Fue en 1999 cuando Opel lanzó al mercado la primera generación del Zafira, un monovolumen compacto de siete plazas, configurable a cinco. En estos 12 años se han vendido ya más de 2,2 millones de unidades entre la primera y segunda generación. La semana pasada Motorpasión estuvo en Múnich invitado a la presentación internacional de la tercera.
Muchas cosas han cambiado en el nuevo Zafira, incluso su nombre, ya que se ha rebautizado como Opel Zafira Tourer. Es más grande, más flexible, más eficiente, más refinado y más equipado (sobre todo en lo relativo a equipamiento de seguridad) que su antecesor. Por cierto, durante un tiempo seguirá vendiéndose el actual Zafira, como una opción más accesible y económica.
El Zafira Tourer se comercializa ya, con siete o cinco plazas (la versión de cinco, midiendo lo mismo, será algo más económica) y en tres acabados diferentes. En España puede ser necesario esperar hasta diciembre para tener uno. Tendrá a elegir dos motores de gasolina y tres motores diésel. Más adelante habrá una versión diésel ecoFLEX de bajo consumo, así como un motor de gasolina preparado de fábrica para gas, natural comprimido, o bien GLP.
Opel Zafira Tourer: nuevo bastidor, nuevas dimensiones
El nuevo Opel Zafira Tourer es más grande que el Zafira que conocíamos. Mide 19 cm más de largo, y roza los 4,66 m. La batalla también crece hasta los 2,76 m, casi seis centímetros más que antes. Mide 1,88 m de ancho y 1,68 de alto. La anchura de las vías delantera y trasera también aumenta.
El diseño del Zafira Tourer se inspira claramente en dos modelos existentes, por ejemplo del Opel Astra, de quien toma las luces de marcha diurna en ángulo (o en ala), de LEDs, la estructura de la parrilla o la línea ascendente lateral en los paneles de las puertas. El frontal se inspira también en el Opel Ampera, el coche eléctrico de autonomía extendida de la marca.
En particular en los grupos ópticos que agrupan faro antiniebla y faro principal en forma de bumerán. De LEDs son también las luces de posición y freno posteriores, con un diseño un tanto diferente a la línea del Astra o del Insignia, quizás más parecido de nuevo al de los pilotos del Ampera que a otros modelos.
Se han incluido elementos decorativos cromados en el exterior (y también en el interior): la banda horizontal superior de la parrilla delantera, el marco inferior de las ventanillas, los tiradores de las puertas y la banda entre los faros en el portón del maletero. Con un color de pintura oscuro le dan un estilo algo más distinguido.
La aerodinámica se ha mejorado, y no solo se percibe exteriormente, con un parabrisas más tendido, sino también en el interior, cuando el coche está en marcha. Los espejos retrovisores van colocados en la parte alta de las puertas, y se libera espacio en los pilares A, que son más esbeltos y en “Y”, mejorando la visibilidad.
El tren de rodaje delantero es tipo McPherson con un chasis auxiliar aislado, mientras que el tren de rodaje trasero es de eje de torsión con timonería Watt, que permite un ligero desplazamiento de la suspensión en sentido transversal, y reduce la tendencia a sobrevirar que tendría un eje de torsión sin más. Las llantas de aleación pueden ser de 16 o 17 pulgadas, de 18 y 19 pulgadas opcionales.
Muy buena calidad de acabado, quizás un poco recargada
El interior está disponible básicamente en dos colores, negro o marrón (el que veis en estas fotos), pero admite diversas variaciones de tapicería, de tela, mixta de tela y cuero, cuero y cuero perforado, donde algunas tapicerías son en negro y gris. En el interior hay muchas texturas, acabados y colores diferentes.
Opel insiste en que ha desarrollado un interior de mayor calidad y más refinado, más cercano a un modelo “premium”. Yo he tenido la sensación de que es un poco recargado. Hay muchos elementos cromados, pero también en cromo mate y en aluminio mate, todos a la vez, al menos en la versión que probé, el acabado más alto. Cambian los colores de estos elementos un poco según los acabados.
A parte de esta percepción personal, hay que decir que la calidad de acabado es muy buena, las piezas tienen muy buen ajuste, y no se encuentran a primera vista defectos de acabado. Yo no diría que es premium, pero sí que está muy bien. Los plásticos tienen buen aspecto, sobre todo los de la parte alta del salpicadero y del panelado interior de las puertas, ya que son acolchados. Hacia abajo son plásticos rígidos un poco menos vistosos pero muy correctos.
También me ha parecido que hay muchos botones, en particular en la consola central, sobre todo en el sistema de radio-navegación. El cuadro de instrumentos está bien ordenado, pero no me ha gustado mucho un anillo de perfil triangular, con doble escala, que rodea a los dígitos principales: cambia de inclinación y complica la lectura.
Los reposabrazos delanteros y traseros, y la prolongación de la consola central, tienen una línea de iluminación indirecta en color rojo, bastante discreta, pero un tanto singular, que le da un aspecto bastante moderno.
La tapicería de la versión que probé era mixta de tela y cuero. La parte de tela tenía relieve. Los asientos me parecieron cómodos, y con una sujeción lateral muy correcta. Según la documentación los hay todavía más deportivos, pero no tuve ocasión de probarlos. El asiento del conductor se regula en altura. La regulación lumbar viene si se piden los asientos ergonómicos deportivos opcionales.
