En esta foto vemos el restyling (o Mégane III Fase 2) del compacto francés —de fabricación española— estrenado este año. Está a mitad de ciclo de vida y necesitará un sustituto en torno a 2015. ¿Qué podemos esperar de su sucesor? Anthony Lo, director de diseño exterior de la marca, nos lo explica.
En primer lugar no esperemos cambios radicales, eso se hizo con el Mégane II y no funcionaría esta vez. El cliente Renault busca más continuidad, y tampoco va a crecer más, porque empeoraría su peso o aerodinámica (a fin de cuentas, consumo de combustible).
Lo que sí podemos esperar es un cambio de calidad percibida, para acercarse más a las versiones básicas de Audi A3, Mercedes-Benz Clase A y similares. Renault a estas alturas considera al Mégane como un producto muy bien hecho, así que creen que no solo ha de serlo, sino parecerlo, mejorando el tacto y la apreciación subjetiva.
Dicho de otra forma, buscan afrancesar más el coche, en el sentido de las marcas de lujo nacionales. No creo que se refiera únicamente a coches, porque marcas de lujo francesas está Bugatti (Grupo VAG) y poco más, sino Louis Vuitton, Chanel y cosas por el estilo. Espero ver materializado a qué se refiere.
Otra cosa que podemos esperar del nuevo Mégane es un rombo bien gordo en el morro, complejos fuera, el nuevo Clio, en la segunda imagen, ya lo deja claro, y en el Twingo también lo han hecho. El ZOE también nos da pistas al respecto. En resumen, evolución, pero no revolución.
La Fase 2 del Mégane actual cambió lo justo pues ya es un superventas, algo de diseño, renovación de motores para reducir emisiones (ya cumplía con los límites legales Euro 5), retoques en equipamiento y poquito más. Todavía está en el aire el lugar de su fabricación, esperemos que se siga quedando en Palencia.
Fuente | Autocar
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