Probamos el nuevo Renault Clio: el eterno utilitario viene ahora con 'tablet' integrada y tendrá versión híbrida y de GLP
Con 15 millones de unidades vendidas en sus cuatro generaciones, el Renault Clio ya se ha convertido en un icono. Ahora, tras cinco años de desarrollo podemos conocer la quinta generación de este coche, que ha sufrido una completa transformación por dentro.
Una pantalla vertical de 9,3 pulgadas protagoniza el habitáculo mientras que todos los motores, tres gasolina y dos diésel, se estrenan en el nuevo Clio. Y ojo porque en 2020 vendrá la versión híbrida con una batería de 1,2 kWh, y también habrá GLP. Vamos con las impresiones al volante del utilitario galo.
Evolución exterior, revolución interior
El Renault Clio 2019 ha sido diseñado a partir del principio evolución/revolución: el diseño exterior cambia ligeramente del de la cuarta generación mientras que el interior ha sido replanteado por completo.
Inaugura demás la plataforma CMF-B, lo que ha permitido reducir el peso en 50 kg, y una arquitectura eléctrica y electrónica.
Aún sin precios a la vista, se espera que el nuevo Clio abra pedidos en julio de este año, mientras que las primeras entregas se realizarán en septiembre. Como novedad, Renault Sport introduce en el Clio su firma R.S. Line, que sustituirá gradualmente a la actual GT-Line.
Este nuevo Clio gana en expresividad con una calandra más grande y el paragolpes delantero más marcado. Incorpora faros full led desde el primer nivel de equipamiento que permiten 70 metros más de alcance respecto a los halógenos, y como novedad en un Clio incluye deflectores de aire a la altura de los pasos de rueda delanteros.
En cuanto a dimensiones, es 12 milímetros más corto (4050 mm de largo y 1798 mm de ancho), pero gana en habitabilidad. La altura de la carrocería -cinco puertas- baja 8 milímetros (1440 mm de altura) y hasta 48 milímetros en el extremo del alerón.
Longitud | Distancia entre ejes | Altura | Anchura total con retrovisores recogidos/con retrovisores desplegados | Distancia al suelo |
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4050 mm | 2583 mm | 1440 mm | 1798/1988 mm | 135 mm |
El maletero también se ha rediseñado; su umbral es más alto, la puerta está mejor integrada y gana 61 litros respecto a la versión anterior, ofreciendo 391 litros gracias a la integración del sistema BOSE en el revestimiento lateral. Cabe apuntar que en la cifra anunciada se incluyen los litros extra del doble fondo.
Volumen del maletero gasolina / diésel | Volumen del maletero máximo, banqueta abatida |
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391/366 l | 1.069 l |
Según versión, las llantas son de hasta 17 pulgadas y la gama estrena varios colores de carrocería (la paleta cuenta con 11 tonalidades en total), como el Naranja Valencia, el Marrón Visón o el Azul Celadón, así como tres paquetes de personalización exterior.
Una vez dentro lo primero que llama tu atención es la gran pantalla multimedia que reina en el habitáculo. Se trata del nuevo Smart Cockpit; ahora más compacto, libera espacio e integra más tecnologías. Su formato vertical ligeramente curvado emula al de un teléfono móvil y desde ahí se pueden acceder a todas las funcionalidades del coche de manera bastante intuitiva.
El nuevo Clio también integra por primera vez una pantalla digital en lugar de los tradicionales contadores analógicos del cuadro de instrumentos. La pantalla a color mide entre 7 y 10 pulgadas y permite personalizar la experiencia de conducción.
Si bien los acabados son más que aceptables, el aspecto y tacto de algunos plásticos llega a resultar demasiado rígido y artificial.
Con los ojos puestos en el motor híbrido
El nuevo Clio se comercializará con tres motorizaciones de gasolina diferentes, con potencias de 75, 100 y 130 CV, mientras que en diésel la oferta estará compuesta por mecánicas Blue dCi de 85 y 115 CV. La versión más potente de gasolina se asocia a una caja de cambios automática EDC.
Una de las sorpresas cuando el fabricante francés presentó la quinta generación del Clio en el Salón de Ginebra 2019 fue el anuncio de una motorización híbrida. Denominada E-TECH, montará un motor de gasolina 1,6 litros de nueva generación, dos motores eléctricos de 48 y 20 CV, caja de velocidad multimodos y una batería de 1,2 kWh.
Renault promete con este motor poder circular hasta el 80 % del tiempo en modo eléctrico en ciudad, pero tendremos que esperar hasta el primer trimestre de 2020 para conocerlo.
Antes de eso, a finales de 2019, se presentará el motor tricilíndrico 1.0 Sce, de tipo atmosférico y con una potencia de 75 CV, la caja automática X Tronic en el motor TCe 100 y la versión GLP del nuevo Clio.
En marcha
Una vez que procedemos a sentarnos al volante de esta quinta generación del utilitario francés, comprobamos que el acceso y salida son bastante cómodos, así como la posición de conducción.
La ergonomía de los asientos, con una banqueta alargada y una forma más envolvente, permite recoger los lumbares y tras más de una hora al volante no se perciben síntomas de malestar muscular.
La habitabilidad en las plazas delanteras es más que correcta, dejando algo justas las plazas traseras; si eres alto es más que probable que des con la cabeza en el lateral, y a pesar de homologar cinco asientos, el central resulta casi anecdótico.
El volante, que es más pequeño que el anterior, ahora ofrece más funciones, algunas algo escondidas y que precisan de práctica para dar con ellas, como la de la radio FM. Si bien el manejo de la pantalla central multimedia con tecnología Easy Link es intuitivo, para acceder a algunas funciones es necesario pasar demasiados segundos pendiente de la pantalla.
Es el caso de los tres modos de conducción disponibles: el Eco, el Sport y el My Sense. Para activarlos primero se ha de pulsar un pequeño botón situado justo debajo de la 'tablet', y una vez ahí se selecciona el modo de conducción deseado, que aparece en la pantalla.
Hemos podido probar las versiones de gasolina con turbo, el 1.0 tricilíndrico de 100 CV y el 1.3 de cuatro cilindros y 130 CV (que solo viene con caja automática) y la primera impresión es que la nueva plataforma ha conseguido que se perciba un mayor aplomo sobre el asfalto. Recordemos que el Renault Clio con motor 1.3 Tce 130 CV Automático EDC tiene un peso en vacío de 1.248 kg.
La dirección es directa y cuenta con tres grados de dureza, que si bien no son inmediatamente perceptibles, sí que consiguen modificar las sensaciones al volante en los tres modos: confort, normal y deportivo.
Unos de los aspectos más destacados de la versión más potente es que no difiere en consumos de la de 100 CV. En un trayecto de alrededor de una hora el consumo rondó en ciclo mixto los 5,5 a los 100 km.
Entre las innovaciones de seguridad, el modelo puede contar con asistente durante atascos y conducción en autopista, así como con regulador de velocidad adaptativo con Stop&Go, regulador y limitador de velocidad, conmutador automático de las luces de carretera, frenada activa de emergencia, alerta de ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico o alerta de cambio de carril y asistente para el mantenimiento de trayectoria.
En resumen, el Renault Clio es un coche cómodo y muy resultón, si bien es cierto que el cambio automático de doble embrague EDC no es demasiado comunicativo, se desenvuelve muy bien en ciudad y en carretera, resolviendo bien adelantamientos de último momento.
Seguiremos al tanto para conocer las novedades que vienen, y sobre todo, los precios.