
Tres máquinas quitanieves se convirtieron en los héroes inesperados de una persecución policial que intentaba dar caza a un coche robado. El ladrón se dio a la fuga y eludió hasta barreras policiales de pinchos, pero no pudo con el trío de gigantescos mastodontes que le cortaron el paso, creando una barrera infranqueable.
Curiosamente todo comenzó por una luz trasera rota: los agentes detectaron que un faro no funcionaba y, tras chequear la matrícula, descubrieron que había sido denunciado como robado. Montura que usaba el susodicho delincuente para seguir perpetrando hurtos.
Una ayuda tan inestimable como inesperada
El de 2 de enero, sobre las 23:30, una patrulla del departamento de policía de Idaho Springs (Colorado) estaba vigilando la autopista I-70. En su periplo rutinario, se toparon con un Hyundai Accent negro que circulaba con un piloto posterior roto. Al comprobar la numeración de sus placas de matrícula descubrieron que esa berlina había sido robada, estando denunciado como tal. El asalto fue a mano armada en la víspera de Año Nuevo y, a su vez, a sus mandos huyó de otros robos.
La patrulla le dio alto, pero el conductor del Accent no se detuvo. Así comenzó la persecución por esta interestatal, para lo que solicitaron refuerzos. Varios coches bloquearon la carretera colocando barreras con pinchos, pero el Honda pudo eludirlas, chocando en la escapada con uno de los vehículos patrulla. Afortunadamente, los agentes no resultaron heridos.
Su huida hacia adelante, que duró cerca de media hora, terminó cuando tres máquinas quitanieves de Idaho Springs que circulaban por la I-70 decidieron echar una mano a los agentes. La policía no había solicitado su ayuda, pero se enteraron de la persecución por las alertas de radio. Como detalla el propio departamento policial de esta ciudad de Colorado, comenzaron a reducir la velocidad hasta detenerse obstruyendo por completo la ancha carretera.
Todo el capítulo quedó grabado gracias a la cámara on board de uno de los coches patrulla que perseguía al coche robado. Vídeo que la propia policía de Idaho Springs publicó en su página de Facebook explicando todo el suceso. El Honda iba a gran velocidad, sorteando al resto de usuarios, cuando acabó por toparse con ese muro improvisado que ya no pudo sortear.
Gracias a esta inestimable ayuda de los operarios, el ladrón, de 27 años, fue detenido. Tras registrar el coche encontraron indicios de que había consumido alcohol y drogas, como admitió el propio conductor. Además, tenía ya dos órdenes de arresto por allanamiento y robo en tiendas. También admitió que andaba buscando negocios para perpetrar nuevos asaltos.
Se enfrenta a un estupendo combo de delitos, entre ellos robo de vehículos con agravantes, conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas, tenencia de drogas, conducción imprudente o resistencia a la autoridad y darse a la fuga.
No es la primera vez que la policía en EEUU encuentra socios inesperados para acabar con una persecución: para ejemplo, este rebaño de vacas que le cortó el paso a un coche que optó por darse a la fuga en un control. El conductor iba campo a través cuando se topó con los bovinos aliados policiales, a los que no se atrevió a atropellar. "Unidad Bovina del Condado de Barron", les bautizó cariñosamente el departamento de policía de esta región de Wisconsin.
Foto: Idaho Springs Police en Facebook