Grandes, rápidos, potentes, lujosos, extravagantes... Hay muchos adjetivos para definir a los SUV de lujo, pero uno es denominador común en todos ellos: caros.
El mercado está demandando que las marcas, quieran o no, se pasen al segmento SUV, incluso dentro de fabricantes que no habían contemplado este tipo de carrocerías en toda su historia. Ahora incluso los más prestigiosos se han metido en una curiosa guerra, la de los SUV más caros del mundo, y aquí van siete.
Mercedes-AMG G 63 (180.100 euros)
Cuadrado como un ladrillo, capaz como un genuino 4x4 y potente como un superdeportivo. El Mercedes-AMG G 63 es una brutalidad irracional sobre cuatro ruedas que es difícil de encajar para cualquier comercial, y por eso nos gusta tanto.
En su última versión, el Clase G en su versión más prestacional (e irracional) mantiene el mismo diseño exterior imperturbable al paso del tiempo pero encierra las últimas tecnologías de la casa de la estrella, además del mismo motor del Mercedes-AMG GT-R.
Se trata de un bloque de ocho cilindros y 4.0 litros con doble turbo que escupe 585 CV de potencia y 850 Nm de par motor, con los que se puede catapultar a 100 km/h desde parado en 4,5 segundos. La velocidad máxima está limitada a 220 km/h o 240 km/h, dependiendo de si se escoge o no el AMG Driver's Package.
El precio del Mercedes-AMG G 63 es de 180.100 euros y puede parecer hasta barato si lo comparamos con el ya extinto Mercedes-AMG G 65 y su enorme bloque de 12 cilindros y 6.0 litros con 630 CV, cuyo precio se elevaba hasta los 316.875 euros.
Maserati Levante Trofeo (196.900 euros)
Metiéndose directamente en la pelea de los SUV más potentes y desembarcando sin previo aviso en el Salón de Nueva York, el Maserati Levante Trofeo es uno de esos coches que hacen algo más que marca, convirtiéndose en el coche más potente de la marca italiana.
Su motor V8 3.8 biturbo asociado a la transmisión integral Q4 Intelligent All-Wheel Drive produce unos muy generosos 580 CV y 730 Nm de par motor, o lo que es lo mismo: 156 CV por litro y 3,6 kg/CV de relación peso/potencia. Con estas marcas rompe el 0-100 km/h en 3,9 segundos y puede rodar más allá de los 300 km/h.
Esta nueva motorización se complementa con un exterior acentuado con una carrocería mucho más agresiva, inserciones de fibra de carbono y un capó con aberturas para ayudar a refrigerar el motor, además de cuatro grandes salidas de escape a cada lado del nuevo difusor trasero.
Además de ser el más potente, el Levante Trofeo es el coche más caro de Maserati con un precio que por poco no llega a los 200.000 euros: 196.900 euros.
Bentley Bentayga Speed (237.834 euros)
Enorme, refinado y muy, muy rápido. El Bentley Bentayga apareció en 2016 para levantar las cifras de ventas del fabricante británico, y lo hizo a su estilo, con una imagen muy particular (y cuestionada) y una oferta de motores fiel a su estilo.
El Bentayga es de los SUV más grandes, pesados y caros del mundo, pues sus cotas alcanzan los 5,14 metros de largo, el peso asciende a 2.440 kg y, de paso, es el único que apuesta por una mecánica de 12 cilindros en uve doble.
Este particular motor de 5.952 centímetros cúbicos tiene un rendimiento soberbio con 608 CV de potencia máxima y 900 Nm de par motor, pero se ve penalizado por una autonomía acortada debido a un depósito de 85 litros.
El precio del Bentley Bentayga W12 es de 237.834 euros para la versión de cinco plazas y de 241.540 euros para la de siete, pero aún hay más. Destinado a erigirse como el SUV más rápido del mundo con una velocidad de 306 km/h gracias al mismo bloque llevado hasta los 635 CV, el Bentley Bentayga Speed es un coche aún más caro pero cuyo precio no ha sido revelado de momento.
Porsche Cayenne Turbo S E-Hybrid Coupé (180.792 euros)
El Cayenne fue el SUV que salvó a Porsche, una tradicional marca de coches deportivos, de la desaparición. El todocamino alemán fue un éxito de ventas desde su primer año en 2002 y desde entonces el fabricante cuida con esmero a su todocamino. Para este 2019 ha llegado la versión más prestacional y deportiva: el Porsche Cayenne Turbo S E-Hybrid Coupé.
