Atado con cuerdas precariamente sobre el techo y cayendo por un lateral del coche: el conductor de este Peugeot 205 pensó que era buena idea transportar de esta guisa al pobre jabalí muerto y que, se entiende, acababa de cazar.
Un vídeo que se ha hecho viral en redes retrata este surrealista capítulo. Se suma a otros irresponsables transportando carga en un turismo, como este malagueño en plena autovía con dos enormes tubos cruzando todo el vehículo.
Más allá de que la carga no iba bien colocada, ni mucho menos, bien podría también haber incurrido en un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria.
Peugeot 205, contigo hasta el fin del mundo extreme edition
El video en cuestión lo compartió el usuario @ugy2003 en su canal de TikTok, pero ya no aparece publicado. Aunque gracias a medios como Jara y Sedal, que lo ha subido a su canal de YouTube, ha quedado inmortalizado.
En el mismo vemos como circula por una revirada carretera convencional con el sufrido Peugeot 205 inclinándose en varias de las curvas. Por no mencionar que el irresponsable automovilista va trazando y ocupando el carril contrario al algunos puntos del trazado.
Y es que este pequeño utilitario oscila entre unos 740 kg y unos 904 kg según versión. Mientras que un jabalí adulto suele rondar entre 70 y 90 kg en el caso de los machos, aunque hay ejemplares que pueden superar los 140 kg. El que se ve en la imagen desde luego pequeño no es.
El caso es que transportar de esta guisa un jabalí, otro animal o cualquier carga, no es legal. Los coches no están destinados al transporte de mercancías y si lo hacen deben cumplir unas normas muy estrictas. Primeramente, en el Reglamento General de Circulación se exige que la carga solo puede sobresalir por la parte de posterior de un automóvil: y solo un 10 % de su longitud o bien un 15 % si es divisible.
Así, nunca puede exceder del ancho total del vehículo, incluyendo los espejos. Vaya señalizada o no. Cosa que no cumplía ni por asomo este conductor, con el pobre cadáver del animal cayendo cual jamón desde el techo al lateral del pequeño automóvil. De las señales obligatorias ni hablamos, claro. Aunque de poco habría servido colocarlas porque seguiría siendo ilegal.
Con la normativa en la mano, se le pueden aplicar varias multas. Primeramente, cuando se circula con carga sobresaliendo más allá de lo permitido reglamentariamente, se aplica una sanción de 80 euros.
Pero además, dado como iba sujetado el jabalí, bien se le puede aplicar la multa por llevar la carga mal acondicionada y con peligro de caída, lo que se recoge en la Ley de Tráfico como infracción grave y se sanciona con 200 euros.
Y en caso de que el jabalí se hubiera caído del techo, pasaría a muy grave, pues dada la envergadura del animal es susceptible de provocar accidentes. La multa en este caso es de 500 euros, además de que con la revisada normativa se pena ahora con la resta de seis puntos del carnet.
Aunque, de haber sido cazado por la Guardia Civil o un agente de tráfico podría haber sido denunciado por conducción temeraria. Y es que es bien puede cumplir la premisa de "generar evidente y manifiesto peligro para el propio conductor, los otros ocupantes del vehículo u otros usuarios de la vía".
La conducción temeraria engloba así un buen grueso de peligrosas actitudes al volante. Normalmente suelen tramitarse como delito contra la seguridad vial. De decidir un juez que se es culpable, se pena con cárcel de seis meses a dos años y la retirada del carnet de entre un año y hasta seis.
Sea como fuere este irresponsable ha llevado al límite el lema con el que se anunciaba en los 80 al Peugeot 205 "contigo al fin del mundo". Ver para creer.