Probamos el nuevo SEAT Ibiza: algunos cambios por fuera, más digital por dentro pero sobre todo brilla al conducirlo

El SEAT Ibiza ha sido el coche jóven por excelencia de la marca española durante muchos años. Se han vendido más de 6 millones de unidades de todas sus generaciones, y ahora a pesar del fenómeno SUV, sigue siendo el predilecto de muchos jóvenes y ya no tan jóvenes. Acaba de recibir una importante puesta al día, así que lo hemos probado para saber qué ofrece.

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Hablar de SEAT Ibiza es hablar de juventud y frescura, dos atributos que siempre han rodeado al pequeño coche español desde su lanzamiento hace 37 años en 1984. No en vano, gracias al Ibiza la edad media de los clientes de SEAT es 10 años inferior a la del resto del Grupo Volkswagen, lo cual es mucho decir.

El pequeño Ibiza es un icono y como tal, no quiere permitir que sus hermanos recién llegados, más grandes y altos, los SUV, le roben protagonismo. Por eso esta vez se ha renovado por fuera y por dentro para mantenerse al día.

¿Qué cambia en el nuevo SEAT Ibiza?

Al igual que su hermano de tipo SUV el SEAT Arona, el nuevo SEAT Ibiza ha sufrido una renovación en el diseño exterior y una renovación completa en el interior, donde los últimos sistemas de conectividad y asistencia al conductor junto con las luces LED marcan los nuevos tiempos del Ibiza.

Empezando por el habitáculo, encontramos nuevas salidas de aire redondeadas, con molduras que las enmarcan en diferentes colores dependiendo del nivel de acabado elegido: rojo para FR, burdeos para Xcellence y miel mostaza para Style y Reference.

Las luces LED han cambiado, junto con las pantallas, el aspecto interior del coche.

Además estas salidas de aire pueden llevar luz en su interior, ya sea como opción en todos los acabados o de serie en los niveles de acabados Plus que cuestan 200 euros más de sobreprecio.

La zona central del salpicadero está marcada por las pantallas flotantes que incorporan el sistema de info entretenimiento. La pantalla de serie ahora es de 21 cm (8,25’’), mientras que la pantalla opcional es de 23,4 cm (9,2’’). Han crecido un 20% de tamaño respecto a las anteriores.

Le complementa el Digital Cockpit con pantalla de 26 cm (10,25’’) que es de serie en las versiones de acabados Xcellence Plus y FR Plus o en opción en las otras.

Por lo demás se ha trabajado para que los ajustes sean mejores y los materiales, como por ejemplo la goma blanda en la parte superior del salpicadero, hacen que la calidad percibida desde el puesto de conducción sea muy buena.

Las gomas blandas en el salpicadero y los buenos acabados destacan en el interior.

En el caso de las versiones con acabado Xcellence y FR el volante ergonómico y multifunción forrado en Nappa es sorprendente para un coche de su segmento y precio.

Completa el interior un habitáculo bastante amplio tanto en las plazas delanteras como en las traseras, por detrás de las cuales hay un maletero amplio de 355 litros de capacidad con una boca de carga amplia y situada muy baja para facilitar la labor de meter y sacar el equipaje.

Novedades por fuera

A nivel de diseño exterior, el nuevo SEAT Ibiza recibe unas pocas pinceladas para mantenerlo al día y fresco. Son tan sutiles que es posible que muchos no seáis capaces de reconocer esas novedades a simple vista, así que vamos a repasarlas.

La iluminación es 100% LED en todos los acabados, lo cual además de modificar ligeramente su mirada, también hace que consuma menos energía y el coche sea más eficiente.

Hay tres nuevos diseños de llantas, con dos de 17'' y una de 18'' (la de las fotos) que realzan su aspecto dinámico y deportivo.

Este es el único diseño de llanta disponible en 18 pulgadas.

También cambian los logotipos, empezando por el de la propia SEAT que ahora tiene un acabado bitono, mate en la parte central y brillante por los bordes.

Además en el portón trasero las letras Ibiza adoptan el estilo manuscrito que conocemos de otros modelos. Las novedades terminan con los colores de carrocería, que suman ahora los Azul Saphire y Azul Asphalt para dejar un total de nueve opciones disponibles.

Equipamiento de segmento superior

Más alla de la conectividad por Apple CarPlay y Android Auto, el nuevo SEAT Ibiza destaca por la llegada de algunos elementos de equipamiento y asistencias al conductor dignos de segmentos más altos.

Así cuenta con conducción semiautónoma de nivel 2, al tener asistente de salida involuntaria de carril, el asistente lateral o de ángulo muerto, el reconocimiento de señales de tráfico y el asistente de luces automáticas de carretera, todo ello hasta hace muy poco tiempo más propio de un coche de un segmento superior.

Cinco motorizaciones

El nuevo SEAT Ibiza se ofrece con cinco motores diferentes, con potencias de entre 80 CV (59 kW) y ​​150 CV (110 kW), en gasolina y gas natural comprimido, asociados a transmisiones manuales o DSG de doble embrague: 1.0 MPI 80 CV manual, 1.0 TSI 110 CV, con cambio manual o DSG, 1.5 TSI 150 CV con cambio DSG y sistema de desconexión de cilindros, y 1.0 TGI 90 CV con cambio manual y etiqueta ECO de la DGT.

Para la toma de contacto elegí un Ibiza 1.5 TSI de 150 CV con cambio DSG, la versión más potente de cuantas hay disponibles hoy en día en el Ibiza, que recordemos ya no tiene versiones Cupra desde  que se lanzó la generación actual.

Me pongo en marcha para hacer unos cuantos kilómetros por los alrededores de Madrid y lo primero que me llama la atención es la suavidad que transmite todo el conjunto, lo cual se traduce en un confort de marcha realmente espectacular.

Este motor tiene sistema de desconexión de cilindros y eso hace que en situaciones de baja exigencia, el coche se mueva en dos cilindros. Cuando levantas el pie del acelerador o si lo llevas a medio gas, el solo interpreta que pueden dejar de trabajar dos cilindros.

Cuando toca cambiar de estilo de conducción y pedirle respuesta, basta con pisar un poco más a fondo el pedal derecho y el coche cambia por completo su carácter, a pesar de mantener la suavidad de marcha como principal atributo.

El 1.5 TSI empuja bien y permite ganar velocidad con alegría. Además se lleva muy bien con la caja de cambios DSG de 7 velocidades, que cuenta con levas en el volante para cuando quieres usarlo en modo secuencial y que gracias a esa séptima marcha desahoga la mecánica en carretera.

A nivel aerodinámico apenas hay ruidos y eso, hace que el coche se sienta muy confortable. Me sorprende también en este sentido que a pesar de llevar el nivel de acabado FR y las llantas más grandes de 18 pulgadas, no se siente nada rígido.

Todas estas buenas sensaciones en carreteras amplias, las trasladamos luego a una carretera mucho más revirada, por la que suelo probar los nuevos coches que pasan por mis manos.

Ahí el nuevo SEAT Ibiza se mueve con agilidad, demostrando que tiene un gran chasis y que permite pasártelo en grande en condiciones de conducción deportiva. Sin llegar a ser un deportivo, la precisión de la dirección y lo comunicativa que se muestra, hará que te diviertas mucho conduciéndolo.

Sin duda, se trata de un modelo que sigue teniendo en el equilibrio uno de sus principales atributos, y ahora se une una dotación tecnológica mayor y la digitalización de su interior para hacer que la vida a bordo sea más acorde con los tiempos que corren.

Precios del SEAT Ibiza 2021

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