Después de tantos rumores y retrasos, finalmente la octava generación del Corvette tendrá una arquitectura de motor central. Hasta ahora se habían visto prototipos del nuevo Corvette por medio mundo, pero a nivel oficial, General Motors no soltaba prenda. Ahora, sin embargo, es oficial. El próximo 18 de julio, podremos ver el primer Corvette de motor central de producción, (porque concept cars, hubo unos cuantos).
El anuncio llegó de la nada. Mary Barra, CEO de General Motors, acudió a una gala de caridad de la Siller Foundation (en honor al bombero Stephen Gerard Siller que falleció en los atentados del 11 de septiembre de 2001) en un prototipo del nuevo Corvette. Al volante, Tadge Juechter, el ingeniero jefe del proyecto.
Así, un prototipo del nuevo Corvette, con sus lonas y vinilos de camuflaje se paseó por una de las zonas más concurridas de Nueva York. Por si las fotos para Instagram, Twitter y otras redes sociales no fueran suficientes, GM tenía allí a un fotógrafo para difundir las primeras imágenes oficiales del coche.
A estas alturas, ¿qué se sabe del nuevo Corvette? Pues aparte de que existe, más bien poco. Al parecer sí que el desarrollo tuvo ciertas dificultades, especialmente con el sistema eléctrico del coche, lo que provocó en parte el retraso de su presentación.
Evidentemente, GM no ha desvelado nada acerca de la motorización del coche, caja de cambios, suspensiones, etc. Vamos, que no ha dicho ni mu. Sin embargo, las fuentes de la edición estadounidense de Car & Driver aseguran que el modelo que veremos el próximo mes de julio será el Corvette Stingray, equipado de un V8 atmosférico de 6.2 litros, es decir, el motor del actual Corvette, pero que rondaría los 500 CV. La caja de cambios sería una automática de doble embrague de siete relaciones de origen Tremec.
Posteriormente, a lo largo de la comercialización del coche, la gama se completará con una versión más potente, la Z06, y por último llegaría la versión Zora, en honor al ingeniero Zora Artus-Dunkov, que aunque no sea el creador del primer Corvette es considerado el padre del Corvette. Este modelo equiparía un V8 biturbo y un motor eléctrico en el eje frontal para que alcance los 1.000 CV de potencia.