Opel Insignia OPC Unlimited, presentación y prueba en Alemania (parte 2)

Continuamos con la presentación del Opel más rápido de la actualidad, ¿te perdiste la primera parte ayer?

Hubo otra tentativa en la que pude superar la barrera de los 235 km/h, mi “récord” personal. Es casi el doble de 120 km/h pero es una sensación muy intensa, no hay que perder de vista ni un solo ruido de rodadura, ni una sola arruga percibida vía volante. Mucha gente tendría bastante miedo a esa velocidad.

La recta siguió hasta que pude alcanzar casi 250 km/h, el Audi que me precedía no podía ir más deprisa porque también va limitado (no sé qué motorización llevaba), seguramente 200 CV o más. ¿Y el consumo? Pues ya andaba por el entorno de los 12 l/100 km. Tocó bajar de velocidad varias veces, ante todo, seguridad.

A veces vehículos más lentos pueden tirarse a la izquierda, y se necesita un buen equipo de frenos, como en nuestro caso. Los Brembo soportaron varias deceleraciones, sin brusquedad, a una velocidad acompasada al tráfico precedente. Ya sabéis que detesto a los cagaprisas, y para nada quiero comportarme igual. Esperé pacientemente el siguiente hueco, y en modo OPC.

Se acabó abriendo ante mi una recta salvaje, donde el Audi empezó a darlo todo; y yo también. La aguja llegó a los 240 km/h y el A5 se echó a su derecha. Vi que podía ir más deprisa, y seguí pisándole. De nuevo esa sensación de velocidad brutal, mi vista se parecía al cañón de un rifle, concentrado en el punto más lejano y perdiendo perspectiva lateral (poco necesaria).

250 km/h. Se supone que ahí se acababa todo, pero el coche seguía ganando velocidad, ya muy despacio. Costó esfuerzo llegar hasta la cifra más alta: 258 km/h. No dio más. A los pocos segundos, faltaban dos kilómetros para mi salida, así que tocaba ya perder velocidad. Me habría dado igual tener el modelo deslimitado.

A duras penas pasa la aguja de las 5.000 RPM en sexta. De todas formas, estaba más concentrado en dirigir el coche a velocidad ridícula que en las agujitas. Mi acompañante, que sacó estas impresionantes instantáneas, fue el que pudo verlo con nitidez. Fue una experiencia bastante intensa.

¿Cómo describir el circular a tanta velocidad? Pues es como sentirse en la piel de un piloto de la Alianza Rebelde, en una de las trincheras de la Estrella de la Muerte. El ordenador de tiro nos indica la cercanía del punto del disparo del torpedo para colarlo en la tronera de ventilación.

Habrá quien piense que es mucha velocidad para un Opel. No hablamos de cualquier Opel, sino DEL Opel, coche que puede toserle a compatriotas de factura más abultada. La sensación de seguridad es alta, a pesar de que el coche transmite mucho: volante, pedales, asiento… y dormirse es imposible salvo para un muerto.

A 5.000 RPM estamos muy cerca del régimen de potencia máxima. Seguramente el deslimitado coge los 270 km/h coincidiendo con las 5.250 RPM, en las que están los 325 CV. Por cierto, el par máximo se “termina” a 4.500 RPM, por lo tanto por encima de esa marca el consumo será notablemente superior.

Prueba en el circuito de velocidad de Lausitz

Unos pocos kilómetros de secundaria nos dejaron en el circuito, tiempo para relajarse un poco porque tanta velocidad sube la adrenalina y nubla un poco la mente. Me bajé de mi Insignia OPC “normalito” con una media de 13,5 l/100 km y 105 km/h. Cambié a una berlina, de color rojo, con cambio automático… y este sí iba deslimitado.

Dimos unas cuantas vueltas al circuito oval, según el ordenador la velocidad máxima fue 173,5 km/h. No sé por qué le gustan tanto a los americanos estos circuitos, son aburridísimos. La única emoción venía en los tres giros que había, donde la zona interior de la curva, menos inclinada, estaba bacheada y ponía en aprietos la suspensión del coche. Me sobraba motor para eso.

Los neumáticos empezaban a chirriar, ya muy apoyados, pero el coche seguía sujeto. Desde luego es tranquilizador saber que este coche, cuando va tomando una curva abierta a casi 180 km/h, no se menea nada. De hecho, en Autobahn tomé una curva muy abierta a 240 km/h (levanté algo el pie), pero el coche da mucha confianza.

Total, que también dio igual esta vez llevar el deslimitado, porque a 270 km/h el coche puede que hubiese salido volando. Bromas aparte, más allá de los 173,5 km/h ni idea, no podía ir a ritmo libre sino siguiendo a un pelotón.

La suspensión sujeta al coche muy bien incluso con firme bacheado y alta velocidad. Estoy hablando en todo momento de seco, buena metereología y una temperatura entre 15 y 20 ºC. En mojado todo esto no sería tan sencillo. Conclusión: dadas las condiciones de la prueba, no salen a la vista vulnerabilidades, el coche es capaz de más.

¿Por qué comprar entonces este coche? Bueno, incluye un curso de conducción en Dudenhofen por parte de pilotos, para aprender a llevar tanto caballo de forma mínimamente segura. Por extensión, como yo he recibido algo parecido a ese curso, me puedo dar por satisfecho. Quitando eso, este coche no tiene sentido en España, no más que el OPC normal.

Epílogo

Retomando todo lo dicho y la anterior prueba que hice al Insignia OPC en carreteras españolas abiertas, me reafirmo en mis conclusiones. Es un producto MUY competitivo con las berlinas alemanas de gran potencia, y eclipsa a todo lo ofertado por Corea del Sur, Japón, Italia o Francia. Y todo esto a un precio más razonable.

Para ser un Opel es muy caro… pero los componentes que tienen no son un simple tuneo. Hablamos de frenos Brembo, de suspensiones puestas a punto en Nürburgring, neumáticos de alta gama, 325 caballos, tracción total, etc. ¿Quién ofrece eso a un precio menor? Pues de primera mano, nadie.

Sobre todo es un coche que tiene más sentido para Autobahn y cuando existe la posibilidad de ir muy deprisa, o por tener un coche más distintivo pese a ser generalista. Por otra parte, me parece bien que un coche tan potente no sea accesible a cualquiera, y el que lo haga, al menos, que le enseñen a dominarlo. Eso ya es otra cosa.

Ahora viene la parte divertida. Me aseguran desde GM España que el Unlimited no vendrá a España. El que quiera uno, tendrá que encargarlo bajo pedido, pero no figurará en las listas de precios. ¿Y porqué todo este berenjenal? Pues ahora os lo explico: lo que realmente se ha presentado es la versión automática del Insignia OPC.

Ahora mismo solo se vende con cambio manual, desde 39.000 y pico euros, en las carrocerías sedán, berlina y familiar. Después del verano llega la versión automática, desde 42.500 euros (sedán). El familiar, Sports Tourer, será un poco más caro debido a su carrocería.

Los consumos suben un poquito (+0,1 l/100 km), y las prestaciones se empeoran ligeramente (+0,3 s en 0-100 km/h), pero el resto ya es conocido por vosotros. Con coches de mucha potencia, para un uso diario, el cambio automático es bastante recomendable, sobre todo a efectos de confort, ya que el consumo en un coche así no es algo de vital importancia.

Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

En Motorpasión | Opel Insignia OPC Unlimited, presentación y prueba en Alemania (parte 1)

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