Si quieres ya te puedes comprar un smart de los nuevos, tanto el fortwo como el forfour, y sinceramente, si lo vas a usar sobre todo por ciudad, y casi siempre vas solo, o como mucho con un acompañante, el fortwo es uno de esos coches ideales para la ciudad, y tanto más cuanto más grande sea esta. Cuando en 2016 salga la versión eléctrica puede ser una delicia para callejear y aparcar.
En 1998 se presentó el smart city coupé, el pequeño modelo biplaza que luego se llamó smart fortwo. Algunos tal vez os acordaréis de que la marca en sí se creó unos años antes, en 1994, y se llamaba entonces MCC Smart, por Micro Compact Car Swatch Mercedes Art. Sí, Swatch, ese grupo relojero suizo, que además de marcas como Omega, Longines o Tissot, vende relojes atrevidos y desenfadados bajo el nombre Swatch, andaba detrás de aquel primer smart.
Recordando esto no es de extrañar que el diseño de los smart fuera también desenfado y lleno de color. Los años pasaron, en 2002 la marca cambió su nombre a simplemente smart, y ahora, 16 años después de aquel primer cochecito, y algún que otro pequeño restyling para sobrellevar mejor el paso del tiempo, llegan los nuevos smart, tanto el pequeño biplaza, el smart fortwo 2014, como el pequeño utilitario de cinco puertas, el smart forfour.
smart fortwo 2014: un cochecito simpático
El nuevo smart fortwo 2014 es un cochecito simpático y entrañable. Es un coche agradable de ver y que dibuja una sonrisa. Es pequeño y redondeadito, con faros grandes, y hasta cierto punto puede parecer de juguete. El que combine dos colores, y también el colorido del que hace gala en el interior, lo hace fresco, alegre, desenfadado y más simpático aún.
Para los que se fijen en los detalles, también los hay: la parrilla es de hexagonos, las ópticas principales integran una fina luz de circulación diurna LED y hay diferentes diseños de llantas de aleación, pero las bitono, de fondo negro y frente pulido, le quedan muy bien.
Dentro reina igualmente esa misma sensación alegre, joven y desenfadada. La primera impresión es bastante desbordante, cuando abres la puerta y te encuentras mucho color, siempre combinado con el color de la carrocería. Fijaos en este smart fortwo de las fotos, azul y blanco por fuera... y azul y blanco por dentro.
Los nuevos smart y el nuevo Renault Twingo 2014 comparten muchos componentes, pero no esperéis encontrar el mismo salpicadero o los mismos paneles de puertas en uno y otro. Eso sí, quien se fije en los detalles verá que pequeños elementos como los tiradores interiores de las puertas, la palanca de cambios, o el mando de los espejos retrovisores eléctricos, y alguna otra cosilla más por el estilo, son Renault.
Y también es Renault el sistema de infoentretenimiento de la consola central, con pantalla táctil a color de 7 pulgadas y navegación GPS TomTom, es un R-Link, con el logo de smart, pero R-Link al fin y al cabo. Sigue siendo simple, intuitivo y fácil de manejar.
Pese a que la atmósfera general del interior del nuevo smart fortwo 2014 es moderna, hay un par de elementos que pueden tener cierto aire un poco retro: el velocímetro grande, de semicircunferencia y analógico, aunque en el centro incluya una pantalla a color, y el climatizador que tiene un mando deslizante horizontal para seleccionar la temperatura.
Por cierto, con las luces apagadas el número de la temperatura seleccionada no se ve muy bien. El tacómetro es un reloj exento a parte, pequeño, que se coloca por encima del salpicadero a la izquierda del cuadro principal. Es pequeñito pero suficiente.
Los acabados interiores son muy dignos y aunque todo es plástico duro, algunas partes pintadas a juego, tiene buen aspecto, los ajustes son correctos y no hay nada grave criticable en cuanto calidad visual, muy razonable para este tipo de coche. La parte alta del salpicadero, como ya sucedía antes, está tapizada. Es agradable, pero sospecho que debe ser menos práctico a la hora de limpiar el polvo del salpicadero.
Un interior para dos espacioso
He notado al subirme al coche que el suelo está un poco más alto de lo que vendría a ser normal, casi como si hubiera un doble fondo, o como si fuera un coche eléctrico, en el que el suelo está más alto para dejar espacio debajo para la batería. No me extrañaría que así fuera, previendo ya la versión eléctrica que está por venir.
