Si te gustan los coches, es poco probable que te olvides durante una década de que tienes uno en un garaje, pero es todavía menos probable que eso te suceda cuando el coche es un Ferrari F40.
Bien, pues a el tenista y empresario Ion Țiriac, que es un apasionado de los coches y tiene una colección espectacular, le pasó con dos unidades de Ferrari F40. Cuando los sacó del aparcamiento tuvo que mandarlos a Maranello para que los pusieran al día después de tanto tiempo parados.
Tenía tantos coches repartidos por el mundo que decidió juntarlos y fue suficiente para crear un museo
Si te gusta el tenis es muy probable que conozcas a Ion Ion Țiriac. Después de ganar Roland Garros en dobles con Ilie Năstase, fue mánager de tenistas de la talla de Boris Becker y empresario. Los negocios le fueron también que llegó a convertirse en el hombre más rico de Rumanía y buena parte de su fortuna le ha servido para cultivar otra de sus pasiones: los coches.
Ion Țiriac tiene tantos coches y todos son tan especiales que ha hecho un museo (Tiriac Collection) para que todo el mundo pueda conocer sus joyas. En su colección hay clásicos (incluidos modelos del siglo XIX), coches únicos de todas las marcas y todo tipo de deportivos.
Pero Țiriac no se conforma con lo que tiene y de vez en cuando amplía su colección, como hizo hace poco con el Mercedes-AMG One. También salen algunos modelos de su garaje, normalmente porque cuenta con varias unidades de ese coche en concreto.
El problema de Ion Țiriac, según cuenta en un vídeo publicado en el canal de YouTube de su museo, es que no ha tenido tiempo para disfrutar como quería de su pasión por los coches. Primero estuvo muy ocupado como deportista y la cosa se complicó cuando se convirtió en entrenador y mánager, hasta el punto de que estaba tan liado como para olvidarse de algunos de sus coches.
Cuesta entender que un apasionado del motor se olvide de los coches que tiene, pero es todavía más difícil de asimilar cuando uno de esos coches olvidados es un Ferrari F40. En realidad, dos unidades.
En la entrevista en vídeo publicada en el canal de YouTube Tiriac Collection, el propio Țiriac cuenta lo que le pasó con los Ferrari F40 que tuvo hace años. Țiriac dice que a finales de los años 80 le compró un Ferrari F40 al piloto de la Scuderia Ferrari de Fórmula 1 Gerhard Berger y que poco después, el entonces marido de Carolina de Mónaco, Stéfano Casiraghi, quiso comprárselo por un millón de dólares, pero rechazó la oferta.
Țiriac le dijo a Casiraghi que querría quedarse con ese coche para siempre. Es más, le gustaba tanto que poco después tuvo la oportunidad de comprar otro Ferrari F40 por 700.000 dólares y se lo quedó.
El ex jugador de tenis decidió guardar sus dos F40 en un párking en Múnich, Alemania, y se acabó olvidando de ellos. Diez años después, el dueño del aparcamiento contactó con él y le recordó que tenía dos Ferrari F40 aparcados allí desde hacía una décadas.
Entonces Țiriac los sacó del aparcamiento, pero reconoce que después de una década parados ninguno de los dos se podía utilizar, por lo que los mandó a Maranello para que los pusieran al día, para lo que hizo falta incluso desmontar el motor de las dos unidades.
Al sacarlos de Maranello, decidió deshacerse de ellos, pese a que años antes le había dicho a Casiraghi que tendría ese coche para siempre, siemplemente porque no sabía dónde dejarlos: “tuve que venderlos cuando los saqué porque no sabía dónde guardarlos”.
En la entrevista, Țiriac comenta que tenía muchos coches repartidos en todo el mundo y que eso se convirtió en un problema por casos como el de sus dos F40, así que decidió reunirlos todos en el mismo sitio, dando lugar al museo que tiene en las afueras de Bucarest, Rumanía, en el que se puede ver otro Ferrari F40 que tiene ahora Țiriac.
Imagen: YouTube Tiriac Collection