Recientemente la única manera de ahorrarse un dinerito en la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) era pasándola en una comunidad autónoma con el precio más económico, si nos venía de paso. Los precios están regulados en cada autonomía, pero en el caso de Madrid se produjo una liberalización. Es relativamente fácil pagar menos de lo normal.
En 2011 la Comunidad de Madrid contaba con 17 ITV, ahora hay 56. De 59 líneas de inspección se ha pasado a 179 líneas. Hay que hacer menos kilómetros para acudir a una estación, y los tiempos de espera se han reducido. Es más, el sector ha espabilado y ya compite en precios, ahí es donde nos beneficiamos nosotros.
Puede que nos encontremos en una burbuja. Por ejemplo en Collado Villalba hay tres estaciones de ITV, dos de apertura reciente (separadas por 500 metros), por encima de las necesidades de la gente de la localidad y aledañas. Pero que haya competencia es bueno para nuestro bolsillo, aunque lamentablemente alguna tendrá que acabar cerrando.
A la caza del descuento en la ITV
Una sencilla búsqueda nos puede llevar a descuentos para pasar la ITV que llegan a 15 euros en el caso de turismos Diesel o 10 euros en gasolina. A veces la misma empresa que gestiona una ITV, a través de su página Web, ofrece un cupón de descuento que imprimimos y presentamos en la estación. Si no, se paga el precio regulado.
He tenido que pasar dos ITV recientemente, ambas de turismos a gasolina. Estando el precio regulado en casi 40 euros, por un coche pagué un total de 27,96 euros y por el otro 29,95 euros. El servicio que recibí fue el mismo que si hubiese pagado la tarifa regulada, pero el ahorro es notable.
En las plataformas de compras grupales suele haber ofertas para pagar menos. O bien se paga el cupón directamente, o se paga una cantidad simbólica a cambio de un descuento, y se abona la diferencia en la ITV. No hay trampa, realmente se paga menos, basta con usar aritmética básica.
Eso sí, cada oferta es válida para un número limitado de ITV, no vale cualquiera, así que la libertad de elección se reduce mucho. Puede no compensar hacer más kilómetros para ir a una ITV concreta, pero si podemos hacer que cuadre con un desplazamiento que íbamos a hacer igual, entonces ya estamos ahorrando.
La ITV del Prius la pasé en un centro comercial de Alcorcón Leganés (Arroyosur), muy cerca de la M-50. No tuve que esperar nada y la inspección fue rápida y profesional. La ITV del Supra la pasé en una ITV dentro del complejo CTM de Vallecas, un poco más apartada, pero muy cerca de la M-40. Aproveché que iba de paso por ahí. Nada que objetar tampoco.
Ojo, no hay que confundir pasar la ITV que la pre-ITV, que es una revisión que puede hacer cualquier taller para decirnos si vamos a tener algún problema en la inspección, como que los neumáticos van lisos o que hay luces fundidas. Algunos servicios oficiales lo dan como obsequio. La ITV solo se pasa en un centro autorizado, cueste más o cueste menos.
¿Por qué florecen como setas las ITV?
En primer lugar, la orgía desenfrenada de ventas en los años de "precrisis" suponía una ganancia de dinero segura a medio y largo plazo, cuanto tendrían que pasar su primera inspección. Por ejemplo, solo en 2007 se vendieron 1,6 millones de turismos y todoterrenos, que empezaron a pasar por las ITV a partir de 2011, antes de haber cumplido cuatro años desde su primera matriculación.
Además, dado que la mayoría de los turismos españoles ya superan los 10 años, han de pasar anualmente la inspección. No olvidemos que en los últimos años se ha vendido Diesel por gran mayoría, y estos coches pagan más en la inspección dado que han de pasar una prueba de humos especial. Por último, cuanto mayor sea el parque móvil, mayor es la tarta a repartir.
Y todavía no hemos llegado a la liberalización total de las ITV, donde los talleres puedan pasarlas y ser a la vez juez y parte. Cada patronal defiende la postura que más le interesa a su bolsillo. Poco a poco, los inspeccionados vamos evolucionando de borregos a clientes, con el respeto que se nos debe por parte de un servicio público.