Una vez que hemos podido probar los últimos coches híbridos de la marca de los elipses, el Toyota Auris HSD y el Lexus CT 200h, vamos a ver cuál es su potencial de ahorro de gasolina. Tienen prácticamente la misma mecánica del Toyota Prius de tercera generación, aunque en el Lexus algunas piezas son diferentes.
Los dos compactos tienen 136 CV de potencia. El Auris HSD tiene un peso en vacío de 1.455 kg, lo mismo que declara el Lexus compacto. El dato de Cx también es el mismo para los dos coches, solo que el CT 200h es un híbrido desde que se diseñó, y el Auris es un derivado de un coche que no es híbrido.
En ambos casos se homologan 3,8 l/100 km en ciclo mixto. El Auris tiene 3,8 l/100 km en urbano y extraurbano, y el CT 200h le aventaja 0,1 l/100 km en urbano y extraurbano (ambos casos con llantas de 15”). Por lo tanto, los fríos números declaran al Lexus como un mejor aprovechador del combustible. Veamos si eso se cumple en la práctica.
Conducción eficiente con Toyota Auris HSD
Cuando se entregó el coche, marcaba casi 7.000 kilómetros, fue devuelto con 1.346,9 kilómetros más, exactamente con 8.257. Lo podemos considerar rodado, aunque no del todo. Los neumáticos de esta unidad eran de 17 pulgadas, los que corresponden a la versión Advance de serie, y gasta 4 l/100 km en ciclo mixto.
Tras haber hecho 192,8 km llené hasta rebosar, 11,59 litros desde que me lo entregaron prácticamente lleno. Eso da una media de unos 6 l/100 km, el ordenador indicó 4,8 l/100 km a una media de 39 km/h. Por mucho que se esfuerzan en entregar los coches llenos en algunas marcas, eso nunca es al 100%, téngase en cuenta. Por lo tanto, la media real es inferior a eso.
La conducción que se había practicado era urbana y periurbana, sin conducir obsesionado por el consumo de gasolina. Ya me di cuenta que el Prius lo habría hecho mejor en las mismas condiciones, de todas formas le sometí a una dura prueba: Madrid-Santander a través de una ruta muy complicada a efectos orográficos.
La ruta elegida fue a través de la A-1 hasta Burgos, luego me desvié por carretera secundaria hasta la autopista A-67, muy variadito en todos los sentidos. En la medida de lo posible, mantuve 120 km/h reales, excepto en carretera secundaria y en los tramos de la A-1 donde las curvas o la niebla exigían un paso más tranquilo.
A los primeros 150 kilómetros desde el llenado, la media estaba en 5,9 l/100 km de ordenador, y 300 kilómetros de autonomía (era imposible, y fue desmentido posteriormente). A los 300 kilómetros, marcaba 268 km de autonomía. Por eso digo que al medidor de autonomía hay que hacerle el caso justísimo, o pasar de él.
Llegué a Santander con una media de 5,3 l/100 km, 102 km/h de media y en unas razonables 4 horas y 22 minutos. A los 466,9 kilómetros llené por completo, solo entraron 26,28 litros, esperaba más. La media efectiva fue 5,64 l/100 km. Casualidades de la vida, el “gasolinero” que me atendió tenía el mismo coche.
Entre la llegada a la ciudad y el repostaje hay casi 16 km hechos en zona urbana y vías de circunvalación, donde es más fácil gastar poco con este coche. Por cierto, recomiendo a todo bicho viviente visitar esta ciudad, es un lugar privilegiado de España, ¡y no es tan caro como se piensa!
Es más fácil monitorizar los consumos con el Prius o el CT 200h, ya que la pantalla multifunción es mucho más rica en datos, como las gráficas de media de consumo cada minuto o cinco minutos. En el Auris HSD la instrumentación híbrida es la más sencilla posible, y solo el Prius nos ofrece la posibilidad del HUD.
Tras andar un poco por la costa y pasar un par de días, tocó volver a Madrid, pero por otra ruta. Esta vez seguí la A-67 hasta la A-6, y la recorrí mientras fue gratuita. El resto del tiempo tocó ir por la vieja N-VI hasta enganchar nuevamente la A-6 en su tramo gratuito. Prefería gastar la diferencia en gasolina que pagar 10 euros de peaje.
El recorrido de vuelta es más duro por orografía, ya que hay más cuestas que bajadas, y hay grandes variaciones de altura en pocos kilómetros. Ya en Castilla-León se sosiega la cosa un poco. En la N-VI adelanté todas las veces que lo permitió la climatología, con intensa niebla y lluvia.
Solo lo hice cuando era seguro hacerlo, y subí el puerto de los Leones de forma alegre. Llegué a un destino intermedio con un consumo medio de 6 l/100 km, el gasto más alto que de forma sostenida registró el ordenador. Un coche como el León 1.4 TSI en las mismas condiciones habría tragado bastante más que eso, como 8 l/100 km (de ordenador, reales casi 9 l/100 km).
La velocidad media del trayecto de vuelta fue 101 km/h, mientras que a la ida fueron 102 km/h, por lo tanto es casi idéntico. La reserva no había saltado todavía. El coche hizo más kilómetros, cuando el contador parcial marcaba 628,7 km la autonomía ya estaba a cero kilómetros. Ya no quise apurarlo más, aunque no estaba vacío aún.
