Ya hemos conducido el nuevo MINI Countryman, el más familiar de la casa, y nos ha sorprendido positivamente
A la información que publicamos en su día sobre el MINI Countryman 2017 faltaba añadir unas primeras impresiones tras conocerlo personalmente. Ahora, una jornada de presentación celebrada a caballo entre Madrid y Segovia nos ha permitido probar el nuevo MINI Countryman por primera vez justo cuando está a punto de llegar al mercado español.
Como sabemos, se trata de la segunda generación de este modelo de MINI, que supuso en su día la revelación definitiva de que MINI dejaba de ser sinónimo de pequeño. Ahora, con unas hechuras mayores que las de su predecesor, el MINI Countryman 2017 pierde también esa concepción de segundo coche de la casa y reclama su espacio como coche para la familia entera.
¿Qué quedó del viejo Countryman?
Ahora que sabemos que el MINI Countryman ha venido para ocupar un gran hueco en el segmento de los crossover C, vale la pena recordar los orígenes del modelo, que según explica MINI se hallan en el Austin Seven Countryman de la década de 1960. Ya entonces el primer Countryman trataba de aunar estilo y practicidad, algo que la segunda generación del MINI mayor no pierde.
Tanto el Austin Seven Countryman como el Morris Mini Traveller de la misma época se diferenciaban de los Mini convencionales de un simple vistazo: 3.299 mm de longitud y 2.137 mm de batalla los hacía parecer hermanos mayores de los utilitarios de 3.048 mm de longitud y 2.038 mm de batalla. Dicho de otra manera: lo de tener un modelo en la gama que sea muy poco "mini" ya viene de lejos. Y, con la adaptación de MINI a los tiempos que corren, intentar seguir buscando en MINI el significado de "mini" supone pecar de poco realismo.
¿Qué queda del anterior MINI Countryman?
Desde que arrancara su vida comercial en 2010, el MINI Countryman lleva más de 540.000 unidades vendidas en todo el mundo, 18.900 de las cuales en España. El ritmo de ventas del primer Countryman ha coincidido con un momento dulce de MINI en España, que en 2016, con 12.400 unidades matriculadas, alcanzó su segundo mejor año en nuestro país.
Generación | Longitud | Batalla | Anchura | Altura |
---|---|---|---|---|
2010 | 4.097 mm | 2.595 mm | 1.789 mm | 1.561 mm |
2017 | 4.299 mm | 2.670 mm | 1.822 mm | 1.557 mm |
Con el relevo generacional, el MINI Countryman crece, convirtiéndose en el MINI más grande de la Historia de MINI. Este aumento del espacio se percibe de forma especial en el interior, donde el espacio para los ocupantes de las plazas traseras es realmente cómodo y donde el maletero alcanza unas dimensiones nunca vistas antes en la marca: 450 litros que llegan hasta los 1.309 litros, con los asientos traseros abatidos (40:20:40). En total, un aumento del 28 % del espacio disponible en el habitáculo. Sólo en el maletero, la ganancia ha sido de 100 litros.
En cuestiones de diseño exterior, los faros delanteros del MINI Countryman 2017 pierden ya los rasgos que le quedaban de mirada redondeada y amable, y ganan presencia con el contorno marcado mediante tecnología LED. Por su parte, el diseño de la trasera se aleja de aquel rasgo diferencial que tenía la generación previa, integrando mejor el portón y las ópticas, que ahora se asemejan más al resto de la gama. En conjunto, ahora el MINI Countryman se ve más equilibrado, si bien algunas imágenes pueden resultar engañosas: al natural gana varios enteros.
A los mandos del MINI Countryman
Sentarse al volante del MINI Countryman 2017 se convierte de forma rápida en un ejercicio de buscar las 7 diferencias entre lo que conocías de MINI y lo que tienes delante. Todo ha cambiado para que nada cambie, que diría Giuseppe Tomasi di Lampedusa, y resulta realmente fácil hacerse a las formas de un MINI que ya es decididamente un coche pensado para la familia.
Sólo así se entiende el mayor cuidado puesto en los materiales, que son muy agradables al tacto, la profusión de huecos portaobjetos y el espacio para (oh, sí) tres adultos, tres, en los asientos traseros. Aquí, vale la pena destacar que mi paso por las plazas traseras es meteórico y lo realizo en solitario. Queda pendiente para otro día llevarme a bordo a tres amigos fornidos que pongan a prueba el mayor espacio interior con el que cuenta ahora el MINI Countryman.
Por el momento toca ponerse en marcha, y lo hacemos partiendo del centro de Madrid hacia el norte, atravesando media ciudad entre el pesado tráfico urbano. Ni caso a las fotos que acompañan a este reportaje, que son de MINI UK y no propias por la gracia de una jugarreta informática que no viene al caso. Shit happens.
En calles no muy anchas, el Countryman me despierta rápidamente de la idea "pero si es un MINI", para hacerme tomar conciencia del carácter de crossover C que tiene el muchacho. Aquí le echo en falta algo más de visibilidad lateral. Resulta demasiado fácil perderse con este coche que, en el fondo, no deja de tener dimensiones de compacto.
Se comporta mucho mejor en avenidas, donde es más fácil la observación, y sobre todo a la hora de cambiar de carril de forma ágil. Y es que enseguida compruebo, con alegría, que este Countryman conserva el mejor rasgo característico de MINI: la reactividad de su sistema de dirección.
