McLaren Senna: Un nombre que infunde respeto para una bestia homologada de 800 CV y 1.198 kg

Sobran las presentaciones. El McLaren Senna toma el nombre del legendario tricampeón del mundo de Fórmula 1 para bautizar su arma definitiva. La firma británica se ha sacado de la manga su coche matriculado más radical, y es que aunque su único objetivo sea detrozar cronómetros este biplaza está homologado para las vías públicas.

Que pueda circular legalmente no quiere decir que sea un coche descafeinado. Todo lo contrario, se trata de un superdeportivo absolutamente sin concesiones. Aligerado al máximo, con un motor que produce 800 caballos y una aerodinámica que mete miedo, el Senna es lo más radical que hemos visto en mucho tiempo.

McLaren Senna: pureza de las competición hecha coche de calle

Para el chasis se recurre a un monocasco de fibra de carbono Monocage III que evoluciona sobre la base del McLaren 720S pero su rigidez se ve notablemente incrementada hasta convertirse en el chasis más rígido que McLaren ha creado nunca para un coche de calle.

Continuando con esta obsesión por reducir el peso al mínimo, por fuera se extiende la fibra de carbono por todos y cada uno de los paneles que conforman su carrocería. Tanto es así que con 1.198 kg en seco consigue ser el McLaren homologado más ligero desde la aparición del mítico McLaren F1.

"Estamos muy orgullosos del nombre utilizado para nuestro último coche de la Ultimate Series. Este proyecto realmente está influenciado con los valores de Ayrton Senna: la concentración en un único propósito de ser el más rápido en pista". Bruno Senna (embajador de McLaren).

La funcionalidad aerodinámica supedita hasta el extremo las formas con una carrocería extremadamente radical, diseñada para mantener el coche pegado al suelo. Todas las líneas tienen una misión aerodinámica y la silueta extrema se realza con paneles transparentes en las puertas que aligeran aún más la vista del coche.

Además incorpora una nueva generación de aerodinámica activa tanto en la zona delantera como trasera para incrementar la carga aerodinámica y mejorar el control según el momento. El splitter delantero, el capó, el difusor trasero, el alerón, las taloneras, el enorme alerón trasero... Todo tiene un propósito que resulta amenazante a simple vista.

La parte trasera incluso está diseñada para atrapar el aire caliente que sale del motor con una zona de baja presión que succione el exceso de temperatura al mismo tiempo que no interfieren en el funcionamiento del enorme alerón trasero. Una función similar tienen las tres salidas de escape de titanio-iconel, escupiendo los gases lejos del ala.

Siguiendo con la zaga, el doble difusor trasero está confeccionado en una única pieza de fibra de carbono que mantiene al coche atornillado al asfalto. El alerón también es de doble altura y representa el punto más alto del vehículo, con una altura de 1.219 mm. Esta enorme pieza es móvil mediante accionamiento hidráulico y en total suma una superficie de 0,65 m² y cuenta con función de aerofreno.

Motor V8 4.0 biturbo con 800 CV y 800 Nm

Bajo el nombre interno M840TR, el motor de 4.0 litros V8 biturbo se parece a los que ya conocíamos de la marca pero evoluciona hasta expulsar 800 caballos y 800 Nm de par motor contra las ruedas traseras y ser el McLaren de calle de combustión interna más potente de la marca.

Para construirlo se ha utilizado la ingente experiencia de McLaren en competición incluyendo componentes reforzados y aligerados para reducir la inercia y que pueda subir de vueltas de manera fulgurante además de una respuesta inmediata al acelerador.

La transmisión utilizada en este supercoche es una doble embrague de siete velocidades que se puede utilizar bien en modo totalmente automático o pulsando las levas (también de fibra de carbono) que se sitúan en la parte trasera del volante.

El sonido de admisión y escape ha sido cuidado por los ingenieros de McLaren para crear una sensación totalmente inmersiva, acrecentada por el escaso aislamiento acústico. El rugido de este motor tiene que ponerte los pelos de punta con sólo apretar el botón de arranque y notar cómo las vibraciones conectan al motor con el piloto.

La tecnología utilizada en el Senna puede aplacar, relativamente, la furia del motor con tres modos de conducción: Comfort, Sport o Track. Además el RaceActive Chassis Control II regula el comportamiento del chasis a través de la suspensión hidráulica y actúa sobre la aerodinámica activa para variar la rigidez y el comportamiento del coche.

Las suspensiones incorporan también un modo Race que reduce la altura del conjunto al mínimo para acercar el centro de gravedad al suelo y endurece al máximo su comportamiento para girar como una tabla en cada curva.

Para el equipo de frenos se ha recurrido al mejor material utilizado nunca por la firma para un coche matriculado, con discos carbonocerámicos de gran diámetro. Los neumáticos no son menos específicos y sale da Woking con un juego de pegajosos Pirelli P Zero™ Trofeo R calzados sobre sus llantas de aleación ligera monotuerca.

Un interior que casi es de carreras

En el interior todo está creado para unir de manera directa al piloto con el coche. El McLaren Senna está inspirado en la competición y sus puertas se abren con una porción del techo para poder acceder cómodamente con un casco puesto.

"No hay otro coche como el McLaren Senna. Es la personificación de nuestro ADN de carreras legalizado para circular por la calle. Está pensado para ofrecer la conexión más pura entre el conductor y la máquina". Mike Flewitt, CEO de McLaren.

En lugar de las piezas de fibra de carbono que trae de serie se pueden elegir piezas de cristal tanto para el lateral de la puerta como para la pieza del techo para que parezca un coche aún más ligero de lo que es y aumentar la sensación de espacio en el interior.

Dentro del habitáculo no hay más que lo justo necesario. Un equipo de sonido, una pantalla central, consola de velocidades en el centro y una consola en el techo que incluye el botón de arranque. Detrás del volante de fibra de carbono un cuadro de mandos digital minimalista obliga a concentrarse en la conducción.

Al margen de esto y de los asientos de fibra de carbono no hay nada. Ni siquiera espacio de almacenamiento al margen de un pequeño hueco situado tras los asientos justo como para llevar dos cascos y los monos de circuito.

Para verlo en persona habrá que esperar hasta el próximo mes de marzo en el Salón de Ginebra. Si quieres una de estas joyas automovilísticas tendrás que ser rápido porque se van a producir sólo 500 unidades a un precio de 853.000 euros al cambio.

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