Un nuevo Renault ZOE llega en 2020. Un coche eléctrico renovado que alcanza su tercera generación con novedades que no son suficientes para convertirle en un coche 100% nuevo, pero sí en un paso más hacia la socialización de los coches eléctricos.
El pequeño ZOE es un utilitario que se permite el lujo incluso de mejorar las cifras del Nissan LEAF, rozando los 400 km de autonomía homologada y superando con tranquilidad la barrera de los 300 km en uso real, además de hacerlo con mayor soltura gracias a un nuevo motor más potente.
Renault ZOE: exterior conocido, interior de Clio
Las medidas exteriores son exactamente las mismas en este nuevo ZOE, así que nos podemos hacer una idea rápida que es una evolución progresiva más que una generación completamente nueva: 4.084 mm de largo, 1.730 mm de ancho y 1.562 mm de alto con 2.588 mm de distancia entre ejes. La capacidad del maletero se mantiene fija con unos más que suficientes 338 litros.
Pero sí que ha habido cambios exteriormente. Renault dice que sus clientes aprecian especialmente el diseño del ZOE, así que no se han querido apartar demasiado. El frontal tiene un paragolpes más marcado y unos nuevos faros full LED con luz diurna en forma de C. Por delante es más agraciado que el anterior modelo pero por detrás sólo cambia los pilotos, también full LED pero ahora con intermitentes secuenciales.
Con una configuración de cinco puertas, el Renault ZOE sigue siendo un coche pequeño que en su interior da cobijo a cinco ocupantes reales. Las plazas traseras tienen un buen espacio disponible a excepción de la parte inferior de la consola central en el lado del pasajero, demasiado voluminosa. En las plazas traseras el espacio es justo, sin más, para dos ocupantes y estrecho para tres adultos.
Parando al interior encontramos la gran novedad. Desde 2012 hasta ahora, el Renault ZOE era un producto tecnológico con unas capacidades que ha ido evolucionando pero el interior siempre ha estado un paso por detrás del espíritu que ofrecía. Para 2020 el ZOE cambia su interior por completo para que el cliente se encuentre con un coche mucho más elaborado y sin ese regusto a coche barato que podía transmitir su habitáculo.
Las inserciones textiles en las molduras hacen que el interior sea notablemente más acogedor, pero aun así sigue habiendo elementos mejorables, como el plástico duro presente en todas las puertas y la parte inferior del salpicadero o ensamblajes mejorables como la unión del techo con el pilar A.
El salpicadero se ha rediseñado por completo. El cuadro de mandos es una pantalla de 10 pulgadas completamente digital y a color de serie en todas las versiones se esconde detrás de un volante multifunción de aspecto moderno y mucho menos voluminoso, con un aro de dimensiones agradables al tacto.
En la parte central los mandos son infinitamente más agradables y dan una sensación de calidad muy superior, son más contemporáneos y elegantes y, sobre ellos, se yergue una nueva pantalla que abre la puerta a un nuevo sistema de infoentretenimiento. Volante, pantalla y botoneras son las mismas que utiliza el nuevo Renault Clio.
Esta nueva pantalla es de serie en el acabado más alto y opcional en el de acceso. Con una disposición de tablet volada, adopta una disposición vertical en lugar de horizontal para poder incorporar función de pantalla partida. Su funcionamiento es correcto y limpio, aunque no es todo lo rápido que cabría esperar. La conectividad con Apple CarPlay y Android Auto es correcta.
La transformación del interior también ha mejorado el espacio entre los asientos delanteros, prescindiendo de la anterior (y excesivamente voluminosa) palanca de cambios a favor de un selector mucho más pequeño y agradable a la vista. También se ha suprimido el freno de mano analógico por uno eléctrico y se ha incluido una plataforma de carga inalámbrica para Smartphone, totalmente plana y sin sujeciones.
Más potencia para uno de los coches eléctricos de referencia
Una de las bazas más importantes del nuevo Renault ZOE es la incorporación de un nuevo motor R135 de 135 CV y 245 Nm de par motor que se añade al ya conocido R110 de 110 CV. Así, el R110 se queda como el modelo de acceso sólo disponible con el acabado Intense, el más bajo de los dos disponibles.
Dinámicamente el nuevo Renault ZOE no cambia demasiado, es decir, sigue siendo el mismo coche de comportamiento ágil y centro de gravedad bajo que se mueve con facilidad aunque con limitaciones. La diferencia es que ahora empuja más y llevando el pedal hasta el fondo encontramos una función kickdown donde embiste con todas sus ganas de manera suficiente para acometer adelantamientos en carretera con soltura.
Más allá de la potencia máxima, el ZOE es un coche con una respuesta agradable, sin brusquedades aunque con energía y muy dosificable. También es un coche más silencioso que antes pues se ha reforzado el aislamiento del habitáculo y el ruido en el interior es todavía más parco.
La dirección es precisa y de reacciones vivas, pero como suele ocurrir en los coches eléctricos y más en aquellos de corte urbano, está muy asistida y filtrada, así que no recibiremos una gran cantidad de información por su parte.
