Queda un mes para el Salón del Automóvil de Madrid, y todavía no se conoce ni la lista de expositores confirmados, ni la lista de novedades, ya sean españolas, europeas o cof cof mundiales. IFEMA de momento calla en su página oficial, y no hemos obtenido una respuesta telefónica.
Sondeando las distintas marcas, hay varios “no” casi garantizados, como Opel, Hyundai, SEAT, Volkswagen, Citroën, Fiat, Jeep, Alfa Romeo, Lancia, Audi… Nos encontramos ante una desbandada general, y no deberíamos sorprendernos por ello. Viene siendo la tónica general del Salón de Madrid de los últimos años, desde que hay crisis.
El Salón de Barcelona ya necesitó un electroshock para celebrarse, y el de Madrid se “degradó” a salón de tecnologías verdes en 2010. Para este año se espera una exposición normal, pero hay varios problemas. A los fabricantes no les sale rentable ir, y no digamos nada si faltan los grandes.
El público no solo quiere ver coches de todos los días, también exóticos, y de eso ya hay poco últimamente. Si encima faltan las marcas de más peso, pierde aún más el sentido. Un jefe de prensa me ha revelado que aunque el IFEMA les deje el espacio gratis, los gastos no compensan, porque vender pocos coches van a vender.
En tiempos de vacas gordas la asistencia de público generaba un retorno en ventas que justificaban dicha inversión, pero ahora mismo el mercado español está a niveles de principios de los 90, y se espera cerrar el ejercicio con menos de 900.000 unidades vendidas. Es más, los particulares han retrocedido fuertemente sus compras.
En ese contexto de bajas ventas, solo tiene sentido salvar el salón si se consiguen reunir a los fabricantes más importantes, para producir el efecto dominó y que se apunten más. Es una auténtica lástima lo que ha pasado con la cita madrileña, pero es lo que pasa cuando se pierde el prestigio año tras año, por muchas ediciones que se hayan celebrado.
No está todo perdido, mañana hay una reunión de emergencia con Esperanza Aguirre, pero no tengo mucha fe en ello.
En Motorpasión | El Salón del Automóvil de Madrid, del 24 de mayo al 3 de junio de 2012