Cuando pensamos en un superdeportivo automáticamente lo asociamos a cantidades más que generosas de dinero. Es lógico porque es lo normal, los superdeportivos son coches caros que suelen contar con seis cifras en su precio. Aunque eso no pareció echar atrás a un estudiante chino llamado Chen Yinxi que, con 27 años de edad, se ha construido su propio cochazo en sólo seis meses y con una inversión de sólo 4.500 euros.
Se trata de un proyecto para el Festival del Motor de Hainan 2015 y el truco para conseguir ese precio está en la fabricación de diferentes piezas a base de impresión 3D. Eso y que hay muchos detalles por pulir, no está homologado para circular por vías públicas y no lleva precisamente un V12 de 600 CV…
Parece ser que Chen decidió gastar la mayor parte del presupuesto en la estructura, en la espectacular carrocería y en el sistema de apertura de las puertas tipo murciélago. Por eso a la hora de elegir una mecánica se tuvo que conformar con lo mínimo que despachan y este tremendo superdeportivo tiene una velocidad máxima de… ¡60 km/h!
No hay que quitarle mérito, el trabajo es tremendo y el resultado digno de que le ofrezcan una beca para que pueda seguir trabajando en esa línea.