Gracias a esta agilidad el ZOE se puede meter con decisión en curva, luciendo un carácter incluso juguetón hasta que la física empieza a hacer su efecto y saca a la luz un conjunto de peso elevado que es empujado hacia el exterior por la fuerza centrífuga. En total son 1.502 kg los que pesa este nuevo ZOE, 45 kg más que la generación precedente de los que 20 kg corresponden a la batería de mayor densidad y el resto al mejor equipamiento de esta generación.
Como novedad en el ZOE 2020 se ha incluido en la caja de cambios un doble modo de funcionamiento. Por una parte tendremos el tradicional modo D para avanzar mientras que el nuevo modo B hace las veces de una suerte de single pedal. Este modo B intensifica la retención del motor al soltar el acelerador y haciendo aún menos necesario el uso del pedal del freno salvo en las frenadas más intensas.
En ciudad la retención es bastante acentuada, obligando a mantener el pedal del acelerador pulsado si queremos avanzar con muy poca o nula retención, pero en carretera su uso se hace un tanto particular. Circulando a velocidad elevada no decelera con la misma intensidad pero sí que aguanta el coche a la entrada de las curvas. Es necesario un periodo de adaptación en cualquier caso y no hemos visto en la práctica un impacto sobre la autonomía, pues al final este modo nos obliga a jugar con los pedales de una manera distinta para realizar una conducción similar.
Adicionalmente existe un modo ECO que, del mismo modo, tampoco nos ha acabado de convencer. A baja velocidad la aceleración está muy amortiguada y sin tener que alcanzar velocidad más allá de los 50 km/h puede ser interesante para rebajar consumos, pero circulando por carretera nos obliga a hundir el pedal del acelerador para mantener el ritmo.
En esta primera toma de contacto el consumo ha sido bastante elevado. La ruta de unos 250 km ha transcurrido prácticamente en su integridad por las carreteras de Cerdeña, con poco tramo urbano, nulas vías rápidas y muchos tramos revirados de montaña. El consumo final ha sido de 14,8 kWh y la autonomía restante indicaba casi 100 km más y algo menos de un 30% de capacidad de la batería.
De esta manera el resultado final arroja unos datos que se aproximan bastante a los 395 km en total que promete Renault según ciclo de homologación WLTP. En la práctica esto supone un 25% más de autonomía que con respecto al modelo saliente y un nuevo salto adelante en la evolución del Renault ZOE.
Para conseguir estas cifras en Renault han trabajado sobre la misma base técnica que ya tenían pero mejorando la tecnología. El paquete de baterías ha crecido hasta los 52 kWh gracias a una arquitectura y electrónica nuevas que permiten usar un número superior de celdas en el paquete y con una mayor densidad de energía. Además también se ha variado la gestión del motor eléctrico así como la regeneración en busca de una mayor eficiencia.
Otra de las grandes novedades es que el nuevo ZOE permite la carga rápida DC hasta 50 kW por primera vez en el modelo. Conectado a este tipo de cargadores el ZOE puede acumular 150 kilómetros de autonomía en tan solo 30 minutos. El resto de opciones de carga es mucho más modesto, pudiendo cargar a 2,3 kW, 3,2 kW, 7,4-11 kW o 22 kW, llevando una noche completa para la carga de menos potencia.
Para soportar la carga a 50 kW la firma francesa ha reforzado la refrigeración del paquete situado en la parte inferior del vehículo mediante un sistema de ventilación y esta a su vez ha sido una de las cuestiones para no introducir cargas de mayor potencia. De haber superado la barrera de los 50 kW tendrían que haber replanteado la refrigeración, algo viable en el caso de una batería completamente nueva pero no para un paquete actualizado como es el caso.
El Renault ZOE es cada vez más el coche eléctrico apto para todos
En líneas generales el ZOE es un coche eléctrico que va madurando y que para esta reedición le ha tocado el turno al interior, dando un salto cualitativo considerable, y que representa un punto de inflexión en la experiencia que los ocupantes van a tener en el ZOE. Más aún si nos fijamos en que se ha reforzado el aislamiento tanto de los paneles laterales como en el cortafuegos; Renault ha querido que su ZOE marque diferencias con una calidad percibida superior.
También a nivel dinámico ha mejorado gracias a la evolución de su motor, siendo ahora más potente y manteniendo el mismo rendimiento en curva. Todo ello encerrado en un envoltorio que nos resulta familiar, bien valorado por sus clientes pero un poco más moderno y menos naíf.
Ahora sólo nos falta saber el precio del nuevo Renault ZOE. La marca del rombo asegura que en el mes de noviembre cuando se abran los pedidos (las primeras unidades se entregarán en enero de 2020) nos encontraremos en un precio en la línea del actual (que arranca en 33.960 euros para el R110 más barato), aunque viendo la evolución del ZOE es de esperar que además de más capaz y mejor acabado sea un coche también más caro.