Hay quien tiene una deleznable forma de divertirse, como la de arrojar un BMW a un río y, no contento con ello, mostrárselo al mundo en vídeo a través de su cuenta Instagram. Es el caso de un joven de origen británico residente en Marbella (Málaga), que acaba de ser detenido por varios presuntos delitos contra la seguridad vial y el medio ambiente, además de otro por falsedad documental.
Un estupendo combo de irresponsabilidades al volante ha perpetrado este conductor, que seguramente, y esperamos, se quedará sin carnet más pronto que tarde. Y es que el capítulo del BMW Serie 3 arrojado al cauce de un río ha sido el último de una serie de fechorías viales que grababa en vídeo y subía a su perfil de Instagram sin pudor alguno.
No es el primer Serie 3 que ha acabado en un río del que tenemos noticia en los últimos tiempos: el verano pasado un joven tiraba su BMW a las aguas tras un estupendo berrinche por no ser su regalo de cumpleaños deseado.
El bonus: conducción temeraria y matrículas falsas
Después de que la Policía local de Marbella recuperase la berlina alemana abandonada a su suerte en un río de esta población andaluza, la Policía Nacional comenzó una investigación para dar con la autor de la gamberrada, por no decir algo peor. Y es que el coche en cuestión no contaba con las placas de matrícula, que habían sido arrancadas, entendemos que para cubrir sus huellas.
Una precaución que poco sentido tiene si se publica el vídeo en redes sociales como ha sido el caso: así lo consiguieron identificar rápidamente los agentes. Según recoge ABC, en los vídeos se ve al ahora detenido en compañía de otros cinco amigos, realizando todo tipo de maniobras de riesgo con este pobre BMW Serie 3 y en carretera abierta, más allá del que retrata el momento en el que acaban precipitándolo al agua.
En estas grabaciones, que han sido borradas por orden de la Policía, había todo tipo de "lindezas": trompos, adelantamientos prohibidos, excesos de velocidad, conducción en zigzag a altas velocidades...
Pero hay más, porque al acudir a su domicilio para detenerle, encontraron en las inmediaciones de la vivienda dos automóviles con la misma matrícula, ambos también protagonistas en sus vídeos publicados en Instagram.
La investigación ha determinado que lo retratado en todos estos vídeos son constitutivos de delitos de tráfico por conducción temeraria, con el añadido de poner en riesgo a otros usuarios. Así, este joven puede enfrentarse a penas de cárcel de entre dos y cinco años, multa de 12 a 24 meses y la retirada del carnet de conducir, además de que se le requisen todos sus vehículos.
Por otro lado, al contar con dos coches con matrícula manipulada, será sancionado con 6.000 euros, además de que esta infracción acarrea la resta de seis puntos del carnet. Y a ello hay que sumarle que falsificar un documento público es delito, lo que se traduce, según el artículo 392.1 del Código Penal, en penas de prisión de entre seis meses y tres años y multa de entre seis y doce meses.
¿Más? Sí: tirar un coche a un río deliberadamente, también supone un delito contra el medio ambiente, y acarrea tanto sanción económica como penas de cárcel. El juez no va a saber ni donde empezar con este individuo.
Foto: Policía Nacional.
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