Este año la campaña de la DGT de la operación salida de Semana Santa se basaba en un spot de televisión en la que una operadora preguntaba: ¿Y cree usted que va a morir en la carretera? Hace una hora (21:00 del miércoles 12) ya son 49 los muertos en las carreteras. Hoy comentaba que los carteles de señalización podrían mostrar el número de muertos de este año actualizado en tiempo real en vez del número del año pasado, el límite entre información para concienciar o morbosa ya no sabemos donde está.
El caso es que Arsenio Escolar, director de 20 Minutos, propone su campaña alternativa: ¿Me matará usted en la carretera?
Antes y después de cada ‘operación salida’ o de cada puente, Tráfico acostumbra a echarnos la culpa y la bronca a los conductores. Publica estadísticas muy pormenorizadas que aseguran que nos matamos porque conducimos demasiado deprisa, porque vamos cargados de alcohol o hablando por el móvil, porque adelantamos indebidamente… Tiene razón en todo, al volante somos unos insensatos. Pero además de conductores, el tráfico tiene otros dos componentes, el vehículo y la vía, de los que las estadísticas de Tráfico hablan más bien poco.
Rosa Manzano, directora general de Tráfico a finales de los ochenta y amiga mía, me confesó un día que en la DGT llevaban pormenorizadas estadísticas sobre las marcas y modelos de coches con los que se producían más accidentes. No logré arrancárselas, Rosa murió poco después en un accidente de helicóptero. Nunca he visto publicadas esas estadísticas, quizás porque Tráfico, que se siente legitimado para mover las conciencias de los conductores con campañas macabras, no quiere dañar la piel de damisela (o el vigor comercial) de los fabricantes de coches.
Arsenio propone una campaña a los responsables del mal estado de las carreteras haciéndole la pregunta de *¿Cuánta gente creen ustedes que van a matar estas vacaciones?*. Lo cierto es que la responsabilidad del conductor en los accidentes es clara, si bien los conductores que nos consideramos responsables nos podemos sentir bastante frustrados por ver que nuestra actitud no es suficiente.
Sé que las comparaciones son odiosas, pero parece que hay muertos de primera y de segunda. Muertos que traen respercusiones políticas durante años y otros de los que no se acordará más que su familia. Y alarmas como la gripe aviar, estúpidas al lado de estas cifras: aunque existieran casos en España, si salieras de tu casa para ir a un centro comercial a comprar un pollo, volver a casa y comértelo, tendrías más posibilidades de morir en el trayecto que por el pollo. Triste pero cierto.
Vía | Escolar.net
Más información | ¿Me matará usted en la carretera?