También la suspensión de este MINI se comporta de manera brillante. Es razonablemente asentada y firme, pero filtra muy bien las irregularidades del terreno, sin propinar esos golpetazos que te hacían temblar los dientes y mentar a la estirpe de los ingenieros de la casa, hasta siete generaciones más allá.
Una vez llegados a este punto, vale la pena comentar que la versión probada en este caso es el MINI Countryman Cooper S ALL4 192 CV. Su motor es de gasolina y tetracilíndrico, a diferencia de las versiones de 136 CV, que se valen de un trici, y en mi caso va asociado a una caja Steptronic de ocho relaciones, que es opcional salvo para la versión diésel más potente. Más habitual sería un cambio manual o una Steptronic, en ambos casos de seis relaciones. Y sí, es un ALL4: llevo tracción integral, que me va a hacer falta, como veremos enseguida.
Es decir, que voy hasta arriba de coche. También en equipamiento, aunque no tengo ocasión de probarlo en serio, debido a la vertiginosa agenda del día.
Peleando por llegar hasta la Carretera de la Coruña, una vez que consigo hacerme con la autovía me encuentro ante el mayor contraste entre rasgos positivos y negativos de la dinámica del MINI Countryman, al menos en la versión probada. Y ese contraste se encuentra en el corazón de su cadena cinemática.
Por un lado el motor es espectacular, impresionante, maravilloso, genial... y así, hasta acabar la colección de epítetos amables para con los padres y madres de la criatura. Se levanta bien desde bajas y resulta elástico gracias no sólo a la magnífica caballería que se despliega, sino a la manera fiel en la que se entrega semejante potencia.
Por el otro, en la cara oscura se encuentra el cambio Steptronic, que si bien es rápido de actuación, parece que tenga algún tipo de lastre en la gestión electrónica, de manera que incluso en modo Sport resulta algo perezoso y se hace necesario tirar de levas si no quieres oír más ruido que nueces. Una vez salvado esto con las levas, u optando por un cambio manual directamente, el coche tira de forma enérgica como si no le pesaran los 1.440 kg de tara que declara.
Salimos de la autovía y nos disponemos a pasar el Puerto de Navacerrada. Vamos que parecemos un nuevo remake de 'The Italian Job', y aunque se echa en falta a Charlize Theron en el equipo (snif...) no se pierde por el camino ni un pelín de agilidad en curvas y en aceleraciones. Adiós, camión, adiós, ahí te quedas, que los bichos estos corren que se las pelan.
Pasado Navacerrada y ya en tierras segovianas, una vez trazadas todas las horquillas del mundo, nos encontramos con que los chicos de MINI nos han hecho algunas travesuras con los navegadores y los puntos intermedios de la ruta, lo justo para que dejemos atrás el asfalto y nos metamos por caminitos en los que ni hartos de Coca Cola nos habríamos adentrado por propia voluntad.
El caso es que el MINI Countryman hace gala de su nombre, y se defiende bien en esos ambientes. No hablamos de grandes compromisos, sino de caminos que circundan los campos de la zona, prados y demás terrenos al uso. Piedras, baches, surcos y roderas propiciados por la lluvia... Cualquier cosa le viene bien a este hombre tan campestre, y lo cierto es que sorprende de forma positiva.
Es en esas circunstancias donde el MINI Countryman 2017 con tracción a las cuatro ruedas nos hace ver que lo cortés no quita lo valiente, y que al fin y al cabo estamos ante un producto que deja atrás, por muchas razones, cualquier prejuicio que uno pudiera tener de los MINI como cochecitos pijines pensados para que sean el segundón de la casa. De eso nada. Dentro de su segmento, como compacto, el MINI Countryman 2017 cumple, y lo hace de forma espléndida.
Precios del MINI Countryman 2017
Gasolina | |
---|---|
MINI Countryman Cooper 136 CV | 27.800 euros |
MINI Countryman Cooper 136 CV ALL4 | 30.000 euros |
MINI Countryman Cooper S 192 CV | 31.500 euros |
MINI Countryman Cooper S ALL4 192 CV | 33.700 euros |
MINI Countryman John Cooper Works 231 CV | 38.700 euros |
Diésel | |
MINI Countryman Cooper D 150 CV | 30.000 euros |
MINI Countryman Cooper D 150 CV ALL4 | 32.200 euros |
MINI Countryman Cooper SD 190 CV | 35.400 euros |
MINI Countryman Cooper SD ALL4 190 CV | 37.600 euros |
Híbrido enchufable | |
MINI Countryman Cooper SE ALL4 136 + 88 CV | 37.600 euros |
Preguntados por la composición de las futuras ventas del MINI Countryman, los responsables de la marca apuntan hacia un 65 al 75 % de las versiones diésel, por el 25 al 35 % de las versiones con motores de gasolina. Como dato curioso, tenemos que de las ventas del MINI Seven, un coche que se vende exclusivamente por internet, la mayor parte se han realizado en versiones de gasolina.
En cualquier caso, y de vuelta al MINI Countryman, si es por necesidad de un mayor par motor quizá la versión de 136 CV se quede algo justa con sus 220 Nm en según qué situaciones, pero la de 192 CV aporta 280 Nm que son más que suficientes para empujarlo con agilidad. Por su parte, las versiones diésel cuentan con 330 Nm y 400 Nm, respectivamente. Todo es cuestión de pensar para qué necesitamos el coche, y elegir en consecuencia.
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