Probamos el nuevo MG ZS EV, un SUV eléctrico 'chino' compacto que quiere convencer por su precio y espacio interior
MG vuelve al mercado español. Y lo hace, de momento, con dos SUV. Uno es el MG ZS EV 100 % eléctrico y el segundo es un híbrido enchufable de 258 CV, el MG EHS. Para esta primera toma de contacto con la renovada marca inglesa probamos el MG ZS EV, un SUV compacto 100 % eléctrico que homologa 263 km de autonomía.
Antes de entrar a valorar el coche, despejaremos la X, digo, la polémica. A todos los efectos, MG sigue siendo una marca inglesa. Es cierto que MG es propiedad del gigante chino SAIC (o Shanghai Automotive Industry Corporation) y que el coche es fabricado en China. Entonces, ¿es el MG ZS EV un coche inglés o chino? Es un coche inglés, aunque desarrollado y pensado en prioridad para el público chino y con vistas a Europa. Y eso tiene una influencia positiva en algunos aspectos, como veremos más adelante.
En cuanto a donde se fabrique es irrelevante en este caso. Nadie presume de que su BMW X5 se fabrique en Carolina del Sur o de que su Volvo S90 se fabrique en China porque Volvo pertenece a una empresa china y venga en tren desde el lejano oriente en lugar de Escandinavia. Siguen siendo coches alemanes y suecos, respectivamente. Lo mismo pasa con MG.
La primera propuesta de MG en España desde hace muchos años es este MG ZS EV, un SUV compacto de 4,31 m, cuenta con una batería de iones de litio refrigerada por agua y fabricada por el CATL. Tiene una capacidad bruta de 44,5 kWh con una capacidad útil de 40 kWh. Se puede recargar en un punto de carga rápido al 80 % en 40 min y al 100 %, en corriente alterna, en siete horas y media.
En cuanto al motor desarrolla 143 CV y está situado en el je delantero. Este SUV homologa 263 km de autonomía media (ciclo WLTP) y hasta 428 km (WLTP) en conducción exclusivamente urbana. Disponible desde 29.000 euros, lo probamos con el acabado Luxury, que cuesta 31.290 euros precio tarifa.
En términos de diseño, el MG ZS EV no es llamativo ni revolucionario, es como un recopilatorio de lo que se hace en el segmento. Tiene un poco de Mazda (marco de la calandra), un poco de Mercedes-Benz (calandra con efecto diamante) y algo de Nissan Qashqai y Renault Kadjar en su zaga y perfil. Al final, luce un diseño clásico y consensuado.
El precio es una de sus bazas, pero no la única
Sin imagen, la marca ya no era muy conocida en su última etapa en España y ya ha sido olvidada por una buena parte del público, y con una red todavía algo escasa (10 concesionarios en toda España), la única manera de que un nuevo fabricante se haga un hueco es a través del precio, y MG lo sabe. Los 29.000 euros del precio base lo convierten en uno de los coches eléctricos más baratos del mercado. Y si además le aplicamos el plan MOVES y descuentos de la marca, el coche se queda en algo más de 22.000 euros. Es decir, estaríamos ante un eléctrico al precio de un gasolina.
Por si fuera poco, el nivel de acabado Luxury que probamos ofrece un generoso equipamiento de serie que lo sitúa a la altura de los acabados más altos de sus rivales.
El techo solar panorámico, el aire acondicionado, los sensores de aparcamiento y la cámara de marcha atrás, la navegación GPS y el control de crucero adaptativo y mantenimiento de carril son de serie. De hecho, la única opción disponible es la pintura metalizada, facturada 963 euros, siendo el color gratis el blanco. Por si fuera poco, MG aprendió de Kia y ofrece en España una garantía de 7 años.
Mencionar, por último, que el MG ZS EV obtuvo cinco estrellas en las pruebas de EuroNCAP, con buenas notas en todos los apartados, como la protección de adultos y niños, pero con un aprobado muy raspado en el apartado de ayudas a la conducción y seguridad.
