Como si de un mesías abriendo las aguas se tratase, el nuevo Ford GT se ha zambullido sobre el agua para probar cómo se comporta este superdeportivo en condiciones extremas. Han sido los ingenieros de Ford los que se han lanzado al reto, y advierten: por favor, no lo intentes en casa. Es probable que tu coche no sepa nadar (en serio).
Así es como las firmas se aseguran de que sus prototipos y los nuevos modelos que salen al mercado están preparados no solo para rodar en asfalto, también en condiciones extremas. Y si no, que se lo digan a los de Lucid Motors, que probaron los 1.000 CV de su Lucid Air a 27 grados bajo cero sobre el hielo de Minnesota.
Los de Ford van revelando detalles sobre el regreso del GT y en el pasado Salón de Detroit mostraron cómo será su cuadro de mandos. Ahora han querido demostrar que el icono de la firma del óvalo es capaz de pasar sobre una balsa de agua sin que sus sistemas se vean perjudicados.
Cabe destacar, que si eres uno de los afortunados poseedores de un Ford GT, no vas a sacarlo si existe una mínima posibilidad de que la evaporación de las nubes manche la carrocería de fibra de carbono y su sistema aerodinámico activo con alerón retráctil, pero por si acaso los de Ford avisan de que "sabe nadar".
Estamos hablando de un motor EcoBoost de última generación V6 biturbo de 3,5 litros; es decir, más de 600 CV surcando las aguas elegantemente, para ir abriendo boca. Ford demuestra así que puede relanzar un modelo mítico al mercado con unidades limitadas y un precio estratosférico simplemente para decir "mirad lo que hemos conseguido".
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