Fiat Bravo 1.6 Multijet, prueba (parte 3)

Viene de la segunda parte. La gama del Fiat Bravo se divide en cuatro variantes: Active, Dynamic, Emotion y Sport. La primera es la básica, la segunda la intermedia, Emotion la más equipada y Sport añade un toque de deportividad. Para simplificar, me referiré fundamentalmente a Emotion.

El modelo comentado tiene un PVP de 20.395 euros, según la tarifa vigente. La versión Eco, pensada para consumir menos, tiene el mismo precio.

Equipamiento

Si bien se aprecian algunas lagunas (toma rima) en cuanto a la dotación, no está nada mal ya que incluye climatizador bizona con A/C, dirección Dualdrive con regulación en altura y profundidad, ordenador, bluetooth, radio-CD con MP3+USB, volante y pomo en piel, cuatro elevalunas eléctricos, sensor de lluvia y luz, espejos exteriores de regulación eléctrica, Hill Holder, luces con iluminación de giro, etc.

Entre los ausentes de serie puedo citar los sensores de aparcamiento, abatido eléctrico de los retrovisores, toma de 12V en maletero, alarma o el filtro de partículas diesel. Cabe recordar que el 1.6 Multijet de 105 CV, Eco o no-Eco, es Euro4, no cumple la normativa Euro5 aún.

Del equipamiento que trae, el Blue&Me merece un comentario aparte. Como informático, debo reconocer que me daba cierto reparo ver un botón de Windows en los mandos del volante (opcionales). Este botón sirve para iniciar el reconocimiento vocal que gobierna el equipo de sonido y el teléfono por Bluetooth.

Es una forma de simplificar su manejo, aunque también se puede hacer por pantalla (más peligroso). Para reducir distracciones, algunas funciones no están disponibles con el coche en movimiento, como emparejar un teléfono o borrar los datos de usuario (la agenda, que se copia al coche).

El Blue&Me también integra la citada toma USB para llevar música o mapas para un GPS reducido. Pagando más, informa por pictogramas además de la voz, y si queremos el navegador con la pantalla grande y todo el rollo hay que aflojar 2.000 pavos más. Teniendo los navegadores portátiles por menos de 200 euros, me parece una estupidez pagar diez veces más.

Ante la pregunta graciosa, no se me colgó ni tuvo un funcionamiento anómalo. Sí, yo también lo habría preguntado. Microsoft y Fiat colaboraron juntos para meter en sus coches este sistema integrado, también lo tienen los Lancia y los Alfa Romeo. Es capaz de leer SMS entrantes, aunque eso no lo comprobé.

Como extras interesantes tenemos luces de xenón (muy recomendables), cristales oscurecidos, diferentes efectos de pintura exterior, asientos de cuero con/sin calefacción, Audio HIFI Sound System o llantas de 17 pulgadas. Estos elementos no estaban disponibles hasta hace poco tiempo para el segmento compacto, era más típico de berlinas de gama media-alta.

Seguridad

Desde la versión más básica el Bravo tiene cinturones delanteros con pretensores, limitador de carga y chivatos, airbags frontales (desconectable pasajero) y laterales delanteros, cuatro reposacabezas, fijaciones ISOFIX, frenos ABS y distribución electrónica de frenado. El ESP, airbags de cortina, regulador de velocidad, reposacabezas delanteros anti-latigazo, luces antiniebla o quinto reposacabezas son opcionales.

La dotación descrita sería más adecuada en la época del Stilo, pero a estas alturas, me parece criticable. La versión comentada, que es Emotion, trae de serie los elementos de los que prescinde el Active exceptuando el quinto reposacabezas y delanteros anti-latigazo, airbag de rodilla, y los cinturones traseros con pretensores/limitadores de carga. Los airbags laterales traseros no están disponibles.

Fiat se merece un sonoro tirón de orejas, esta política de equipamiento no es adecuada ni se ajusta a la realidad de hoy día. Respecto a EuroNCAP tiene cinco estrellas en protección de ocupantes, tres infantiles y dos de protección de peatones. Curiosamente, el Fiat Stilo tenía una mejor protección infantil, con cuatro estrellas.

En mi opinión, merece la pena gastarse casi 500 euros en poner los elementos que debería tener el Emotion para ser más seguro. Sin el tercer reposacabezas, un pasajero puede desnucarse. Sin los pretensores traseros y limitadores de esfuerzo, en un accidente serio hay más daños óseos y orgánicos para los ocupantes traseros.

Sin el airbag de rodilla delantero, nos exponemos a la silla de ruedas o a una fractura muy preocupante. Sin los reposacabezas anti-latigazo, las probabilidades de sufrir una lesión medular incluso a una velocidad mediana son más altas. Sí, merece la pena, aunque ya les vale dejar todo eso como opcional.

No me parece de recibo que, pudiendo el coche ser más seguro, se deje en manos de un consumidor casi siempre mal informado la elección de equipar o no esos elementos, que a fin de cuentas, le pueden salvar la vida a él o a sus pasajeros. Todo depende de la magnitud del leñazo.

Mañana más…

En EuroNCAP | Fiat Bravo, Fiat Stilo

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