Ya solo me quedaba saber cuánto podía gastar con una conducción muy pensada en el mínimo consumo. Le resposté un poco y seguí adelante. Durante casi 60 kilómetros conduje como si la gasolina fuese mi sangre, intentando evitar la zona PWR del potenciómetro, y en una hora de conducción logré dejarlo en 4,1 l/100 km, media de 61 km/h.
El Auris 2.0 D-4D de 126 CV puede hacer consumos muy similares pero con un sacrificio de confort y mantenimiento más caro, y dependiendo de las ayudas, hasta más caro en el momento de la compra. Eso ya quedó visto en las conclusiones de la prueba del Auris HSD (valoración y ficha técnica).
Cuando se termina un viaje y apagamos el coche, sale una media de lo que hemos hecho desde el arranque. Si nos acercamos a 4 l/100 km puede que consigamos un “EXCELLENT” en el marcador, si no, no dirá ninguna otra cosa y pensaremos en cómo mejorarlo la próxima vez. Me convenció más el Prius, este no tanto.
Conducción eficiente con Lexus CT 200h
Durante la presentación en Portugal del CT 200h pude recopilar algunos datos, siempre del ordenador, no pude contrastarlos llenando depósito. El clima fue favorable, en torno a los 20 graditos. Mi compañero de prueba no es un conductor habituado a coches híbridos, por lo que es una comparación interesante.
Este modelo se acerca más al nivel informativo del Prius gracias a la pantalla multifunción, ya que el tablero de instrumentos da la misma información que el Auris HSD. Con las llantas de 16 pulgadas fue fácil mantener el consumo por debajo de 5 l/100 km, con el Auris HSD eso no se percibe tanto con las llantas de 17”. Ojo, ¡los CT 200h no estaban muy rodados en general!
Mi compañero, circulando más bien despacito y de forma tranquila, hizo 4,7 l/100 km el primer día. Después pude dejarlo en 4,4 l/100 km (tras reset) conduciendo de forma más dinámica pero sabiendo aprovechar mejor el potencial del sistema híbrido. Estoy convencido de que el Auris HSD me lo hubiese puesto más difícil.
Un vistazo a las gráficas de consumo cada minuto de mi compañero puso de manifiesto que el consumo solo sube de 10 l/100 km (minuto a minuto) dando acelerones y cuesta arriba en secundarias, pero hay un potencial de regeneración de energía alto (“E” con fondo azul) incluso con alguien no acostumbrado a un coche así (por ejemplo, que hace más uso del freno convencional).
Si lo comparamos con mi gráfica (imagen inferior), no en igualdad de condiciones de recorrido, vemos que es muy fácil bajar de 5 l/100 km conociendo el coche, pero sin tener que aguantar un TDI con menos potencia (como el Audi A3 1.6 TDI e 105 CV), ni su ruido, ni sus vibraciones (muchas menos que el viejo 1.9 TDI, todo sea dicho).
Se quedó la cosa en 4,7 l/100 km, en las mismas condiciones el Auris HSD con llantas de 17” seguramente habría informado de 0,5 l/100 km más, por lo que la diferencia aerodinámica y de ruedas se nota. De hecho, no es fácil ver al Auris HSD marcando medias inferiores a 5 l/100 km con esas ruedas y fuera de ciudad.
También parece que el medidor de autonomía del Lexus funciona mejor, porque daba lecturas más realistas en relación a la conducción practicada. Esto habrá que comprobarlo más adelante con métodos más fiables de medición del consumo. El Lexus es más satisfactorio, pero también cuesta 10.000 euros más.
Por lo tanto, en el pódium de la eficiencia en Toyota por debajo de 30.000 euros, gana el Prius, le sigue el CT 200h y finalmente está el Auris HSD. La opción más económica es la del Auris, ya que no se va a amotizar la diferencia en un plazo razonable. La más cara, la de Lexus, porque el básico equivale a un Prius muy equipado a igualdad de precio.
La elección más equilibrada corresponde al Prius, que tiene el potencial de ahorro de combustible más grande, es casi tan bueno como el CT 200h, pero es más económico. El Auris HSD está bien para poner los cuernos al gasóleo en segmento C, con un buen gasolina y encima automático, aunque la deportividad siga sin ser lo suyo.
Los tres modelos se pueden conducir de la misma forma, ya que tienen el mismo diseño de potenciómetro. Lo importante es mantenerse dentro de la zona Eco siempre que sea posible, y evitar la zona Power si hay remedio. Si hay una cuesta grande o una incorporación, pues entrará ahí sí o sí, y tendremos un breve aumento del ruido del motor por el CVT.
No he encontrado diferencias relevantes de tacto de freno o dirección entre los tres, se nota que son muy similares de envase hacia adentro. Donde sí se nota diferencia es en la sonoridad, pero es un matiz muy fino y no todo el mundo lo apreciará o le dará importancia. El más ruidoso es el Auris HSD, también es el más barato.
A nivel personal sigo decantándome por el Prius, el que más me convence en un sentido global. No me importaría pagar la diferencia que le separa del Auris HSD. De todas formas, los tres coches en su terreno son opciones muy apetecibles y muy racionales, no van dirigidos al mismo cliente y apenas se van a canibalizar ventas.
En Motorpasión | Toyota Auris HSD, prueba (exterior e interior, conducción y dinámica, equipamiento, versiones y seguridad, valoración y ficha técnica), Presentación del Lexus CT 200h en Portugal (parte 1, parte 2)