Hace ocho años y medio conduje mi primer híbrido, un Prius de segunda generación. Montaba una evolución del motor del Yaris, el 1NZ-FXE. Se veía venir que algún día el Yaris sería híbrido, y con esa combinación mecánica. Por primera vez, se puede escoger en segmento B un gasolina, un Diesel, y un híbrido de gasolina.
En los utilitarios el precio es decisivo en la compra, hay mucha competencia y son coches de poco margen. El "Toyota Yaris HSD":https://www.motorpasion.com/coches/berlinas-y-sedan/toyota-yaris-hsd o Yaris Hybrid se ofrece a un precio competitivo respecto a alternativas Diesel de la competencia, especialmente si consideramos el equipamiento que tiene incluso en el modelo básico.
Hibridar el segmento B es algo que solo se pueden permitir fabricantes que han alisado mucho los costes de fabricación. Este es el matrimonio entre el Toyota europeo más vendido (2,5 millones de uds.) y la tecnología híbrida más exitosa (más de 5 millones de uds.) Tan solo Honda se había atrevido a hacerlo antes con el "Jazz Hybrid":https://www.motorpasion.com/coches/coches-hibridos/honda-jazz-hybrid.
Exterior del Toyota Yaris Hybrid
En la política de Toyota, los modelos híbridos además de serlo, tienen que parecerlo, así que no es exactamente igual a un Yaris convencional. El morro es específico, con una parrilla delantera exagerada, que cumple de sobra cualquier necesidad de refrigeración de los dos motores, la sofisticada electrónica que los gestiona y el aire acondicionado.
Se supone que está optimizado a nivel aerodinámico para ayudarle a lijar los consumos. La "mirada" de sus luces LED de uso diurna es específica también, con proyectores que dan el pego como si fuesen de xenón. Los faros antinieblas son opcionales para el básico (Active) y de serie en Advance.
Está disponible con cinco puertas, lo cierto es que no queda forzado el diseño respecto al de tres. Las llantas pueden ser de 15 pulgadas (acero/embellecedor o aleación) o de 16 (aleación), usando estas últimas el consumo se eleva 0,2 l/100 km. En imagen vemos el modelo Advance con 16".
El color mostrado, blanco glaciar perlado, solo está disponible para el híbrido, y se puede ver en hermanos mayores como Prius. De hecho, el primero que probamos en 2010 tenía este color. También podemos apreciar el techo, un extra del Advance, que no se abre. Hay dos cortinas que lo cubren parcialmente, la trasera se puede alcanzar estirándose desde el asiento delantero.
Pasemos a la parte trasera. Además del logotipo de híbrido bajo la insignia Yaris, el logotipo de Toyota está inscrito en azul, como los demás híbridos de la marca. Los grupos ópticos traseros son más complejos que los del Yaris convencional, usa más diodos LED para ahorrar energía.
El tubo de escape queda bien disimulado, no es algo de lo que haga ostentación ningún híbrido de la marca. En el caso del Advance, que tiene el acceso inteligente con llave "manos libres", se puede abrir el portón dando a un pulsador bajo el listón cromado. También se puede cerrar el coche con otro pulsador anexo.
Interior del Toyota Yaris Hybrid
Un ojo entrenado se dará cuenta instantáneamente de que el tablero de instrumentos es un poco diferente, se ha suprimido el tacómetro y tiene un potenciómetro. No muestra el nivel de la batería ni información alguna sobre el reparto de energía de los motores, eso habrá que verlo en la pantalla central.
Tanto el Yaris de la generación anterior como las dos generaciones del Prius han apostado por una sencilla instrumentación central, pero el Yaris actual la tiene totalmente clásica. Se podía haber resuelto mejor, el indicador del depósito de gasolina es demasiado grande y bien podrían haber puesto los dos indicadores en la esfera derecha.
Si queremos alternar las informaciones del ordenador, cuya pantalla monocroma de dígitos nos recuerda a hace 10-20 años, hay que meter la mano dentro del aro del volante en marcha. Eso nunca me ha hecho gracia, y ahora tampoco. ¡¿Qué costaba poner un botón externo para eso?! Ya os lo digo yo: nada.
La consola central está presidida por la pantalla táctil del sistema Toyota Touch, de serie en cualquier caso. Integra el sistema multimedia, información gráfica del sistema híbrido y la conectividad BlueTooth con el teléfono. Opcionalmente en el Advance puede tener función de navegación e incluso conectividad al exterior (a través de nuestro móvil).
Como podemos ver, hay muy pocos botones. El climatizador bizona (en el Prius es monozona) tiene una simplicidad infantil de uso. Debajo solo hay huecos portaobjetos. La toma USB y auxiliar se han de buscar en la guantera. Por cierto, está refrigerada en el Advance, otro "lujo" que no tiene el Prius.
La inserción gris que recorre los paneles de las puertas delanteras y que rodean la pantalla central son específicas de este modelo. También lo es la aparatosa palanca de cambios, a todas luces innecesaria, que recuerda a los automáticos para puretas de hace varios años, con recorridos marcados. ¡¡Sobra en este coche!!
