Probamos el Mitsubishi Outlander PHEV 2019: más capaz, más suave y más PHEV que nunca
El Mitsubishi Outlander PHEV no es el modelo más vendido de la marca japonesa en Europa, pero sí podríamos considerarlo el más importante, ya que sirve como escaparate tecnológico de lo que son capaces de hacer. Ahora se renueva con importantes novedades de cara a 2019 y lo hemos probado por allí por donde los coches empiezan a estar mal vistos, el centro histórico de Madrid.
El primer líder PHEV
El Outlander PHEV, es el SUV híbrido enchufable de Mitsubishi, un coche que ha permitido a la marca destacar y marcar la pauta en un segmento que apenas existía cuando ellos se adelantaron con este modelo allá por el año 2014. Desde entonces, ha sido año tras año el PHEV más vendido en toda Europa, hasta alcanzar las 100.000 unidades a enero de 2018, de las cuales 3.000 se han quedado en España.
Cuando se comenzó a comercializar este modelo en 2014, solo había cuatro modelos PHEV a la venta en España: este, los Porsche Cayenne y Panamera S E-Hybrid y el Audi A3 e-tron, y juntando todos ellos, solo se vendían en España 329 unidades al año, de las cuales 209 correspondían al Outlander PHEV que tenía una cuota del 64%.
El número de coches PHEV ha ido creciendo desde entonces de forma significativa. Llegaron modelos como el Volkswagen Golf GTE, BMW 330e, Audi Q7 e-tron, Hyundai Ioniq Plug In Hybrid, etc, y hoy en día solo de enero a agosto, las ventas de ese tipo de vehículos ya suman un total de 3.571 unidades, lo cual nos permite entender la importancia que tiene ese segmento con un crecimiento tan destacado.
Novedades estéticas interiores y exteriores del Mitsubishi Outlander PHEV 2019
El nuevo Outlander PHEV luce una serie de novedades a nivel de diseño que le dan un aire fresco y renovado. Empezando por la parte delantera, cuenta con una nueva parrilla, unas ópticas bi-LED, faros antiniebla LED y una parte inferior del paragolpes rediseñada.
Las llantas de 18 pulgadas con diseño multiradio son nuevas, al igual que lo son el paragolpes posterior, el alerón del techo de mayores dimensiones o los frenos, también más grandes, conformando algunas de las novedades para el modelo 2019.
Si nos vamos al interior, nos encontramos con interesantes novedades en el Outlander PHEV. Por un lado, la consola central situada entre los dos asientos delanteros cuenta con una nueva disposición de los mandos, nuevos materiales para cubrir el salpicadero y nuevos tapizados que mejoran la calidad visual y percibida del vehículo.
Novedades mecánicas para seguir liderando su segmento
Lógicamente para seguir a la vanguardia en el segmento PHEV, el Outlander pedía a gritos algunas novedades a nivel mecánico. Lo primero que cambia es el chasis y el tarado de las suspensiones, siendo ahora más rígido como conjunto y con las suspensiones recalibradas para favorecer el confort de marcha.
Por otro lado, cuenta con el sistema Super-All Wheel Control, que según dicen deriva del mítico Lancer Evolution y cuenta con dos modos nuevos, el Sport para favorecer las prestaciones y el Snow para condiciones de baja adherencia.
El motor de gasolina también cambia, ha pasado de ser un 2.0 a un 2.4 con un funcionamiento más suave y más potencia, ya que pasa de los 121 a 135 CV. También aumenta el par motor, que pasa de 190 a 211 Nm, en ambos casos a 4.500 RPM.
Pero aquí la clave está en el sistema híbrido, y también hay cambios en los motores eléctricos y baterías. El motor trasero cuenta con un 10% más de potencia, alcanzando 70 kW (82 CV vs 95 CV). Por otro lado, la capacidad de la batería se incrementa en un 15% a 13,8 kW y su potencia en un 10%.
En definitiva, el nuevo Mitsubishi Outlander PHEV ha pasado de 203 a 230 CV, su autonomía eléctrica en ciclo WLTP es de 54 km y además el motor eléctrico permite superar el límite de 120 km/h, llegando ahora hasta los 135 km/h.
Con este aumento de potencia ha mejorado el tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h, pasando a hacerlo en 10,5 segundos frente a los 10,8 que tardaba la versión anterior.
Por allí por donde los coches están mal vistos
Para poner a prueba en una primera toma de contacto al nuevo modelo, los responsables de la marca en España nos propusieron una ruta por el centro de Madrid, por esas zonas restringidas al tráfico de determinados coches donde este puede ser por contar con la etiqueta "0 emisiones".
Partiendo del Eco Lab, un punto de información sobre coches eléctricos montado por Mitsubishi donde cualquiera puede ir a resolver sus dudas durante los próximos tres meses, situado en la calle Alcalá 65, partimos hacia la zona más restringida al tráfico del centro histórico de la capital: Plaza de Santa Ana, calle Atocha, cruzamos la peatonalizada calle Arenal y aparcamos cerca de la calle Preciados, para hacer un par de recados por allí.
