Si duda, la noticia del día es la presentación, por fin oficial, del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport, un coche del que se ha estado hablando casi desde los inicios del modelo. El próximo mes de agosto, los visitantes del Peeble Beach Concours d’Elegance podrán admirar a la nueva máquina de los sueños en todo su esplendor.
Como os podréis imaginar, los apellidos Super Sport nos indican que no estamos ante un Bugatti Veyron normal y corriente, ni siquiera ante una de las tantas ediciones limitadas que hemos visto del superdeportivo que simplemente añadían más exclusividad al modelo. No, le han dado una vuelta de tuerca más a su motor y a todo lo demás.
Los clientes de coches tan exclusivos como éste siempre buscan algo más. No les vale con tener un coche de 1.001 CV, tampoco con tener un coche de más de un millón de euros. Siempre habrá clientes que estarán ansiosos por conseguir lo mejor de cada casa. Destinado a esos clientes nace el Bugatti Veyron 16.4 Super Sport, un coche de récord, todo sea dicho.
El Bugatti Veyron 16.4 Super Sport y sus 1.200 CV
Como decía antes, el cliente al que va destinado el Bugatti Veyron 16.4 Super Sport es aquel cliente que busca lo más extremo y deportivo, sin importar el precio o el tiempo de espera (aunque también los hay impacientes). De ahí que esta nueva versión sea la más deportiva hasta el momento, gracias a sus 1.200 CV de potencia máxima.
Para conseguir esta potencia, el equipo de ingenieros de Bugatti ha trabajado en el motor W16 8.0 Quad Turbo intensivamente y ha desarrollado nuevos sistemas, específicos para el modelo. Turbos de mayor diámetro o intercoolers sobredimenasionados respecto a los montados en el Bugatti Veyron de serie son algunas de las modificaciones (tampoco dan más datos).
Estas modificaciones no sólo afecta a su potencia máxima, sino que también actuan sobre el par máximo del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport, aumentando esta cifra hasta los 1.500 Nm. Como es de esperar, la caja de cambios también ha sido modificada y adaptada convenientemente para deglutir tanto par.
Y no sólo se han hecho cambios en la mecánica, ya que también el chasis ha tenido que sufrir retoques para aguantar los embistes de tan numerosa manada de caballos. Por ejemplo, las estabilizadores ahora son más rígidas y según creo entender en la nota de prensa, se ha aumentado ligeramente el recorrido de los muelles, además de añadir amortiguadores con tecnología heredada de la competición.
Un diseño exterior ligeramente diferente
Como podemos ver en la imagen, la apariencia exterior del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport también ha sufrido sus cambios. El principal y más llamativo es la nueva cubierta del motor, que apenas deja algo de él visible desde el exterior. El motivo de esta cubierta es aumentar el flujo de aire hacía el interior del vano motor, cambiando la ubicación de las entradas de aire al techo, además de las laterales. Y también mejorar la aerodinámica.
Un simple vistazo al frontal nos permite ver nuevas diferencias. Las dos entradas de aire laterales ahora son dobles y de mayor tamaño, acompañadas de un pequeño splitter en la parte baja del paragolpes, que se extiende hacia los laterales, para garantizar un mejor flujo de aire a los discos de freno.
En la trasera, el principal cambio lo vemos en la enorme salida de escape. Ahora, en lugar de ser un único tubo central visible, se divide en dos salidas en forma horizontal. Un cambio, que aparte de las mejoras prestacionales que supondrá, también mejora visualmente el conjunto visto desde atrás. Incluso la nueva forma del difusor se presenta como una solución estética mucho más acertada.
La combinación de colores que vemos aquí pertenece al Bugatti Veyron 16.4 Super Sport World Record Edition, que se extenderá únicamente a las cinco primeras unidades producidas (las cuales ya tienen todas dueño). Totalmente diferente a lo que hemos visto en otros Bugatti Veyron, me parece demasiado radical, aunque no menos bonita.
La carrocería está completamente hecha en fibra de carbono, que en esta edición quedará sin pintar, salvo en la parte baja de la carrocería, donde destaca el color naranja que vemos en las imágenes. En unidades posteriores, este acabado estará disponible para los clientes como opción.
Para el interior del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport también se ha elegido esa misma combinación de colores y materiales. La radicalidad de sus 1.200 CV se plasma en un interior más sobrio y de aspecto más agresivo, con apliques de fibra de carbono expuesta en los paneles de las puertas y consola central. Las costuras en naranja dan el toque de color a un interior tan oscuro.
Para mi gusto, el interior del Bugatti Veyron siempre ha sido su punto flaco. Está claro que es un coche exclusivo y que además, el precio a pagar por él se refleja en los materiales usados en su interior y en su diseño, pero siempre lo he visto demasiado recargado.
Sin embargo, las imágenes interiores del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport me dejan un muy buen sabor de boca. Recargamientos los justos y necesarios. Todo muy sobrio y elegante, a la par que deportivo.
El coche de producción más rápido del mundo
Hasta el próximo otoño no comenzará la producción del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport, pero este coche ya puede presumir de ser el coche de producción más rápido del mundo, con una velocidad punta declarada de 431 km/h, lograda en los tests realizados en el circuito de Ehra-Lessien ante el TÜV y representantes del Libro Guinness de los Records.
El piloto de pruebas de Bugatti, Pierre Henri Raphanel, dejó asombrados hasta a los propios ingenieros de Bugatti al conseguir una velocidad máxima en la larga recta de 9 kilómetros del circuito de pruebas del Grupo Volkswagen al marcar, según GPS, una punta de 434,211 km/h en su segunda pasada.
En la primera de ellas, la velocidad fue algo inferior, aunque igualmente sorprendente, 428 km/h. Como el TÜV sólo puede homologar un dato de velocidad, se obtuvo la media de ambas sesiones y de ahí salen esos 431 km/h. Para los clientes, el coche estará limitado a 415 km/h para mantener la integridad de los neumáticos.
Antes decía que incluso los ingenieros de Bugatti quedaron asombrados por las cifras conseguidas. Esto es porque en los cálculos más optimistas, la velocidad a batir era de 425 km/h, superada de largo en ambas sesiones. En parte, estas cifras de velocidad también se consiguieron gracias a unas condiciones óptimas en el circuito.
Lástima que no se hayan dado datos de su aceleración, ni para el 0 a 100 km/h ni para el 0 a 200 km/h. Si lo han hecho bien, seguro que bajará en unas cuantas décimas los registros del Bugatti Veyron, datados en 2,5 segundos para llegar a los 100 km/h desde parado.
Y esto es todo. No anuncian ni su precio ni tampoco el número de unidades a las que estará limitada esta serie, pero viendo que los cinco primeros ya están vendidos, parece que clientes no les van a faltar.