Vas conduciendo tan tranquilo y de repente notas que el coche pierde potencia y se enciende un testigo en el cuadro de instrumentos con forma de motor. Dependiendo del modelo, este puede ir acompañado del mensaje “Limp mode home”. ¿Qué significa eso? ¿Qué hacer si te pasa?
“Limp mode home” se traduce literalmente como “cojea a casa”, y es un modo de emergencia del coche que se activa de inmediato cuando la centralita detecta algún fallo técnico y que te permite llegar a casa o al taller más cercano, pero con algunas limitaciones.
Qué es el modo de emergencia o “Limp mode home” y qué hacer si se activa
El modo de emergencia, también conocido como “Limp mode home”, es una función que la mayoría de los coches utilizan para proteger al vehículo de sufrir daños graves. Este se activa cuando la unidad de mando del motor (ECU) detecta un error o fallo técnico que podría comprometer la integridad del vehículo.
Normalmente, cuando se activa el testigo del motor, el aviso va acompañado de luces naranjas en el cuadro de mandos. Mientras sean naranjas, no tendrás que preocuparte demasiado: puedes circular hasta un lugar seguro o el taller más cercano, aunque con mucha precaución.
Cuando se activa el modo de emergencia del coche, este impedirá que se alcance cierto número de revoluciones para evitar daños graves, por lo que la velocidad también se verá reducida sin poder aumentarla por mucho que se intente acelerar.
Además, se cortará la comunicación con otras unidades de mando que interactúan con el motor: puede desconectarse el control de tracción, el control de crucero dejará de funcionar e incluso en algunos modelos el aire acondicionado se apagará.
En definitiva, el coche en modo de emergencia reduce al mínimo las exigencias y empieza a trabajar con valores básicos preestablecidos en lugar de los datos en tiempo real proporcionados por los sensores.
Entre las causas más comunes de este fallo, además de los problemas electrónicos, están los daños en la transmisión, sensores defectuosos, niveles insuficientes de líquidos o sobrecalentamiento. Así, las soluciones pueden variar desde algo tan simple como rellenar los niveles de líquidos hasta reparaciones más complejas y costosas como reparar una caja de cambios.
Por tanto, a veces será suficiente con apartarse a un lugar seguro, apagar el coche, esperar un momento y volver a encenderlo para que desaparezca el fallo, lo que indicará que es esporádico, pero no es lo habitual.
No obstante, mucho cuidado si el testigo del motor del cuadro de mandos va acompañado de luces rojas: en este caso, no tendrás más remedio que parar el coche de inmediato, pues te está indicando un fallo grave.
En resumen, el modo de emergencia es una función vital que protege tu coche de daños severos y muy costosos. Si se activa, mantener la calma y abordar el problema de manera adecuada puede evitarte grandes inconvenientes y gastos significativos en el futuro.