Este coche es uno de los pocos que puede entrar todavía en este área, restringida a cualquier coche que no sea de residentes, autorizados o a cualquiera que no tenga etiqueta "0 emisiones". En ámbito urbano, lo que más llama la atención conduciendo el Outlander PHEV es la suavidad de marcha y la fantástica insonorización mecánica del conjunto.
Moverse en un coche de este tamaño, a ritmo alegre por ciudad y hacerlo sin ningún tipo de ruido mola. Y mola porque además de suavidad, tiene ese par instantáneo que ofrecen los motores eléctricos, el cual se acrecienta si seleccionas el modo Sport que no tenía el anterior. Aunque el 0 a 100 km/h es muy lento (10,5 segundos), el 0 a 50 km/h del que desconocemos el dato, es fulgurante.
El Outlander PHEV dispone de un sonido exterior ficticio, que se puede desactivar pulsando un botón situado al lado del volante. Sirve para alertar a los peatones de que se acerca el coche, ya que sin el, como pudimos comprobar, la gente no es consciente de la presencia del coche a solo unos centímetros.
Hay tres modos de funcionamiento para el Outlender PHEV. Pulsando el botón EV, puedes pedirle que se mueva únicamente en modo eléctrico, limitando la activación del motor de gasolina. Así puede circular siempre que haya batería suficiente a una velocidad de hasta 135 km/h.
Por otro lado, está el modo "serie", en el que el motor de gasolina se activa, pero lo hace para enviar potencia a la batería cuando le exigimos en aceleraciones espontaneas o para subir pendientes. Lo más llamativo es que el sistema automático de gestión de energía intenta circular siempre que sea posible en modo eléctrico, recuperando unos kilómetros de autonomía para poder funcionar.
El último sistema de funcionamiento es el que ellos llaman "paralelo", en el cual el motor de gasolina funciona para mover las ruedas del eje delantero, ayudado por el motor eléctrico situado en este mismo eje, mientras el motor eléctrico del eje posterior mueve las ruedas traseras.
En este último modo, el par sobrante del motor de gasolina se utiliza para recargar la batería y tener así esos kilómetros de autonomía que siempre intenta darnos el coche. Es complicado de entender, y a veces es complicado también de percibir en qué modo estamos conduciendo, pero hay un programa de la pantalla central en donde nos muestran en directo cuál es el flujo de energía en el coche.
Después de comprobar cómo este coche nos permite entrar en el centro de la ciudad, aparcar sin problemas porque muy poca gente accede a ese área, no tener que preocuparnos por poner un ticket de aparcamiento porque está exento de ese pago al ser "0 emisiones" y hacer nuestros recados caminando apenas 5 minutos, tocaba salir de la ciudad, buscando las afueras de Madrid.
En carretera, sigue destacando la suavidad de marcha, la calidad de rodadura y el silencio con el que se mueve, tanto si está funcionando evidentemente en eléctrico como si se activa el motor de combustión, el cual dependiendo de las circunstancias llega a ser casi imperceptible.
Detrás del volante, encontramos dos levas, pero no son de cambio. Sirven para elegir el grado de retención que queremos ofrezca el coche automáticamente cuando levantamos el pie del acelerador, y pueden graduarse en cinco niveles distintos. Dependiendo de los flujos de tráfico, podremos elegir o que el coche retenga más o que tengamos que utilizar el freno para tratar de regenerar energía mientras detenemos el coche.
Sólo hicimos unos 40 kilómetros entre el trayecto de ida y vuelta, y comenzamos la ruta con solo media carga. Lógicamente se trata de una primera toma de contacto, ya habrá tiempo de hacer una prueba de semana completa más adelante. Aun así, el recorrido me sirvió para comprobar cómo el Outlander PHEV parece una opción muy interesante para quien busque un SUV híbrido enchufable con el que poder moverse en el día a día utilizando sólo la electricidad, con buena capacidad interior y de carga y una calidad de rodadura más que aceptable. Y sin engaños, este no tiene baterías autorecargables, hay que enchufarlo o usar el motor de gasolina o las inercias de marcha para recargarlas.
Dos versiones y dos precios para el Mitsubishi Outlander PHEV 2019
El Mitsubishi Outlander PHEV 2019 cuenta además con dos niveles de acabado. El básico, se llama Motion y está disponible desde 33.295 euros aplicando todos los descuentos y acogiéndose a la financiación de la marca, algo que según nos han dicho hace el 75% de sus clientes.
El otro acabado se llama Kaiteki y tiene un precio de 38.150 euros, también con descuentos y financiación. En la ruta de ida conduje el más bajo, mientras para la de vuelta elegí el alto de gama, y tengo serias dudas de si los casi 5.000 euros de diferencia de precio entre uno y otro merecen la pena.