El verdadero lujo es el espacio
Un nombre británico, orígenes chinos y un interior de aspecto alemán. Es oscuro y no se podrán elegir los materiales. El color negro reina a bordo, desde el salpicadero hasta la tapicería de cuero, pero el aspecto es más halagüeño de lo que me esperaba. La mayoría de los materiales tienen un toque agradable, como el mullido del salpicadero, los botones del volante multifunción y del techo solar o del túnel central.
Por cierto, todos ellos ya conocidos, pues en su mayoría provienen del mismo proveedor que usa Volkswagen para sus producciones. Algo, por cierto, que también se aprecia en el cuadro de instrumentos. Y es que el grupo SAIC es el socio de Volkswagen para fabricar en China para el mercado local los coches de la marca de Wolfsburg. De cierto modo, todo queda en casa.
Dicho esto, todavía hay muchos plásticos duros y que suenan hueco en ocasiones, pero globalmente, en este punto, el MG está al nivel de una marca generalista europea sin aspiraciones premium. Y en todo caso, es muy superior a lo que ofrecen las marcas chinas en nuestro mercado; de lejos.
Donde realmente MG debe mejorar es en el sistema de infoentretenimiento y su pantalla táctil. Sí, cuenta con navegador, radio digital DAB y es compatible con Apple Car Play y Android Auto. El diseño de la interfaz es fresco y atractivo, pero el uso del sistema es desesperadamente lento. De hecho, es el sistema más alto que he probado hasta la fecha. El cual, además, no se libra de interferencias entre la conectividad del teléfono y la radio.
Y es que si la presentación es atractiva y al gusto de Europa, el equipamiento completo y a un precio contenido, en algo había que ahorrar. Se nota en las prestaciones del sistema de infoentretenimiento, pero también en algunos equipamientos. Por ejemplo, a este nivel de precio el volante no debería ser únicamente ajustable en altura y el aire acondicionado manual ser un climatizador con función automática.
En el caso del volante, impide tener una posición de conducción realmente buena en el ZS EV, mientras que en el caso del aire acondicionado no siempre se acierta en una temperatura ideal, ya que la única ayuda visual es una barra en la pantalla que va del azul al rojo.
Al menos, salvo en el caso de la palanca para accionar el control de crucero activo (escondido detrás y más abajo que la de los intermitentes), la ergonomía está bien resuelta. Algo que nos ha gustado, además del selector circular de marchas inspirado en Jaguar, es el acceso fácil y rápido a los tres niveles de frenada regenerativa, vía la tecla KERS en el túnel central.
Donde el MG ZS EV no tiene rivales es en términos de habitabilidad. Sabemos que el espacio interior, sobre todo en las plazas traseras, es un elemento primordial a la hora de comprar un coche para el cliente chino, mientras que en Europa somos más de climatización y conectividad. Y al final es algo positivo para este SUV, diseñado primero para el mercado chino. Delante, el espacio es holgado, pero detrás es sencillamente soberbio. Hay más espacio para las piernas en este MG de 4,31 m que en la mayoría de SUV de 4,50 m. El maletero, tampoco se queda corto: 448 litros.
Al volante del MG ZS EV: prioriad al confort
MG fue antaño una marca deportiva, pero el ZS no hace ningún intento de estar a la altura de esa herencia en términos de conducción. La suspensión tiene un tarado muy suave y hace un buen trabajo de amortiguación de las irregularidades. Es un coche realmente cómodo, aunque eso no impida que oigamos la rueda pasar sobre todas las grandes irregularidades. Y es que la insonorización no es uno de los fuertes del coche.
Con 143 CV y 353 Nm, el ZS EV no tiene dificultades para moverse con soltura, como demuestra su 80-120 km/h en 7,5 segundos, pero el chasis admite sus limitaciones rápidamente. Los movimientos de carrocería en curvas son muy pronunciados, el coche se tumba descaradamente y tiene una marcada tendencia al sobreviraje que su ESP tarda en contrarrestar. El motor destaca por su considerable par motor, que supera ampliamente al poder de tracción de los neumáticos cuando se pisa con demasiado ímpetu el pedal derecho.
Hablando de ayudas a la conducción, si bien cuenta con un sistema de conducción semiautónomo de nivel 2, este es claramente mejorable. El control de crucero activo reacciona demasiado tarde a las salidas de carril. Algo consiste con el funcionamiento del asistente de mantenimiento de carril. Este se muestra muy sensible al más mínimo cambio de trayectoria dentro del carril. Un desvio de unos pocos milímetros y salta el aviso acústico y visual en el cuadro de instrumentos. Sin embargo, tarda en corregir ese posible desvío.