El mismo motor que se utiliza en el reto de la familia, el V8 biturbo de 4.0 litros con una potencia de 550 CV se asocia a un motor eléctrico que va colocado en la caja de cambios y que aporta 136 CV extra. La potencia combinada es de 680 CV y el par motor asciende a 900 Nm.
Envuelto bajo la nueva carrocería coupé destinada a satisfacer las necesidades del mercado, este motor es básicamente el mismo que utiliza el Panamera Turbo S E-Hybrid. Gracias a él logra parar el crono en 3,8 segundos en el 0-100 km/h y alcanzar los 295 km/h de velocidad máxima.
Como es de esperar no se trata de un coche barato. El precio del Cayenne Turbo S E-Hybrid toma su punto de partida en 177.041 euros, mientras que para el Cayenne Turbo S E-Hybrid Coupé hay que pagar unos 3.700 euros más: 180.792 euros.
Lamborghini Urus (240.293 euros)
Se resistieron, pero al final sucumbieron al igual que también van a hacer sus compatriotas de Ferrari. El Lamborghini Urus no es el primer SUV de la firma boloñesa, pero sí es el más prestacional, bestia y caro que jamás hayan fabricado, además de ser una de sus puntas de lanza comerciales.
Fiel a la filosofía de Lamborghini, el Urus llegó para convertirse en el SUV más rápido del mundo con un motor 4.8 V8 biturbo de 650 CV y 850 Nm de par motor, suficientes para llevarle hasta unos más que irracionales 305 km/h. Esta gesta le duró sólo unos meses hasta que el Bentayga Speed le arrebató el trono por 1 km/h.
Equipado con amortiguación neumática inteligente, seis modos de conducción, llantas desde 21 pulgadas y un interior de cuatro plazas con instrumentación 100% digital, el Urus es una bestia que hoy por hoy marca la referencia en cuanto a deportividad dentro de los SUV.
Destinado sólo a un público muy adinerado, el Lamborghini Urus arranca un precio sin extras (y hay muchos) en los 240.293 euros. Más caro incluso que el Bentayga.
Land Rover Range Rover LWB SVAutobiograhy (243.700 euros)
Los representantes británicos son mayoría en esta selección, y no podría faltar una marca que si bien es la más asociada con el mundo de los coches todoterreno, también está asociada con el lujo y la opulencia: Land Rover.
El Land Rover Range Rover LWB SVAutobiograhy es un rara avis entre los coches de carrocería elevada y largos recorridos de suspensión. Este coche basado sobre la plataforma del Range Rover convencional lleva sus cotas hasta unas exageradas medidas de 5,2 metros de largo, extendiendo su carrocería por encima de una batalla ampliada hasta los 3,12 metros, 20 centímetros más larga que en el Range Rover.
Todo es a lo grande en este SUV de cinco plazas. El interior a todo lujo es digno de los mejores artesanos, el peso final es de 2.606 kg y su maletero de 522 litros puede alcanzar 2.142 litros con los asientos abatidos.
Tiene un depósito de 104 litros para dar de beber a un motor de ocho cilindros en uve y 5.0 litros sobrealimentado que genera una potencia de 566 CV y un par motor de 700 Nm, por lo que no es precisamente un coche lento.
El precio también va en consonancia y se sitúa rozando sin extras el cuarto de millón, con un montante que arranca en los 243.700 euros.
Rolls-Royce Cullinan (300.000 euros aproximadamente)
Por el el Range Rover LWB SVAutobiograhy no había sido suficiente, desde las campiñas inglesas llega un representante que es aún más exagerado: el Rolls-Royce Cullinan. Porque sí, la máxima representación del lujo automovilístico también ha sucumbido a la fiebre de los SUV.
El Cullinan es el primer SUV en la historia de una marca como Rolls-Royce, y como no podía ser de otra manera lo han hecho todo a lo grande. Sus dimensiones son enormes con 5,41 metros de largo y 2,16 metros de ancho, 18 cm aún más ancho que el Range Rover. El peso se va hasta los 2.735 kg.
Para mover a esta mole se recurre a un motor de 12 cilindros en uve, 6.75 litros y turboalimentación compartido con otros modelos de la marca para desarrollar una potencia de 571 CV y 850 Nm de par motor a tan solo 1.600 revoluciones.
Como de costumbre en Rolls-Royce no se ofrece un precio a disposición del público, pero su cifra ronda como punto de partida los 300.000 euros, sin tener en cuenta que en opciones cada cliente se gasta otro buen puñado de euros.