El volante está forrado en cuero, así como el pomo de la palanca de cambio. Se puede regular en altura y profundidad. La posición de conducción es de monovolumen, no de turismo, me explico: se va un poco más alto y la piernas no quedan tan estiradas, aunque a mí personalmente no me molesta esta posición.
La visibilidad es bastante buena, y aunque vas alto, no llegas a ver el morro, pues es muy afilado. De manera opcional se puede pedir el parabrisas panorámico, en el que la superficie acristalada llega más arriba, hasta por encima de las cabezas de los ocupantes de las plazas delanteras, y también el techo de vidrio, sobre las plazas traseras.
El parabrisas panorámico, que Opel introdujo en el 2006, hace que el interior sea muy luminoso. Se puede cubrir la parte de vidrio adicional con un parasol deslizante opaco, que incluye también los dos parasoles abatibles típicos. A los alemanes, que no tienen tanto sol como aquí, parece que les gusta mucho el tener tanta superficie horizontal acristalada.
El vidrio tiene también protección solar, pero no sé si tal y como pega el sol en algunas partes de España sería suficiente. Para esos días basta con cubrirlo y dejarlo como un parabrisas convencional. Lo bueno es que la vista que se puede tener del paisaje puede ser espectacular en ciertos momentos (o bien mirar las estrellas de noche desde el coche puede ser todavía más romántico).
Interior espacioso y flexible, puede que demasiado
El espacio delante es notable, con altura y anchura más que suficientes. El espacio en los asientos posteriores es bueno, pero matizable. Hay que tener en cuenta que hay dos filas posteriores de asientos. La segunda fila, con tres plazas, es espaciosa, sobre todo por altura. Se puede configurar en dos plazas, resultando entonces muy espaciosa, es la disposición que Opel ha llamado Lounge Seating.
El respaldo del asiento central se puede abatir y los dos laterales del mismo se pliegan, quedando como si fueran un reposabrazos central doble. A la vez los dos asientos exteriores se deslizan hacia atrás 28 cm y hacia adentro 5 cm, resultando dos plazas con más espacio longitudinal para las piernas y con mayor anchura libre hasta la puerta.
La tercera fila de asientos, con solo dos plazas, es más pequeña, y además se accede peor que a la segunda. No está pensada para personas muy altas, sino más bien para niños. Esta fila en condiciones normales permanece oculta a la vista, con los asientos plegados y escondidos en el suelo.
En el fondo es igual que en la anterior generación, aunque el sistema Opel Flex en el nuevo Zafira Tourer se ha revisado. La tercera fila se pliega dejando un suelo de maletero completamente plano. La segunda fila de asientos se puede abatir también dejando un suelo casi plano en continuidad.
Todos los asientos se abaten independientemente y además el respaldo se puede reclinar en cuatro posiciones diferentes, a 0, 16, 20 y 24 grados de inclinacion. Los asientos de la segunda y tercera fila tienen el inconveniente de ser un poco planos, y no tener mucho apoyo lumbar (para facilitar su abatimiento).
En el Opel Zafira Tourer hay muchos huecos para guardar objetos, aunque no siempre muy grandes: dos guanteras, huecos con tapa bajo los asientos delanteros, en la consola central, en las puertas, etc. Debo poner como pega que la tapa de la guantera superior se me abrió dos veces en marcha, no sé muy bien porqué, quizás no la cerré bien, o quizás un bache un poco fuerte hace saltar el cierre.
Es curioso el sistema FlexRail, que se encuentra en la prolongación de la consola central entre los dos asientos delanteros. Es una evolución y mejora del que se monta en el Opel Meriva. En dos raíles se deslizan dos elementos, sobre el hueco con tapa de la parte inferior. Uno de ellos es un contenedor con dos sujetavasos, y el otro, por encima de este, es el reposabrazos central delantero con hueco para guardar cosas.
Así que podemos moverlos hacia delante o hacia atrás, y dejar a la vista lo que nos interese en cada momento. Se pueden retirar de los raíles para limpiarlos. Tienen un poco de holgura, y no sé si con los kilómetros podrán hacer algo de ruido, al menos de nuevo no se notaba ruido durante la marcha.
Con el deseo de tanta flexibilidad, quizás haya muchos elementos móviles, abatibles y transformables para algunos conductores. Para estos solo cabe recordar que elementos como el sistema Lounge o el FlexRail no son un equipamiento de serie en la versión de acceso. Es muy interesante el sistema FlexFix para el transporte de bicis.
Ya existía desde hace algunos años, pero ahora ha evolucionado y mejorado, y puede llevar hasta cuatro bicicletas (y no solo dos), resistiendo hasta 100 kg de peso en total. Incorpora un sistema antirrobo para las mismas. Además se puede abatir para abrir el portón del maletero sin tener que quitar las bicis. Cuando no se usa se pliega y se esconde en el paragolpes, por debajo del maletero.
El maletero es muy grande, más que en el anterior Opel Zafira. En la configuración de cinco plazas tiene un volumen de 710 litros. En la posición Lounge de los asientos de la segunda fila, se reduce ligeramente este volumen, ya que los asientos se desplazan hacia atrás. Si se abaten los asientos de la segunda fila entonces se consigue un volumen de carga de 1.860 litros.
Continuará...
ACTUALIZACIÓN: Ya está publicada la segunda parte de este artículo | Opel Zafira Tourer, presentación y prueba en Múnich (parte 2).