Este año toca Salón de Barcelona, en vez de en Madrid. Como hace dos años, la muestra está en peligro por un plante de varias marcas que no van a estar presentes. Los motivos principales son los elevados costes que supone su presencia y lo poco rentable o nada rentable que significa estar ahí.
Según La Tribuna de Automoción, existen serias dudas de que participen Ford y Peugeot (ambos fabricantes afincados en España). Opel y Chevrolet ya han dicho que no van a ir. Para que nos hagamos una idea, el Director General de Opel España dijo que estar en Barcelona supone un millón de euros, y ni de lejos van a recuperar ese dinero.
El mismo medio también asegura que se está intentando negociar con la Fira de Barcelona que haya ventajas fiscales para los coches vendidos en ese salón. Las marcas están en contra por la complejidad de la medidad y que puede provocar picaresca y fraude. Esto hay que explicarlo adecuadamente.
Por ejemplo, si se bonifican en el impuesto de matriculación los coches vendidos allí, ¿cómo se contabiliza? ¿Se cuenta la venta o la matriculación? ¿Y si se apuntan a las bonificaciones coches que no se han vendido allí? ¿Y qué pasa con otros salones, que no importan? Como vemos es un tema peliagudo.
El Salón de Barcelona se salvó prácticamente a última hora en 2009 tras una inversión de los patrocinadores que amortiguó los elevados costes de la muestra. En esta ocasión, la probabilidad de que la Generalitat meta dinero es bajísima debido a sus grandes dificultades financieras.
Esta muestra es una de las dos grandes citas del motor en España. La de Madrid ya ha sido rebajada a una segunda categoría en la que prima la ecología ante todo, aunque se pudieron ver coches de todas las categorías y era un salón de vehículo nuevo encubierto. Como no se salve Barcelona, vamos apañaos.
Hay otro tema adicional, y no solo se trata de que tengan pasta las marcas, es que algunas pueden boicotearlo. ¿La razón? La enmienda que PP y CiU han sacado adelante para la Ley de Economía Sostenible, que puede hacer que los fabricantes se coman los stocks no vendidos de los concesionarios.
ANFAC, que representa a los fabricantes, está bastante cabreada con el tema. Cito textualmente las palabras de su presidente:
No han sabido entender que el sector tiene, en estos momentos, otros problemas, y lo que necesita es tranquilidad y confianza. Sin embargo, a través de la chapuza normativa que han apoyado sólo van a crear intranquilidad y distorsiones. Además, Partido Popular (PP) y Convergencia i Unió (CIU) no han consultado con la industria esta norma.
El cambio normativo no es definitivo, pero esto es más que una advertencia, aunque su presidente matizó: “Esto no debe entenderse como una amenaza, pero dada la implicación que esta situación tiene en las relaciones entre fabricantes y distribuidores, creemos que es un punto a considerar.”
Fuente | La Tribuna de Automoción
En Motorpasión | Se abre la guerra entre concesionarios y fabricantes, Balance del Salón del Automóvil Ecológico de Madrid 2010