Este vídeo te enseña lo que pasa cada vez que miras el móvil conduciendo. Te va a quitar las ganas de hacerlo

El problema de tener vehículos cada vez más inteligentes y de que las adicciones a las pantallas sean mucho más frecuentes que hace unos años es que confiamos demasiado en nuestras capacidades. Creemos que por apartar la vista unos segundos de la carretera mientras conducimos para leer un Whatsapp no va a suponer ninguna diferencia entre ver y no ver, pero la hay.

Este vídeo publicado por el canal alemán de Youtube DashcamDriversGermany emula de forma gráfica lo que ocurre con un conductor cada vez que desvía la vista hacia su teléfono. Y es que los ADAS tampoco son perfectos, y nos pueden dar muchos sustos.

El vídeo muestra cómo la dashcam de este conductor (que por ley ha de tener la cara pixelada o no reconocible) pasa a negro cada vez que decide echar un vistazo a su teléfono móvil. Seguramente no sea un efecto real de la dashcam, y además hay que tener en cuenta que contamos con la visión periférica y el oído, pero ilustra bastante bien cómo perdemos la percepción del entorno cuando estamos distraídos.

Según explica la DGT, hay factores externos que facilitan que el conductor pierda su atención, sobre todo cuando circulamos envías que nos son muy familiares o que nos resultan monótonas, pues estas hacen que bajemos la guardia y no prestemos atención. O una señalización excesiva, o las situaciones que son ajenas al tráfico como la publicidad, el móvil o las propias de la conducción como pueden ser los accidentes, en los que solemos mirar a ver qué es lo que ha sucedido.

Teniendo en cuenta que si marcamos un número en el móvil a una velocidad aproximada de 100 km/h, la distancia que recorreríamos sería de 140 metros antes de levantar la vista del móvil y pisar el freno, logrando frenar completamente en unos 155 metros. Más o menos la mitad en una vía urbana, cuando en unas condiciones normales sería aproximadamente de 28 metros. Imagina todo lo que puede ocurrir en ese espacio de tiempo.

Si a eso le sumamos que las ayudas a la conducción de los vehículos no son perfectas, tenemos un peligroso combo. Recordemos sin ir más lejos el vídeo que dio la vuelta al mundo de un Tesla Model 3 'atropellando' a un dummie infantil durante unas pruebas.

Los experimentos de Daniel Simons sobre la ceguera por falta de atención, o las actividades sobre la simultaneidad de actividades complejas que se pueden realizar para concienciar sobre la incompatibilidad del móvil con la conducción son ejercicios ilustrativos sobre una parte de este problema, pero hay más factores para considerar.

Y es que desde que percibes el peligro (por ejemplo, un niño invadiendo la vía por sorpresa) hasta que pisas el pedal de freno pasa un cierto tiempo que llamamos tiempo de reacción. La distancia que recorres durante este tiempo se llama distancia de reacción, y tu tiempo de reacción depende de tus reflejos, tu estado de ánimo o tu nivel de alerta, que con un móvil en la mano es bastante reducido.

Foto | DashcamDriversGermany

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