Lo que parecía ser una puerta abierta a la reconciliación tras la ruptura entre FCA y Renault, se ha convertido en un callejón sin aparente salida. Una de las condiciones que Nissan puso sobre la mesa para dar su visto bueno a la fusión fue instar a Renault a que redujera "siginifcativamente" su participación en el fabricante nipón.
Pero eso no va a pasar. El director ejecutivo de Renault, Thierry Bolloré, ha dicho al respecto: "Esto no está en absoluto en nuestra agenda". Mientras tanto, Renault ha dado luz verde a la reforma del gobierno corporativo de Nissan.
Que no, que no hay fusión
Con motivo del lanzamiento del nuevo SUV Triber en la India, Bolloré dejó claro que Renault no planea recortar su participación en el socio de la alianza, pero mantiene las formas: "Para nosotros es muy importante que mejoremos continuamente nuestra alianza. No solo por ahora, sino también por el futuro y esta es la mentalidad en la que estamos, y estas son las discusiones que tenemos con nuestros socios", ha declarado.
El responsable de la firma del rombo también ha asegurado que no hay ofertas de Fiat sobre la mesa, por lo que de momento se puede dar por muerto el nacimiento del que sería el tercer mayor fabricantes de coches a nivel mundial.
El no de FCA a la fusión con Renault vino condicionado por muchos factores. Uno de los más importantes se centró en el Estado francés, que reclamó durante el proceso de negociación más poder en la futura compañía: protección del empleo en Francia, un puesto para el actual presidente de Renault como director ejecutivo global, un puesto en la junta directiva para el Estado francés...
Finalmente la cuerda terminó rompiéndose y el grupo italoamericano cortó su oferta de fusión con el Grupo Renault, "con efecto inmediato", alegando que no se daban en Francia "las condiciones políticas necesarias para que la fusión se lleve a cabo de forma exitosa".
Otro factor importante fue el recelo de Nissan, que consideró la propuesta en un primer momento "desigual" y "hostil".
Nissan temía que no llegara a ser una fusión equitativa y que el Estado francés -que posee el 15 % de Renault- tuviera demasiado poder. Por ello Nissan puso precio a su apoyo a la fusión con FCA: que Renault reduzca significativamente su participación del 43,4 % en la compañía japonesa.
La asociación entre Nissan y Renault dura dos décadas y ha sido tensa desde que el expresidente de la alianza, Carlos Ghosn, fue arrestado por presunta mala conducta financiera en noviembre.
Mientras tanto, Nissan otorgará al presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, y a Bolloré un asiento en los comités de la junta directiva del fabricante nipón. "El acuerdo alcanzado sobre la presencia de Renault en el nuevo gobierno de Nissan confirma el espíritu de diálogo y respeto mutuo que existe dentro de la Alianza", ha dicho la marca francesa.