La prueba del Renault Talisman Sport Tourer nos confirma que hay familiares cómodos y divertidos

El de los familiares no es un segmento de moda ni consigue unas cifras de ventas brillantes en España, ni siquiera la cuota de mercado se acerca a la media europea, pero es un segmento en crecimiento y muy estable en el tiempo, no parece dejarse influenciar mucho por las modas. Renault lo sabe y prueba de ello es su amplia oferta en este tipo de carrocerías.

La punta de lanza es el nuevo Talisman Sport Tourer (Talisman sin tilde, aunque en España nos cueste escribirlo y debamos leerlo como si la llevase). Renault anuncia este modelo como el familiar más grande y tecnológico que ha fabricado jamás y está claro que razón no les falta, mide casi cinco metros y llega repleto de tecnología de todo tipo.

Javier ya os contó en la novedad las características principales de este familiar, así que me voy a centrar en la nueva información que me he traído de Asturias tras asistir a la presentación nacional del modelo y a contaros mi experiencia de conducción, que ya te adelanto que merece la pena y que el Talisman en un familiar grande pero también marchoso.

Hablemos de diseño

4.865 milímetros de largo no son moco de pavo, se trata de un lienzo de grandes dimensiones para los diseñadores y también un reto para evitar que parezca una mole con ruedas. Por delante sin novedades respecto a la berlina, pero la forma de resolver la trasera es digna de mención. Primero porque es la parte característica de este modelo y segundo por las soluciones de diseño aplicadas.

Para empezar hay que decir que es sólo 16 milímetros más largo que la berlina de la que deriva y simplemente por el diseño del portón y paragolpes trasero, pero no tiene un voladizo mayor ni más distancia entre ejes. Esto hace que el comportamiento dinámico sea prácticamente idéntico. Y es que, no sólo comparte cotas, además la diferencia de peso es de sólo 60 kilos más para el familiar.

Tres puntos a destacar en la trasera del Talisman Sport Tourer: techo, hombros y pilotos. El techo se caracteriza por una línea descendente y dos abultamientos en los laterales que simulan una doble burbuja y no sólo mejoran la aerodinámica, también el aspecto visual. Además los hombros son muy anchos para ofrecer una imagen de estabilidad y robustez, que junto con los grandísimos pilotos horizontales, enfatizan la sensación de anchura.

Manda el maletero, pero no se descuida el resto

Antes de centrarnos en el maletero, que es lo característico y uno de los principales elementos de decisión de compra de un coche con carrocería familiar, te recuerdo que el interior del Talisman está desarrollado en busca de un amplio espacio para sus pasajeros y para su comodidad. Pero también se ha desarrollado y diseñado con calidad y para aparentar calidad, es decir, no sólo para tenerla, también para que se perciba.

Y Renault lo ha conseguido, cuando entras al habitáculo del Talisman te envuelve una sensación de calidad, de estar en un buen coche. Bien es cierto que hay algunos remates de acabado mejorables y algún plástico por la parte baja que reduce ese halo de glamour que te ofrece el Talisman, pero respecto al Laguna se aprecia una notable mejora en el cuidado por los detalles.

Pasamos al maletero y encontramos que tiene una capacidad de 572 litros hasta la cortinilla que cubre la carga. No es el más amplio de su categoría e incluso encontramos modelos del segmento C con más capacidad de carga que el Talisman Sport Tourer, pero los litros de maletero en los familiares hay que cogerlos con pinzas. El motivo es que se miden hasta la cortinilla que cubre la carga y sólo con situar ésta cinco centímetros más arriba o más abajo la cifra puede variar en más de cien litros.

El caso es que el Talisman cuenta con un maletero muy aprovechable que hasta el techo ofrece más de mil litros de capacidad. Tiene portón trasero con accionamiento eléctrico y sistema manos libres, tanto para la apertura como para el cierre. Además el portón abre mucho y se puede programar su altura máxima de apertura para que no golpee contra el techo (por ejemplo).

