Pagani Zonda Cinque Roadster, montados en una obra de arte con ruedas

Durante la presentación del Pagani Zonda R en el Circuito Ascari (Parte 1 y Parte 2), al superdeportivo italiano le acompañaban otros compañeros de marca muy especiales. Uno de ellos era el Pagani Zonda Cinque Roadster, la misma unidad que ya habíamos visto en Cars & Art en nuestra última visita a Marbella.

Para refrescar la memoria a los más olvidadizos, el Pagani Zonda Cinque Roadster es uno de los coches más exclusivos del mundo. Sólo se fabricaron cinco unidades del mismo, con un precio de 1,3 millones de euros. Es hacer exclusivo lo ya de por sí exclusivo.

Su motor es un V12 desarrollado por AMG que desarrolla 678 caballos. Acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos, a 200 en 9,4 y sólo pesa 1.210 kilos. En España descansa custodiado la unidad número 1 de los 5 que se fabricaron, y estaba en Ascari acompañando a su hermano de carreras el Pagani Zonda R.

Tuve la oportunidad de montarme en él para dar una sola vuelta al trazado andaluz, y os aseguro que una vez más fue una experiencia única. Estuve sentado en su interior 10 minutos esperando a que le echasen gasolina. Y sin duda digo que tiene el habitáculo más bonito en el que he estado en mi vida.

Si eres como yo un “fan” de la fibra de carbono y la piel vuelta o ante en los coches, este coche hará que te sientas como en el paraíso. Todo el salpicadero está fabricado en carbono, con un nivel de acabados sobresaliente, de artesanía pura y dura. Este se combina con el ante y las costuras en color rojo completan un conjunto espectacular.

El volante, con una forma poco habitual, achatado por abajo, está situado delante del cuadro de relojes. Éste perfectamente podría pasar por un cuadro colgado en la pared de un museo, porque hay más arte en esta pieza que en muchas que son consideradas obras de arte.

Los paneles de las puertas son otra de las partes más llamativas del interior. Fabricados en una sola pieza, sus formas enamoran cuando estás sentado en los asientos bacquet, también forrado en ante y con costuras en color rojo.

El copiloto tiene delante una placa en la que se indica que está montado en la unidad número 1 de 5, una referencia que también encontramos en el exterior, concretamente en la tapa, de carbono por supuesto, que cubre el motor situado en la parte trasera.

Si nos vamos al exterior, todo en él es impresionante, perfecto. La combinación de colores entre el blanco hueso, la fibra de carbono y los detalles en rojo, crean un conjunto increíble. Igual que increíble es la entrada de aire que va desde la parte de arriba de los asientos, hasta la parte delantera de la tapa de motor.

Es una sola pieza de fibra de carbono, una auténtica maravilla que nos vuelve a indicar que no estamos ante un coche cualquiera, sino que estamos ante un coche hecho por artesanos.

Explosiones de exclusividad

Pensaréis que por qué he puesto este título al post sobre el Pagani Zonda Cinque Roadster en el que monté hace un par de semanas en Ascari. Pues bien, lo he elegido porque si todo el Zonda Cinque Roadster impresiona lo veas por dónde lo veas, más lo hace el sonido que sale por las cuatro salidas de escape cuando se pisa a fondo el acelerador y se cambia de marcha.

Son auténticas explosiones de sonido precioso, un sonido grave y único que nunca había escuchado en otro coche. Cada vez que pulsas una de las levas situadas tras el volante, los escapes emiten música.

Como véis no sólo yo destaco el sonido y el nivel de acabados por encima de todo en el Pagani Zonda Cinque Roadster. Los compañeros de Autocar llegan a decir que el precio de 1,3 millones de euros está justificado sólamente con poder escuchar ese sonido todos los días. Yo voy más allá, y digo que están justificados porque al comprar un Pagani Zonda Cinque Roadster no sólo estás comprando un coche, también estás comprando una obra de arte sobre ruedas.

En Motorpasión | Pagani Zonda Cinque Roadster

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