El puesto de conducción es muy correcto, la pantalla táctil queda a mano y el cuadro de instrumentos se ve bien. El asiento es un poco duro, pero eso es cuestión de gustos. Para mi estatura y mi colocación al volante, el cinturón de seguridad me quedaba un poco alto, y desafortunadamente no es regulable en altura.
Si bien por fuera el coche se ve tal y como es, muy pequeño, cuando estás dentro se te olvida que vas en un cochecito que mide poco más de 2,69 m de largo. El habitáculo es espacioso, la altura libre al techo es suficiente y es bastante ancho. Desde luego es notablemente más ancho que el viejo smart fortwo, pues no olvidemos que la anchura exterior del coche ha aumentado en 10 cm.
El maletero es razonable para un coche tan pequeño: tiene 260 litros según la marca, aunque a mí me ha parecido un poco menos. El separador entre el maletero y el habitáculo es una lona flexible y el cubremaletero no es una bandeja rígida, es también lona flexible, como en los familiares y monovolúmenes.
Para acceder al maletero se abre por un lado la luna, hacia arriba, y por otro lado la puerta, hacia abajo, como en algunos todoterrenos. Resulta cómodo para cargar y descargar cosas y soporta incluso el peso de una persona sentada encima.
Debajo del maletero está el motor, como en el Renault Twingo y en el smart forfour. Aunque debajo de la moqueta del maletero hay una gruesa capa de material aislante, pasa algo de calor al maletero, así que habrá que tenerlo en cuenta cuando se lleven ciertas compras, no sea que no lleguen a casa íntegras.
En la parte delantera, debajo del capó, están el radiador, y los sistemas auxiliares, como la batería, el sistema de servofreno, el líquido limpiaparabrisas y el líquido refrigerante. El pequeño capó de plástico es muy ligero y no se abre de manera convencional con bisagras, sino que se tira de dos sujeciones a ambos lados de la parrilla y se coge con ambas manos para desencajarlo y dejarlo colgando de un par de correas. Se bloquea con la misma llave del coche para que nadie lo toquee cuando dejemos el coche aparcado.
Al volante también se te olvida que es un coche tan pequeño
El nuevo smart fortwo 2014 ha mejorado notablemente su tacto de conducción y comportamiento dinámico con respecto al anterior. La mayor anchura también se hace notar para moverse más estable y seguro. De nuevo cuando lo conduces se te olvida que es un coche muy pequeño, y puede pasar por un utilitario convencional más.
Hay dos suspensiones posibles, la normal y otra un poco más firme y rebajada del paquete deportivo. Sinceramente creo que el tarado normal va muy bien y sobre todo para ciudad no le encuentro ventajas al deportivo. La suspensión me ha parecido muy equilibrada, de dureza intermedia y cómoda, que hace que los baches no se noten mucho, ni dé la sensación de que algo se va a romper. Tiene un rodar de coche un poco más grande y estable.
Con el tarado deportivo diría que sí se notan más los baches, alcantarillas y adoquines, así que no me convenció mucho, porque además la suspensión normal tampoco es que provoque grandes balanceos o cabeceos de la carrocería.
La dirección es de tacto muy blando, y bastante desmultiplicada, pero aun así como este coche gira mucho, resulta muy rápida y ágil, aunque no transmite apenas nada. Lo que más sorprende del coche es lo bien que gira, y el poco espacio que necesita para hacerlo, casi parece que gire como un compás, pues la rueda trasera interior apenas se mueve del sitio.
El tacto del cambio manual de cinco velocidades es también blando, pero las marchas entran bien y es correcto. Sobre los pedales tuve la sensación de que el embrague quedaba un poco alto, pero blando y suave, y que el freno era un poco blando y esponjoso, aunque el coche frena bien, pero hay que hundir un poco más el pie en el pedal.
Entre los motores de gasolina de 71 CV y de 90 CV, después de probar los dos, debo decir que me quedo con el más potente. Ambos son de tres cilindros, aunque el primero es de 1.0 l y el segundo es de 0,9 l. El de 90 CV y 135 Nm de par tiene además turbo. Si a alguien le suena el motor 0.9 TCe de Renault, que sepa que es ese mismo.
El smart fortwo 2014 pesa en vacío unos 825 kg con el motor de 71 CV, y unos 900 kg con el motor de 90 CV. No corre mucho: acelera de 0 a 100 km/h en 14,9 s con el primero y en 10,7 s con el segundo. Ambos motores son un poco rumorosos al ralentí y generan algo de vibración.
Con el motor de 71 CV el fortwo se mueve bien por ciudad, pero si uno quiere conducir un poco más rápido, o sale por autovía, el motor está más justo y hay que recurrir más al cambio de marchas y a revolucionar el motor para tener más vidilla. Y lo malo de esto es que el consumo sube.