En cuanto al consumo, como en muchos eléctricos es muy sensible a los trayectos en vías rápidas. La media en nuestra prueba no se aleja mucho del consumo medio homologado por la marca: 19,2 kWh/100 km frente a los 18,6 kWh/100 km que homologa. En ese caso, la autonomía es apenas superior a los 200 km. En sí no está mal, pero con los trayectos en vías rápidas se funde uno la autonomía, el consumo sube ahí a casi 24 kWh/100 km.
A destacar que si circulamos en modo Eco, ganaremos 10 km de autonomía, según el ordenador de a bordo. Por nuestra parte, la mayor parte de la prueba ha sido realizada en modo Normal y con la frenada regenerativa en el nivel máximo de los tres disponibles, una frenada bastante potente y que si bien no permite una conducción con un solo pedal, como en el caso del Nissan Leaf, poco le falta para lograrlo.
Tras esta primera y breve toma de contacto, sería necesaria una prueba exclusivamente urbana para así comprobar si sería posible acercarse al menos a los 300 km de autonomía en ciudad, pues no veo realista los más de 400 km indicados por la marca.
El MG ZS EV frente a sus rivales
Por dimensiones y potencia el MG ZS EV es un rival directo del Peugeot e-2008. Especialmente cuanto el tope de gama ZS EV cuesta lo mismo que el modelo de acceso del e-2008 (desde 32.650 euros) y que en el caso del acabado GT Pack del e-2008 sube hasta los 42.050 euros.
Sin embargo, frente al refinamiento, el estilo, la calidad percibida y el excelente chasis del e-2008, el MG ZS EV solo puede contar con la baza de su relación precio-equipamiento y, en menor medida, de la habitabilidad, pues es un punto en el que el Peugeot e-2008 también destaca de forma positiva.
Claro que si lo que se busca es un coche eléctrico esencialmente urbano, y la autonomía del MG ZS EV lo cantona a un uso urbano, existen otras alternativas en formato SUV, como el Dacia Spring cuesta menos 18.000 euros, pero ofrece una habitabilidad y un equipamiento inferior a lo que propone MG.
MG ZS EV: nuestra valoración
El MG ZS EV resulta una propuesta atractiva desde un punto de vista racional para alguien que busque un coche eléctrico cómodo, con mucho espacio a bordo y con el que realizar trayectos esencialmente urbanos y de periferia. Su elevado consumo en autopista impide un uso realmente apto para viajes largos: parar cada 150 km para recargar la batería no es una opción viable para la mayoría. Es un coche que ofrece cantidad de equipamiento, pero no necesariamente tecnología a la última, como se aprecia con las ayudas a la conducción o el aire acondicionado. Al final, sus bazas son su confort de marcha, habitabilidad y relación precio-equipamiento.
7,4
A favor
- Habitabilidad
- Relación precio equipamiento
- Consumo en entorno urbano
En contra
- Autonomía fuera del entorno urbano
- Sistema de infoentretenimiento muy lento
- Comportamiento dinámico
|
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Motor |
1 eléctrico en posición delantera |
batería |
Iones de litio. 44,5 kWh de capacidad total. Carga rápida máxima en CC: 50 kW (7,4 kW en AC) |
potencia máxima |
105 kW (143 CV) |
par máximo |
353 Nm |
transmisión |
Tracción delantera |
dimensiones (Largo x ancho x alto) |
4.314 x 1.809 x 1.644 mm |
batalla |
2.585 mm |
maletero |
448 litros |
peso |
1.518 kg |
80 a 120 km/h |
7,5 s |
0 a 100 km/h |
8,2 s |
velocidad máxima |
140 km/h |
consumo medio homologado (WLTP) |
18,6 kWh/100 km |
consumo medio en prueba |
19,2 kWh/100 km |
Autonomía eléctrica homologada (WLTP) |
263 km |
Autonomía eléctrica en prueba |
210 km |
El coche para esta prueba ha sido prestado por MG y British Motors. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas. |
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