Con el paso de los años, los dummies se han ido perfeccionando hasta el punto de no necesitarlos físicamente para evaluar los daños que experimenta el cuerpo humano tras un siniestro vial, como los dummies virtuales de Toyota, que nacieron hace nada menos que dos décadas.
Ahora se diseñan maniquíes de avanzada edad, con sobrepeso, de estaturas que se salen de las medidas del hombre promedio y por fin, de mujeres. En 2018 la experta en seguridad vial Astrid Linder desarrolló el primer dummy virtual de pruebas de choque femenino para ayudar a los fabricantes a desarrollar vehículos que protejan tanto a hombres como a mujeres: su nombre es EvaRID.
La realidad en tres porcentajes
Cuando una mujer se ve involucrada en un siniestro vial, tiene:
- Un 47 % más de probabilidades de sufrir lesiones graves.
- Un 71 % más de sufrir lesiones moderadas.
- Un 17 % más de probabilidades de morir.
Y todo tiene que ver con cómo está diseñado un vehículo y para quién.
El latigazo cervical como foco de la investigación
Linder, directora de investigación de seguridad vial en el Instituto Nacional de Investigación de Transporte y Carreteras de Suecia, tiene más de 20 años de experiencia en investigación de seguridad vial, la mayoría de los cuales se ha centrado en la seguridad femenina en el tráfico.
Astrid y su equipo han desarrollado EvaRID, el primer y hasta ahora único muñeco virtual de prueba de choque femenino promedio en el mundo.
Las mujeres tenemos menor densidad ósea, menos masa muscular (sobre todo en el cuello y la parte superior del torso), diferencias en el espaciamiento de las vértebras o una distribución muscular diferente:
"La respuesta dinámica de las mujeres en las pruebas voluntarias de impacto trasero es algo diferente a la de los hombres, como una mayor aceleración de la cabeza hacia adelante, mayor (o similar) aceleración de T1 hacia adelante, rebote más pronunciado y mayores desplazamientos angulares entre las vértebras adyacentes en las mujeres".
Linder decidió desarrollar un dummie femenino que representara, al igual que ocurre con el masculino, el tamaño promedio de una mujer ante la gran cantidad de autores y estudios que sugieren, desde finales de los 60, que las mujeres tienen mayor probabilidad de sufrir lesiones en accidentes que los hombres", relata Linder en su estudio.
Se ha demostrado sobre todo en cuanto al latigazo cervical, según expone el gráfico que Linder expuso en una charla TED.
Linder también defiende su proyecto a través de la ausencia de pruebas realizadas con dummies femeninos en Europa, tanto en test para probar el cinturón de seguridad, como para choques frontales y laterales según datos de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa.
EvaRID mide 1,66 m y pesa 62 kg. Al introducir un dummy de estas características en las pruebas de choque, además de uno que mide casi 10 cm más y de mayor peso que representa al hombre 'medio', se puede deducir que los resultados serán distintos.
Pensemos en la prueba del latigazo cervical: si todas las pruebas de choque se hacen con un dummy masculino promedio, cuya cabeza puede llegar al borde del reposacabezas, ¿cómo va a ser representativo este resultado si no se compara con el que arroje un maniquí de menor tamaño?
Entre otros proyectos, Linder y su equipo han desarrollado dos dummies virtuales, uno masculino y otro femenino, a partir de un modelo matemático para demostrar cómo sus cuerpos reaccionan de forma distinta tras un impacto, y para ofrecer resultados fiables en ambos casos.
Se trata de BioRID, de 1,77 m y 78 kg, que aparece aquí junto a la mencionada Eva RID:
En opinión de la doctora Anna Carlsson, de la Universidad Tecnológica de Chalmers, los asientos de los vehículos deberían ser menos rígidos para abordar estas diferencias, más flexibles. "Cuando un automóvil es golpeado por detrás, el respaldo del asiento actúa como un trampolín y nos catapulta hacia adelante", explica.
En su opinión, las mujeres son generalmente más ligeras que los hombres, por lo que son catapultadas hacia adelante más rápidamente y sujetas a una mayor aceleración por la rigidez de los asientos.
El dummy más usado en la industria mide 1,77 m de altura y pesa 76 kg. En Estados Unidos no empezaron a utilizar maniquíes femeninos en las pruebas de choque hasta 2011; Euro NCAP hizo lo propio en 2015 únicamente en pruebas de choque frontal, utilizando maniquíes femeninos de percentil 5 (47 kg y 1,51 m), tal y como ha asegurado el organismo a Motorpasión:
"Introdujimos esta prueba porque vimos un problema con la protección ofrecida a los adultos más pequeños, tanto hombres como mujeres, en choques de impacto frontal con los sistemas de retención que no pueden proteger contra problemas como el efecto submarino".
Pero esta prueba solo se realiza en el asiento del pasajero.
En un impacto frontal, por ejemplo, los conductores obesos - y poco representados- tienden a deslizarse por debajo del cinturón, por lo que tienen más probabilidades de sufrir daños más serios en las extremidades inferiores. De ahí la necesidad de desarrollar dummies representativos.
De forma simplificada, es como si se diseñara una puerta teniendo en cuenta la estatura media de la mitad de la población, provocando que la otra mitad se dé en la cabeza cada vez que pasa por ella.
Según nos explica Euro NCAP, Global NCAP y Latin NCAP aún no han adoptado la prueba de choque frontal completo con dummie femenino ni el maniquí femenino pequeño. En América del Norte, sin embargo, se utilizan pequeños maniquíes femeninos en pruebas de choque frontal y lateral desde 2011, explican.
En cuanto a los dummies 'embarazados', el organismo admite que existen, pero solo en forma de prototipos para la investigación. Es el caso de Volvo desde 2003, una marca pionera en el desarrollo de dummies femeninos.
La utilización de estos dummies no es obligatoria en ningún país.
El problema de la generalización
Los productos y espacios del día a día se diseñan en base a un promedio: si asumimos como cierto que más de la mitad de la población tiene ciertas medidas antropométricas, dejamos de lado al resto de la población, que generalmente es mayor o menor que el promedio.
La investigadora y escritora Caroline Criado ha publicado una exhaustiva investigación en la que expone (y demuestra) cómo casi cada aspecto del mundo actual está diseñado para el hombre.
En 'Invisible Women. Exposing data bias in a world designed for men', Criado expone que los maniquíes de prueba de choque se introdujeron por primera vez en la década de 1950 y durante décadas se basaron en el percentil 50 masculino (que mide 1,77 m y pesa 76 kg).
La variabilidad antropométrica de un grupo poblacional generalmente se representa por medio de curvas estadísticas o tabulaciones de datos, que muestran los valores de las personas de menores dimensiones (percentil 5) y de las personas de mayores dimensiones (percentil 95), siendo los extremos entre los que se encuentra el 90 % de la población.
Así, Linder quiere concienciar acerca de que los vehículos son innecesariamente inseguros para las mujeres simplemente porque las pruebas de choque se basan en el denominado "hombre promedio", y proporcionar además orientación sobre mejores formas de evaluar los diseños de los asientos de los vehículos.
El artículo 8 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea dice que "en todas sus actividades, la Unión procurará eliminar las desigualdades y promover la igualdad entre hombres y mujeres". Y la UE debe cumplir.
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