El viernes por la noche se vivió una persecución policial bastante movidita en Vigo. Todo empezó cuando la Policía Local sorprendió a un coche saltándose varios semáforos en rojo. En buena lógica, fueron a pararle, pero nuestro protagonista no tenía entre sus planes entregarse, y empezó a huir. Ganó rápidamente tres estrelas de persecución.
Desde Gran Vía con Bolivia empezó la carrera hacia Plaza de América. Al llegar a As Travesas, se metió en Florida. Mientras se iba saltando todos los semáforos, llegó a triplicar la velocidad máxima en población. Finalmente le dieron caza en Figueirido, donde descubrieron los agentes que el conductor iba borracho como una cuba.
¿Tenía un Lamborghini, un Aston Martin o un Ferrari? No, un simple SEAT Ibiza, que como el 95% del parque automovilístico español —como poco— puede coger 150 km/h. El sospechoso, un portugués de 28 años que vive en Vigo, se enfrenta a un paquete interesante: delito contra la seguridad vial, conducción bajo los efectos del alcohol, resistencia a la autoridad… Le va a caer la del pulpo.
Todavía hay poca información sobre este caso y ninguna foto, por lo que tendréis que aceptar una imagen genérica. Es una suerte que nadie saliese herido, porque tres kilómetros de zona urbana a más del doble de 50 km/h es más típico de “Need For Speed: The Run” que de otra cosa. Moraleja: ojito con los semáforos en verde, no nos garantizan que podamos pasar sin peligro.
Fotografía | Carlos Macías (Flickr)
Fuente | El Faro de Vigo