El pespunte azul del cuero del volante y tapicería también es un detalle que distingue al Yaris híbrido. Si consideramos el tacto de los plásticos y estos detalles, como dueño de Prius os digo que le han puesto más cariño al interior de este modelo, y es mucho más económico. Que alguien tome nota de esto en Japón, por favor.
Los mandos del volante son también de serie, la mano izquierda controla el audio, la derecha el colgar/descolgar del teléfono. Un poco escondido, a la derecha, tenemos el control de velocidad de crucero (solo Advance). Entre los asientos delanteros, muy escondidos, los botones de "modo eléctrico" (EV) y "modo económico" (ECO). ¿Quién lo entiende?
Fijaos a la izquierda, esquina superior del volante. Sí, ese hueco. Es perfecto para llevar la cartera o chicles. Para el móvil no, porque es plástico liso y no lo sujetaría bien. No lo veo tanto para monedas porque el plástico liso y las monedas acaban produciendo ruiditos en marcha a la menor irregularidad del asfalto.
El reposabrazos que hay para el conductor es otra característica del Advance, así como el retrovisor antideslumbrante automático o el sistema de sonido de ocho altavoces. Suena realmente bien, mejor que el JBL opcional del Peugeot 208. Cogí los dos coches con poca diferencia de tiempo y sí, se notaba.
En general hay huecos para soltar casi cualquier cosa, menos en las plazas traseras al no haber huecos en las puertas. Otra cosa que me ha gustado es que queda perfectamente visible el indicador de abrochado de cinturones de seguridad de todas las plazas, y si está activado el airbag del pasajero.
Veamos las plazas traseras. Con el techo solar pierden un poco de altura útil, pero son aptas para una persona de mi estatura (1,72 metros). En el caso de la plaza central, como suele ser habitual, la protección cervical no es óptima a nada que se superen los 1,60 metros de altura, el reposacabezas queda muy bajo.
El cinturón de seguridad de la tercera plaza trasera cuelga del techo, y es de tres puntos con dos anclajes. Es una plaza más apta para niños o adolescentes, para adultos va más justa. El respaldo no está duro, pero no sobra el sitio para los pies, ni sobra hueco para la espalda. Su tamaño da para lo que da.
¿Qué hay del puesto de conducción? Me ha parecido cómodo, y el volante permite regulación en altura y profundidad, cosa que no tenía en Prius 2g (2004-2009). Así es más fácil encontrar una postura adecuada. También he ido en el asiento del conductor y me sentí a mis anchas.
En general es un coche que mima al pasaje, bastante silencioso salvo que pidamos potencia al motor de gasolina, y un tarado de suspensión un poco blando. El eje trasero es más rebotón al pasar resaltos urbanos o baches, pero en coches de este segmento es lo habitual. Es un coche corto y esas cosas se notan.
En las imágenes vemos los asientos mixtos, cuero y tela, de muy buena apariencia para el coche que es. Son de serie en Advance. También en este acabado tendremos iluminación de la parte inferior del habitáculo. Si el coche está cerrado y nos acercamos con las llaves encima, se iluminan las luces de cortesía para darnos la bienvenida.
Hay 1.800 euros de diferencia entre el Active y el Advance, que puede parecer mucho pero merece la pena por el equipamiento del nivel superior. Por otra parte, la gran pega es que son equipamientos cerrados, lo habitual en esta marca y en general en las asiáticas. Pocas cosas del Advance se pueden poner en el Active opcionalmente.
Sin irnos a un utilitario de gama alta, como un Mini, lo cierto es que el Yaris deja el listón alto. En determinadas circunstancias es claramente el subcompacto más silencioso del mercado, siempre y cuando no incluyamos modelos totalmente eléctricos como Renault ZOE. Es un pequeño gran coche.
Maletero
Pese a ser un modelo híbrido y con unas voluminosas baterías, se ubican bajo los asientos traseros, luego no se pierde espacio. Tiene 286 litros al igual que las variantes gasolina y Diesel, buena capacidad para este segmento. Si usase la misma batería que Prius y Auris, habría tenido que sacrificar maletero, esta es un 20% más pequeña.
En caso de necesitar más espacio se pueden abatir los asientos de forma asimétrica. Cuenta con un doble fondo, en la imagen está en su configuración de máxima capacidad. El falso suelo se puede elevar, enrasar con la boca de carga, y así facilitarnos la vida. Abatiendo los asientos, casi queda un suelo plano.
Bajo el piso del maletero encontraremos un kit de reparación de pinchazos, como en todas las versiones del Yaris. La ventaja que tiene es que ahorra peso. Y habiendo hueco, cabe un depósito de GLP por si queremos tener el utilitario ahorrador definitivo.
En Motorpasión | Toyota Yaris Hybrid, prueba ("conducción y dinámica":https://www.motorpasion.com/pruebas-de-coches/toyota-yaris-hybrid-prueba-parte-2, "equipamiento, versiones y seguridad":https://www.motorpasion.com/pruebas-de-coches/toyota-yaris-hybrid-prueba-parte-3, "valoración y dicha técnica":https://www.motorpasion.com/pruebas-de-coches/toyota-yaris-hybrid-prueba-parte-4)