El umbral de carga se sitúa a sólo 57 centímetros del suelo, la bandeja inferior (la que hace de base) consta de dos partes, una para inclinarse un poco y dejar una superficie sin escalones al abatir los respaldos traseros y otra para permitir acceso a un doble fondo de 80 litros de capacidad. Por cierto, al abatir los asientos queda una longitud disponible de 2,01 metros, para que te hagas una idea es lo que mide una cama grande.

Motores, cambios y precios

Tres diésel de 110, 130 y 160 CV de potencia, el más potente con doble turbocompresor y cambio de doble embrague EDC de seis velocidades, una caja de cambios que está también disponible como opción en el 130 CV. En gasolina la oferta se reduce a dos motores y ambos se combinan obligatoriamente con una caja de cambios EDC de siete relaciones. El primero desarrolla 150 CV de potencia y el segundo 200 caballos.

El Talisman, al igual que el Laguna 2009, cuenta de serie en algunas versiones con el sistema de cuatro ruedas direccionales 4Control. Éste es capaz de girar las ruedas traseras en dirección contraria al giro de las delanteras a baja velocidad para mejorar las maniobras y agilidad en giros cerrados, pero invierte el giro (giran en la misma dirección que las delanteras) a alta velocidad para mejorar la estabilidad y reducir los balanceos.

En función del modo de conducción elegido se modifica la velocidad de cambio de dirección en el giro de las ruedas traseras, que suele ser a 60 km/h pero en Sport no se realiza hasta los 80 km/h. Luego os contaré mis sensaciones, pero se aprecia una mayor agilidad.

Los precios a igualdad de motorización y equipamiento son aproximadamente 1.400 euros más elevados en que la berlina. Aquí tiene la lista de precios con 2.500 euros de promoción incluidos pero sin descuentos adicionales, ni PIVE, ni financiación (ya está a la venta):

Al volante del Talisman Sport Tourer

Comodidad, agilidad y aplomo. Creo que con eso se resumen al máximo las sensaciones al volante del Talisman familiar. Hemos probado un TCe 200 CV con cambio EDC, un motor con buen empuje desde bajas vueltas y que, combinado con el cambio automático hará las delicias de los que buscan suavidad, facilidad de conducción y una buena respuesta en determinadas situaciones.

Además, a tenor del consumo que nos marcó el ordenador de a bordo durante la prueba, parece que no gasta mucho y que fácilmente se pueden hacer medias de 7 litros a los cien sin buscarlas. Pero el cambio enturbia un poco un buen comportamiento cuando buscamos una conducción deportiva, en modo automático no es muy preciso rodando rápido en zonas de curvas y en manual es lento y falla es situaciones concretas.

El chasis tiene una puesta a punto que permite disfrutar de altas cotas de confort y a la vez mantiene un buen comportamiento dinámico. En autovía se muestra muy aplomado y la dirección tiene un tacto correcto. Entramos en zonas de curvas, de muchas y muy cerradas curvas para comprobar el funcionamiento del 4Control… ¡Mamma mía!

No parece que estemos conduciendo un coche de caso cinco metros, el Talisman cambia de dirección deprisa y dibuja las curvas de forma precisa y con mínimos balanceos de la carrocería. De hecho parece que la trasera no se abalanza cuando llegamos frenando y metiendo un poco de volante. Muy bien por el 4Control, al que sólo le encuentro la pegas si decides ir a por todas y buscar los límites.

No es que lo haga mal, sino que no te transmite lo mismo que un eje trasero convencional y cuesta confiar en él. Quizá con más tiempo te acostumbres y esto sea sólo anecdótico, pero de primeras cuesta dar ese paso que, por otra parte, buscar los límites no es algo que se vaya a hacer todos los días con un familiar del segmento D.

El Talisman Sport Tourer me ha sorprendido por su comportamiento dinámico gracias al 4Control, pero también por la calidad de sus interiores. Me quedo con ganas de conducir el diésel de 130 y el 160 CV, dos opciones que parecen interesantes ya que este tipo de coches se venden principalmente con motorizaciones diésel.