en China. En 2016 adquirieron la antigua fábrica de AM General donde se producía el Hummer H2 en South Bend, Indiana, para fabricar allí sus dos nuevos modelos.
SF Motors destaca que el sistema de propulsión de estos futuros vehículos es una patente suya. Tanto los motores como las transmisiones, las baterías -anuncian más de 500 kilómetros de autonomía en ciclo NEDC- e incluso las celdas que conforman las mismas, son a medida, y también se ha desarrollado toda la gestión electrónica (para contar por ejemplo con reparto vectorial de par) y un sistema de extensión de autonomía con generador auxiliar.
Por otro lado, también están investigando con nuevas formas de integrar las baterías en los chasis de los vehículos o en una segunda vida para las baterías (para uso doméstico, por ejemplo) una vez su vida útil en los vehículos haya llegado a su fin.
SF5, el primer modelo
Aunque por el momento apenas hay detalles sobre el primer modelo de la compañía, que estará en las calles estadounidenses el próximo año, se sabe que tendrá forma de SUV y una línea de techo al estilo coupé, equipará tracción total y una suspensión neumática "inteligente", y ofrecerá unas prestaciones de primer nivel.
La marca afirma que el flexible sistema de propulsión de estos modelos permitirá configuraciones de uno, dos, tres y hasta cuatro motores por vehículo y, en las variantes más potentes (con cuatro propulsores) se podrán alcanzar los 1.000 CV de potencia, con una aceleración de 0 a 100 km/h que rebajaría la barrera de los 3 segundos.
Además, se ha fijado una capacidad productiva máxima de 200.000 unidades al año, y ha puesto especial hincapié en desarrollar también aspectos como la conectividad y las tecnologías de conducción semipilotada, basadas en sensores LiDAR.