Con el motor de 90 CV el fortwo se mueve mejor, tiene más aceleración y no hay que estar tan pendiente del cambio, aunque por debajo de 2.500 rpm es un poco calmado y por debajo de 2.000 rpm perezoso. En general responde de manera bastante lineal.
Tuve también ocasión de probar brevemente, y solo por ciudad, una unidad con el nuevo cambio automático de doble embrague de seis velocidades, aunque los ingenieros insistieron en dejar claro que todavía eran unidades experimentales y que no era la versión definitiva de la caja. Para moverse por ciudad me parece la mejor opción. Funciona bien y cambia de manera bastante suave de marchas. Desde luego es mucho mejor que el viejo cambio de embrague pilotado.
Durante la prueba, con trayectos con algo de autovía y mucha ciudad, con el motor de 71 CV el consumo medio según la computadora de a bordo fue de entre 8,2 a 9,0 l/100 km, mientras que con el motor de 90 CV el consumo fue de entre 6,3 y 7,2 l/100 km. Lo dicho, creo que compensa pagar un poco más y llevarse el motor turbo.
smart forfour 2014: primo del Renault Twingo
El smart forfour 2014 coge el relevo que dejó medio perdido el primer forfour cuando dejó de producirse en el año 2006. Por si alguno no se había enterado es primo del Renault Twingo, y si el fortwo comparte bastantes cosas con el francés, el forfour comparte todavía alguna más.
De todos modos se aplica lo mismo que ya hemos dicho, no son mellizos, ni una fotocopia, cada uno tiene su identidad, exterior y sobre todo interior. El habitáculo es el mismo que el de un smart fortwo en la parte delantera, solo que ahora, gracias a la mayor longitud de 3,49 m (80 cm más) aparecen dos plazas en la parte trasera.
Estas plazas posteriores son muy justas de espacio, y además si se mide más de 1,80 m de alto la cabeza va a tocar en el techo, al menos en la versión que probamos, que tenía techo practicable. Mi compañero de prueba, que mide del orden de 1,85 m, directamente no podía entrar en la plaza. Así que conviene tener esto en cuenta.
Por cierto, dos detalles: las puertas posteriores abren un ángulo de 85 grados para facilitar la entrada, lo cual es realmente mucho, y las ventanillas posteriores son solo proyectables (no suben y bajan). La banqueta de estas plazas puede ser una pieza entera, y es como viene de serie, o bien pueden ser dos banquetas separadas por un módulo central con hueco para objetos y sujetavasos.
Aunque pueda parecer ilógico, el maletero es un poco más pequeño que en el fortwo: tiene 185 litros. Los asientos posteriores permiten cierta versatilidad. Primero su respaldo tiene dos posiciones posibles de inclinación, en la menos inclinada se gana un poco de espacio para el maletero, sobre todo para meter maletas un poco más grandes y cuadradas.
De manera opcional los asientos posteriores tienen además una solución ingeniosa, la banqueta (cuando son dos banquetas por separado) se abate y gira 180 grados, de modo que queda más baja, casi en el suelo, y se facilita el cargar bultos en las plazas traseras (aquí puedes ver una foto).
Por último los asientos posteriores son también abatibles, y también lo es el respaldo del asiento del acompañante, por lo que se pueden llevar objetos más voluminosos y largos.
La conducción del smart forfour 2014 me ha parecido muy similar a la del fortwo, por tacto de dirección, pedales y cambio. La suspensión es cómoda y equilibrada, y quizás sea un poco menos saltarín el eje posterior que en el fortwo. En este caso solo conduje una versión con la suspensión normal, no la del paquete deportivo.
Se puede circular bien por carreteras secundarias, el coche es fácil de conducir, estable y no se mueve mucho. Aunque sea de propulsión trasera es difícil que haga algún extraño, incluso al acelerar a fondo con giro de volante, pues actúa el control de estabilidad, aunque de manera suave.
Este smart también venía con el techo de lona, que se puede abrir y dejar el coche casi descapotado. Su inconveniente es que deja entrar bastante ruido del exterior.
La unidad que probamos llevaba el motor de gasolina turbo de 90 CV, y puedo decir lo mismo que antes, es un motor un poco rumoroso y que genera alguna vibración, pero que mueve bastante bien al coche y opino que es el más recomendable de la gama. Conduciendo esta vez más por autovía y carreteras secundarias el consumo medio según computadora vino a estar alrededor de los 6,5 a 7 l/100 km.
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
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