Rocambolesca historia la que nos llega desde el aeropuerto de Ankara, en Turquía. Un hombre acabó, por una serie de errores, conduciendo su coche por la pista del aeropuerto el pasado lunes.
El hombre, de 63 años, acababa de llegar en un vuelo a dicho aeropuerto. Se dirigió al aparcamiento, cogió su coche y salió en dirección a Afyon, al oeste del país. Por despiste hizo un giro que le llevó a una de las puertas de acceso al recinto aeroporturario, y el resto es digno de ciencia ficción.
Al parecer en esa puerta, dos guardias esperaban la llegada del coche oficial que transportaba al Presidente de Turquía, quien debía coger un vuelo. Al ver el Mercedes llegar a toda velocidad, los guardias pensaron que se trataba del coche oficial y le abrieron las puertas de par en par.
El hombre siguió la marcha y pronto comenzó a circular por la pista del aeropuerto. Al principio, algo despistado, pensó que se trataba de una bella autopista, pero cuando se dio cuenta de que realmente estaba en la zona de aterrizaje y despegue de los aviones, se apartó a un lado y espero a que le fuesen a buscar.
En un primer momento lo detuvieron, pero pronto al darse cuenta de la enorme confusión lo pusieron en libertad. El hombre dice que su despiste pudo deberse a su enfermedad, diabetes. La que no tiene en cambio mucha justificación es la de los guardias de seguridad que le abrieron la puerta.
