Estos últimos días he estado en Suiza, un bonito país. Es un paraje idílico, es como vivir en una postal o en un cuento, y hablando de cuentos, os voy a contar uno. Érase una vez un chico de 28 años, que agraciado por la fortuna y la suerte, era poseedor de un bonito Bentley, y un modelo de los gordos.
Cierto 21 de abril de 2011, sintió el impulso de hacer algo grande. Circulaba por la autopista que transcurre entre Coppet y Vengeron, y pisó el acelerador al máximo. La aguja del velocímetro del Bentley alcanzó los 325 km/h, casi triplicando el límite de velocidad local (110 km/h).
No hablamos de la A-6 mientras atraviesa Castilla, sino de una autopista que está en Suiza, un país tremendamente montañoso y repleto de túneles, cambios de rasante, etc. Nadie se habría percatado de su fechoría, pero hubo un testigo, se llama teléfono móvil, porque lo grabó y en su memoria se quedó.
NOTA: A falta del vídeo original, tiro de dramatización informática de corte similar
Los vientos de la impunidad acariciaban la carrocería del coche y la cara de éxito del conductor, hasta que llegó el mes pasado. En el curso de una investigación por tráfico de medicamentos, la policía investigó su teléfono, y encontró tres vídeos grabados ese 21 de abril, entre las 03:31 y las 03:36.
El agente que lo veía se alegró más que el tío de Ricola cuando la gente admite que son hierbas suizas. Nuestro protagonista alegó que iba de copiloto, pero la policía suiza no es tonta, y no queda duda de que se grabó conduciendo. A 325, con una mano en el volante… Sí, yo he pensado lo mismo, Darwin estaba tomándose un kit-kat a esas horas.
Para empezar, su bólido de 300.000 francos ha sido decomisado (más de 240.000 euros) y tiene el permiso de conducir retirado de forma indefinida. Se le acusa de un crimen contra la seguridad vial y podrían empurarle con 60.000 francos. Eso corresponde a casi 50.000 pavos.
Resulta que en Suiza, exceder en 25 km/h el límite de velocidad en autopistas, supone un delito, y tanto dinero tienes, tanto pagas. Allí no se andan con chiquitas, los radares no están señalizados casi nunca y los conductores locales son tremendamente respetuosos con los límites, ¡en cualquier lado!
¿Qué duele más? ¿Que te quiten el Bentley? ¿Que te quiten el carnet? ¿O que te pongan una multa de casi 50.000 euros? Una a una no sé, pero el combo seguro que duele un poco. Os pongo un antecedente, el Mercedes-Benz SLS AMG volador, por ir a 290 km/h le quitaron el coche, le arrestaron, y el paquete fue de 45.000 francos (aunque le perdonaron la mitad). Podían haber sido 720.000 euros.
Colorín colorado, de esta no se ha librado. La policía del cantón de Vaud ha comparado la proeza de los 325 con la velocidad de despegue de un avión comercial. Son 90 metros por segundo, decididamente ese día Darwin estaba visitando el Facebook o algo, o vaya suerte tuvo aquel día.
Vídeo | Youtube
Vía | Circula seguro
Fuente | The Local, Heraldo
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