Cuando hablamos de siniestralidad vial, estamos hablando de una lacra que afecta en todo el mundo a millones de personas. Las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud apuntan a la cifra de 1,24 millones de personas fallecidas cada año a causa del tráfico, mientras que más de 50 millones quedan heridas de diversa consideración. Se calcula que de cara al año 2030 las cifras de mortalidad vial se habrán triplicado, hasta llegar a los 3,60 millones de fallecidos anuales.
La distribución de esas cifras varía mucho en función del país que observemos. Si miramos hacia China o la India, veremos las mayores cifras de fallecidos que se registran en todo el mundo debido a sus poblaciones tan abundantes: 1.350.695.000 y 1.241.492.000 habitantes, respectivamente, según estimaciones, y cada año fallecen en el asfalto alrededor de medio millón de personas. Sin embargo, esos países no son los que cuentan con el peor ratio de fallecidos por número de habitantes.
Calculando las cifras de manera ponderada, los países desarrollados aglutinan el grueso de la siniestralidad vial, con un 90 % de las muertes en carretera sobre un mapa que compone el 50 % de las carreteras del mundo. De todas formas, asusta ver las cifras de países como Tailandia (38,1 fallecidos por 100.000 habitantes), Venezuela (37,2) o Irán (34,1).
Por su parte, Estados Unidos se queda en 11,4 fallecidos por 100.000 habitantes, y ya en Europa tenemos los casos cercanos de Alemania (4,7) o Francia (6,4). En España la cifra es de 5,4. Y si viajamos hasta Portugal, tengamos en cuenta que su cifra es de 11,8 fallecidos por 100.000 habitantes. La peligrosidad de sus carreteras está al nivel del país norteamericano.
Todos estos números se pueden recorrer con la facilidad que nos da la siguiente infografía interactiva. Al desplazarnos sobre los países veremos no sólo sus cifras de fallecidos ponderada por el número de habitantes, sino también un cuadro resumen con las cifras absolutas, la distribución por tipo de vehículo, y una escala numérica comparativa en cuanto a los principales factores de riesgo detectados (velocidad, uso del casco, uso del cinturón, efectos del alcohol).
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